MURCIA.- Las empresas familiares de la Región han mejorado sus cifras económicas en 2017 hasta alcanzar máximos históricos desde que en 2008, cuando la Cátedra de Empresa Familiar Mare Nostrum y la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur) comenzaron a realizar el Barómetro que ha medido su evolución en la última década tras una investigación en la que han participado 177 empresarios.
En el último estudio, el mejor saldo lo presenta la evolución de la
cifra de negocios, ya que el 47,7% de las empresas ha elevado sus
ventas. La falta de agua aparece entre las principales preocupaciones de
las empresas, que encabeza la elevada competencia entre las empresas.
Por
tercer año consecutivo, son más aquellas que aumentan sus inversiones
(37,2%), respecto a las que disminuyen (14,5%). La exportación también
sigue mostrando un buen comportamiento y un 78% de las compañías
mantienen o incrementan sus cifras en este campo.
La edición número 17 del Barómetro de Amefmur también ha analizado las dificultades a las que se enfrentan las empresas familiares. Entre ellas, la debilidad de la demanda (45,8%) deja de ocupar el primer lugar, siendo superada en 2017 por la presión competitiva (53,7%). En tercer lugar, se sitúan los requisitos legales (36,2%).
Respecto a la estructura de propiedad y gobierno, el 71% (aumento de 2 puntos) de las empresas familiares optan por mantener las actuales. Desciende del 5% hasta el 2% las que se plantean incorporar externos a la propiedad o dirección y el 27% contempla cambiar la propiedad, fundamentalmente transmitiéndosela a la siguiente generación.
De nuevo inquietan especialmente una serie de variables externas. La principal preocupación vuelve a ser la evolución de la demanda. Encaramándose en segundo lugar surge este año un gran desasosiego sobre la disponibilidad de factores productivos, fundamentalmente el agua, seguida de otros recursos como la energía. La preocupación por la situación política desciende hasta el tercer lugar, junto con la financiación.
También son importantes otros aspectos externos como la vigilancia del Estado en la competencia desleal, así como en la gestión de licencias, presupuestos y, en general, en la creación de un marco legal que promueva la actividad económica.
La parte monográfica del barómetro se ha centrado, en esta ocasión, en la figura del gerente. Los resultados indican que el promedio de edad de esta figura se sitúa en los 50 años. El estudio también confirma que la presencia femenina en el puesto de máxima responsabilidad es superior en las empresas familiares que en el tejido empresarial general, ya que 1 de cada 4 compañías está dirigida por una mujer.
Otros datos indican que el 32% de las empresas están dirigidas por su fundador y en el 59% es un descendiente de la familia propietaria o que el 72% de los gerentes actuales son el candidato previamente acordado en el plan de sucesión. Entre los motivos de los sucesores familiares para acceder al puesto de gerente se sitúa, en primer lugar, la identificación con la empresa, a continuación, el cumplimiento de las expectativas de la familia y, finalmente, las posibilidades de desarrollar una carrera profesional.
El Barómetro también señala que el 38% de las compañías familiares ha planificado la sucesión y destaca que, entre las cualidades que debe reunir el sucesor, la que más se valora es el compromiso. Detrás se colocan rasgos de personalidad como la integridad, habilidades directivas y confianza en sí mismo, por encima de aspectos objetivos como formación o experiencia dentro y fuera de la empresa.
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