MADRID.- Más de la mitad de los cartageneros quieren romper con Murcia. Se
sienten discriminados en los presupuestos regionales, en sanidad, en
aduanas, en el AVE... a pesar de sus 215.000 habitantes y de su historia
milenaria. Las calles y alrededores de la ciudad portuaria están llenas
de pintadas que reclaman ser provincia separada. Eso sí, de compararse
con el ‘procés’ catalán, ni hablar, según publica Interviú.
Murcia nos roba’, ‘Cartagena is not Murcia’ o ‘Cartagena, provincia
de España’ son lemas que se repiten en muchos rincones de esta ciudad.
Muchos vecinos se sienten discriminados por el gobierno autónomo y eso
les hace pensar en el pasado: en 1799, cuando Cartagena fue considerada
durante seis años como una provincia independiente por motivos fiscales;
o incluso en 1873, cuando una insurrección federalista proclamó el
Cantón de Cartagena.
Gran parte de los cartageneros siguen
pensando que una biprovincialidad beneficiaría a las dos partes. Mario
Ruiperez Padilla, miembro de la plataforma Convergencia Cívica de
Cartagena, explica que “Murcia, por ser provincia, se lleva el 70 por
ciento del presupuesto destinado a toda la región, y el 30 por ciento
restante se reparte entre los 45 municipios”. De ese 30 por ciento, a
Cartagena –teniendo casi 215.000 habitantes–, “le corresponde solo un 3
por ciento”, denuncia.
Andrés Peiró González, abogado y también
miembro de Convergencia Cívica, explica que “Cartagena no tiene AVE
porque Murcia quiere que llegue antes allí, cuando haciendo un pequeño
bypass, también llegaría a Cartagena”.
Santiago del Álamo, otro de los
vecinos que está a favor de convertir a Cartagena en provincia, propone
el cambio de nombre. “Según el artículo 147 de la Constitución, la
denominación de la Comunidad será aquella que mejor corresponda a su
identidad histórica ¿Por qué nos llamamos región de Murcia si Cartagena
es una ciudad trimilenaria mucho más antigua que la ciudad de Murcia? Yo
propondría un nombre más neutro, como Comunidad del Sureste”.
Este
funcionario explicó a Interviú que otro tema que sirve como reclamación
es la aduana: “Tenemos puerto en Cartagena y la aduana está en Murcia.
No lo entiendo”.
Jose Antonio Luque, presidente de la plataforma
2es+, cuenta que el proyecto FERRMED, asociación empresarial que impulsa
un corredor ferroviario de mercancías que conecte los puertos europeos,
tampoco ha incorporado a Cartagena: “Empieza en San Petersburgo, cruza
toda Europa y, cuando entra en España, pasa por Barcelona, Tarragona,
Castellón, Valencia, Alicante, se mete en Murcia y continúa hacia
Almería olvidándose de Cartagena”.
Muchos cartageneros creen que
si se formara otra provincia traería beneficios para toda la región,
porque tendría más representación en el Parlamento: pasarían de 10 a 12
diputados. Una encuesta realizada por Sigma Dos en 2014 reflejó que el
51,6 por ciento de los entrevistados estaban a favor de recuperar “la
condición histórica de provincia”.
Antonio García Sánchez, profesor de
Economía en la Universidad Politécnica de Cartagena, piensa que “cada
vez más jóvenes están concienciados para recuperar ese estatus. La
descentralización implica un gasto más eficiente y mejor distribuido
entre los territorios”.
Del Álamo piensa que la situación actual
provoca injusticias también en la sanidad. “Nos hicieron un hospital
nuevo hace cinco años y nos cerraron el anterior, en vez de dejar los
dos. El nuevo, el Hospital Santa Lucía, tiene 600 camas, que no son
suficientes. Somos una ciudad con puerto, con mucho turista y muchos
habitantes. El hospital del Rosell, el antiguo, solo se ha quedado con
Urgencias”.
Jesús Giménez Gallo, presidente de Movimiento
Ciudadano (MC), que gobierna la ciudad junto con el PSOE y Cartagena Sí
Se Puede, apoya la biprovincialidad. Según el dirigente de MC –cinco
concejales–, “la gente se está dando cuenta de la injusticia que sufre
Cartagena y de la escasez de presupuesto del que disponemos. Tenemos que
lograr un reparto más justo, crear medidas para el progreso y acabar
con el centralismo duro de Murcia”.
El listado de agravios no
acaba aquí. Hasta la catedral de Cartagena es otro motivo para separarse
de Murcia. “Es la única en España que no está restaurada después de
quedar devastada en la Guerra Civil: No podemos hacer nada, es propiedad
del obispo de Cartagena, que, por cierto, está en Murcia. ¿Tiene
sentido?. Como última medida se podría expropiar y después restaurarla
para volver a darle un valor religioso y de culto”.
El
empresario Francisco Morales lo tiene muy claro: “No nos sentimos
murcianos pero sí muy españoles. Cartagena ha sido hacedora de la
historia de España. Nos sentimos muy españoles y nos hace mucho daño que
nos tachen de independentistas”.
“Estamos total y absolutamente
en contra del independentismo catalán. Queremos a Cataluña dentro del Estado español. Comparar las pretensiones de Cartagena con las de
Cataluña es un argumento de políticos de poca monta”, explica Del Álamo,
que añade que “la reclamación de Cartagena es la antítesis de la
reclamación catalana. La nuestra es constitucional, viable y necesaria”.
Según
el economista Antonio García, solo “se requiere la aprobación de una
ley orgánica y la modificación del estatuto de autonomía”. Desde el
partido Cartagena Sí Se Puede consideran que la provincia es una
institución anticuada y decimonónica que no sirve para descentralizar el
municipio ni para mejorar la financiación: “Apostamos por la figura de
la comarca, que estando recogida legalmente aún no ha sido
desarrollada”.
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