MADRID.- Las autonomías recaudaron el año pasado más de 2.500 millones de euros con el controvertido Impuesto de Sucesiones y Donaciones, el gravamen que aplica un forzoso «peaje» fiscal cuando alguien muere con propiedades que deja en herencia -o el que se liquida cuando alguien realiza una donación en vida-. En el último quinquenio, 2013-2017, el mordisco propinado por las autonomías a las herencias de los españoles a ascendido a prácticamente 14.000 millones de euros, según los datos manejados por Abc.
Mientras
crece el clamor social para exigir la supresión de este impuesto, las
autonomías –que son las que lo regulan y cobran íntegramente- siguen
haciendo caja. De hecho, en 2017 la mayoría de ellas ingresaron por este impuesto más que en 2016. Los mayores incrementos se dieron, por este orden, en la Comunidad Valenciana y Aragón.
A
falta de las liquidaciones oficiales de noviembre y diciembre, hasta el
31 de octubre las autonomías en su conjunto habían ingresado con el
Impuesto de Sucesiones y Donaciones un total de 2.421 millones de euros,
39 millones más que en el mismo período de 2016, lo que supone un
incremento del 1,65%.
Eso significa que, con absoluta seguridad, la
cifra final de recaudación de 2017 por el Impuesto de Sucesiones habrá
superado ampliamente los 2.500 millones de euros tras añadírsele los
datos de noviembre y de diciembre. Todo apunta a que, de nuevo, la
redaudación total del último ejercicio por el Impuesto de Sucesiones
será similar a la que se dio en 2016, cuando rozó los 2.700 millones de
euros.
En
cifras absolutas, Andalucía, Cataluña y Madrid son, por este orden, las
autonomías que más ingresan con este tributo. Eso sí, Madrid lo consigue
por su fortaleza económica más que por la presión fiscal, porque es de
las comunidades con menor carga tributaria en Sucesiones, junto a
Canarias, Cantabria y La Rioja. Andalucía, sin embargo, está en el
extremo contrario, en el grupo de autonomías con un Impuesto de
Sucesiones más alto, junto a otras regiones como Aragón o Extremadura.
Hasta el 31 de octubre, el conjunto de las autonomías ya habían recaudado 2.421 millones de euros por este tributo. Andalucía lideró la lista,
con 392 millones de euros ingresados en diez meses con este tributo. Le
siguió Cataluña, con 381 millones. A continuación, la Comunidad de
Madrid -343,5 millones-, Galicia -293,5-, Comunidad Valenciana -223-,
Aragón -172 - y Castilla y León, con 162 millones de euros hasta el 31
de octubre.
De enero a octubre de 2017 -últimos datos oficiales disponibles-, la Comunidad Valenciana y Aragón habían incrementado sus ingresos por el Impuesto de Sucesiones un 45% y un 41,4% respecto a 2016. Fueron, con mucha diferencia, las regiones que el año pasado más dispararon su recaudación tributaria por esta vía.
En el lado contrario, Madrid y Canarias, con un descenso interanual de
la recaudación por Sucesiones del -26% y del -23%, respectivamente.
Asturias, Murcia y Navarra también aminoraron sus ingresos por este
impuesto, mientras que todas las demás regiones –al menos hasta el 31 de
octubre- se anotaron incrementos más o menos elevados.
Las
progresivas rebajas aplicadas a lo largo de los años por algunas
autonomías en el Impuesto de Sucesiones ha permitido que la recaudación
global se haya reducido levemente en los últimos ejercicios. En 2013, el
conjunto de las autonomías recaudaron con este tributo un total de
2.790 millones de euros; 2.812 millones en 2014, 2.757 millones en 2015,
y 2.699 millones de euros en 2016.
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