MADRID.- Nuevos actores en el accionariado de Bankia. Según los registros de la
CNMV, Norges Bank, es decir, el fondo soberano de Noruega, tiene ahora
un 3,26% de la entidad y se convierte en su segundo accionista, sólo por
detrás del Estado español que tiene un 60,63%, a través del Frob,
después de la colocación, recuerda elEconomista.
En particular, el brazo inversor de la economía noruega ha aflorado
un 2,459% (287,4 millones de títulos) en acciones ordinarias y un 0,802%
en derivados (coberturas realizadas con acciones prestadas y CFD's ante
la previsión de posibles caídas). La suma de ambas inversiones tiene un
valor a precios de mercado (4,07 euros al cierre del martes) de unos
388 millones de euros.
Fuentes del mercado recuerdan que el fondo ya había acudido a la primera colocación que hizo el Estado del 7,5% de la entidad en 2014.
Según las cifras del propio vehículo inversor, Norges Bank ha atesorado
hasta el cierre del lunes en torno al 2,5% de Bankia y el resto lo ha
comprado en el momento de la colocación que hizo el Frob esta semana
entre inversores institucionales. El fondo ya tiene un 3,26% de
Liberbank.
El Estado puso en marcha la colocación acelerada del 7%
de Bankia por un importe total de 818,30 millones de euros, a razón de
4,06 euros por título, con lo que dejaba su participación indirecta en
la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri en el 60,63%. El contribuyente no recupera ni un euro de Bankia: usará los ingresos para demandas.
En concreto, el Frob, que posee la participación en Bankia a través
de BFA, realizó esta operación a través de una colocación privada de un
paquete de 201,55 millones de acciones entre inversores cualificados,
llevada a cabo por UBS, Deutsche Bank y Morgan Stanley.
En los próximos días aflorarán previsiblemente participaciones significativas de otros inversores, ya que sólo en Reino Unido y Estados Unidos se colocó el 80% de las acciones
puestas a la venta esta semana, lo que equivale a un 5,8% del banco.
Esto supone que únicamente los inversores con sede en estos dos países
destinaron casi 680 millones de euros en la compra de acciones de
Bankia.
Un 11% de las acciones vendidas fueron a parar a inversores del resto
de Europa, un 4% de otras regiones del mundo y sólo un 2% en España.
La colocación acelerada de Bankia por parte del Estado ha sido la
segunda que se lleva a cabo tras una primera, en febrero de 2014, en la
que el Frob se desprendió de un 7,5% de la entidad, una participación
valorada entonces en 1.360 millones.
La
operación, que como recuerda el Frob reactiva el proceso de
privatización y la normalización de la entidad tras la inyección de
dinero público, favorece la liquidez del valor y las ventas futuras.
Tiene un impacto positivo en la ratio de capital CET 1 fully loaded
-teniendo en cuenta las futuras exigencias regulatorias- de BFA en el
entorno de 75 puntos básicos a nivel consolidado respecto al cierre de
septiembre 2017, según cálculos de la entidad.
Tras esta segunda venta, el Estado sigue siendo el principal
accionista de Bankia, con una participación del 60,63% que, tras la
prevista fusión con BMN, se situará en el 60,93%.
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