MADRID.- Silencio de los 'hombres de negro' sobre el impacto en la economía española de la crisis catalana. Los inspectores de la Comisión y del Banco Central Europeo
(BCE) que visitaron Madrid la semana pasada han reclamado este lunes al
Gobierno de Mariano Rajoy acelerar la privatización de la entidad
resultante de la fusión de Bankia-BMN y mejorar la gestión de la Sareb,
el banco malo que acumula el ladrillo tóxico de las cajas rescatadas, adelanta El Español.
"Los preparativos de la fusión entre Bankia y Banco Mare Nostrum están bien avanzados. Reanudar la venta de la participación del FROB en la entidad fusionada (..) reforzará el sector bancario español", resalta la declaración conjunta de la Comisión y el BCE tras el fin de la misión.
El ministro de Economía, Luis de Guindos,
anunció en verano su intención de vender en bolsa hasta un 9% de Bankia
este mismo año. Pero las turbulencias bursátiles provocadas por la
crisis catalana le han obligado a congelar estos planes indefinidamente.
Los inspectores reclaman además al Gobierno de Mariano Rajoy que aplique en su totalidad la reforma del sector de las cajas de ahorro. Y en particular que obligue a todas las fundaciones bancarias a desinvertir las participaciones que todavía tienen en algunas cajas de ahorro.
El otro foco de preocupación para
los 'hombres de negro' -expresión acuñada por el ministro de Hacienda,
Cristóbal Montoro- es la evolución del banco malo. Aunque continúa
haciendo progresos en la venta de activos inmobiliarios, "sus resultados
financieros todavía no han mejorado, lo que requiere medidas
específicas adicionales en la gestión de la Sareb", señala el
comunicado.
Bruselas y el BCE sostienen que el sector bancario español salió reforzado de la liquidación del Banco Popular en junio,
ya que se hizo sin pérdidas para los contribuyentes y los
depositantes. No obstante, avisan de que sostener una rentabilidad
suficiente a medio plazo continua siendo "un desafío clave para muchas
instituciones".
"Esto se debe sobre todo a los bajos tipos de interés,
al decreciente margen para mejorar la eficacia operativa y a una
actividad crediticia todavía débil".
Por todo ello, los inspectores piden que se mantenga
una "vigilancia cuidadosa" sobre la evolución del sector bancario.
"Algunas entidades de crédito españolas tendrán que continuar adaptando
su modelo de negocio", subrayan.
Los 'hombres de negro' alertan de que, pese al actual "crecimiento sólido y equilibrado", la economía española todavía se enfrenta a problemas graves como la elevada deuda pública y privada y la alta tasa de paro,
especialmente entre los jóvenes y los trabajadores poco cualificados. Y
reclaman al Gobierno de Rajoy que reanude cuanto antes la agenda
reformista.
"Afrontar estos retos es urgente, ya que algunos de los vientos de cola que han apuntalado los esfuerzos reformistas en España y la fuerte recuperación, como los bajos precios del petróleo, están desapareciendo", señala el comunicado.
En particular, la Comisión y el BCE piden medidas
adicionales para reducir el paro, hacer que el mercado laboral sea más
inclusivo y mejorar el entorno para las empresas. "Es más, las
autoridades deben aprovechar la oportunidad que les da la firme
recuperación económica para proseguir la consolidación fiscal
con el fin de garantizar una reducción decisiva del déficit público y
del ratio de deuda y reconstruir los amortiguadores presupuestarios que
permitirán a España superar cualquier impacto adverso", concluye la
declaración.
La octava misión de vigilancia de los 'hombres de
negro' a Madrid tras el fin del rescate bancario se desarrolló entre el
16 y el 18 de octubre. El objetivo de los inspectores es garantizar que
España podrá devolver los 41.000 millones del programa de asistencia
financiera que la UE le concedió en 2012. El Gobierno ya ha
realizado cinco pagos anticipados, con lo que la cuenta pendiente de
España con Bruselas se ha reducido a 33.700 millones de euros.
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