MADRID.- La última encuesta de Metroscopia colocó a Ciudadanos como primera fuerza,
pero no es la única encuestadora que observa un vuelco en el electorado
español. Estos son los movimientos de nuestros promedio de sondeos, que
incluye 131 encuestas diferentes ponderadas por muestra, empresa y
fecha (la metodología se detalla al final), publica hoy El País.
El Partido Popular todavía aparece primero; lograría alrededor del
25% de los votos. Pero tiene cerca a Ciudadanos (24%) y al PSOE (23%),
que descuelgan a Unidos Podemos (15%). Un resultado así cambiaría el
juego de mayorías en el congreso. PP y Ciudadanos sumarían alrededor de
190 escaños y podrían gobernar en solitario. Además se abriría una
posibilidad alternativa: con estos resultados, Ciudadanos y PSOE
sumarían alrededor de 177 escaños y podrían quizás alcanzar una mayoría
viable de escaños (que está fijada en 176).
Los movimientos de cada formación
El PP ha caído seis puntos desde las elecciones de 2016. Ganó esas
elecciones con 11 puntos de margen sobre el PSOE, pero su ventaja en los
sondeos se ha reducido apenas a dos puntos.
Esta caída del PP ha beneficiado a Ciudadanos, el partido que
sostiene su gobierno. Las encuestas de Ciudadanos mejoraron a lo largo
de todo 2017 y especialmente en otoño. Durante la crisis catalana el
partido ha ganado seis puntos y ha ocupado el segundo puesto. La subida
se explica por dos motivos: es el partido con votantes más fieles
(seguros de repetir su voto) y también el que atrae a más votantes
nuevos. Ciudadanos estaría recogiendo muchos votantes del PP, pero
también del PSOE y desde la abstención.
Mientras tanto, Unidos Podemos alarga su caída y acumula datos
negativos. La formación cae en votos, pierde simpatizantes y ve como se deteriora la imagen de Pablo Iglesias entre sus propios votantes.
Estas tendencias las observan todas las encuestas. Todas ven la subida
de Ciudadanos y las caídas del PP y de Podemos. En cambio discrepan al
medir la fuerza exacta de cada partido. Celeste-tel coloca al PP cerca
del 30% y al PSOE por delante de Ciudadanos; Sociométrica y Simple
Lógica ven un triple empate; y las dos encuestas más recientes
—Metroscopia y Gad3— son las que colocan a Ciudadanos primero.
Los sondeos deben leerse con cautela porque no hay elecciones cerca.
En momento así las encuestas predicen peor: los entrevistados se
olvidan del voto útil, faltan los entrevistados menos interesados por la
política y las encuestas exageran el desánimo de ciertos votantes. Pero
tampoco debemos caer en el error de ignorar lo evidente: que estos
movimientos son reales y cambian el equilibrio de fuerzas entre los
partidos.
Metodología del promedio. Los promedios de encuestas mejoran la precisión de las encuestas individuales (Gelman et al.). Nuestro promedio considera más de 100 encuestas desde 2016 (muchas extraídas de Wikipedia).
Es un promedio ponderado para dar distinto peso a cada encuesta según
tres factores: el tamaño de la muestra, la casa encuestadora y la fecha.
Peso por muestra. Las encuestas con más
entrevistas realizadas reciben más peso. Utilizamos una ley decreciente,
de forma que pasado cierto umbral hacer más entrevistas aporta poco.
Encuestas repetidas. Pondero a la baja las
encuestas repetidas de un mismo encuestador. La idea es sencilla: no
queremos que una empresa que haga muchas encuestas domine el promedio.
Para cada fecha, la encuesta más cercana de un encuestador tiene peso 1 y
el resto de encuestas de la misma casa reciben un peso reducido.
Efecto de la casa encuestadora. La mayoría
de encuestadoras se desvían de forma sistemática del promedio. Hay
encuestas que tienden a dar mejores resultados a unos partidos que a
otros. Es algo normal y razonable: si usan métodos, ajustes o hipótesis
diferentes, es normal que sus desviaciones se repitan.
El problema es
que estos efectos mueven el promedio artificialmente (a corto plazo).
Una opción para evitarlo es calcular el «efecto casa» de cada
encuestadora y para cada partido: su desviación sistemática respecto del
promedio. Luego podemos sustraer esa desviación de su estimación antes
de hacer el promedio. Este ajuste lo aplicamos parcialmente y solo para
encuestadoras con efectos que superan determinado umbral.
Peso por fechas. El último factor es el más
importante: las encuestas más recientes tienen más peso al calcular el
promedio. Utilizamos pesos según una ley decreciente exponencial con una
vida media de 10 días (es decir, una encuesta de hace 10 días tiene la
mitad de peso). También defino una franja de exclusión y elimino
completamente del promedio las encuestas con más de 60 días de
antigüedad. Estos parámetros cambian dependiendo de la agitación de los
sondeos. Cuando no hay movimientos es mejor hacer un promedio lento, que
agregue muchos sondeos, pero ahora mismo es preferible ser más agresivo
para captar el movimiento en Ciudadanos y el PP.
De todo estos factores, los dos primeros tienen una
influencia pequeña sobre los promedios. El más importante, por su
impacto en el resultado, es la ponderación por fechas.
Nota del cálculo de escaños. Para
estimar los escaños que menciono en el tercer párrafo es necesario
estimar los votos en cada provincia. Para eso he proyectado el promedio
nacional de encuestas de forma lineal, tomando como referencia los
resultados de 2016.
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