MADRID.- La investigación de la presunta corrupción en la Federación Española de Fútbol (RFEF)
apunta a un posible perjuicio de al menos 45 millones de euros a las
arcas federativas por los negocios de sus responsables, ahora detenidos,
y la empresa Santa Mónica Sports, sociedad presidida en aquellos momentos por el expresidente del Real Murcia Jesús Samper, ya fallecido, según informaron fuentes de la investigación.
Esa
es una de las patas de la investigación de la Unidad Central Operativa
(UCO) que, de momento, se ha saldado con la detención del presidente de
la Federación, Ángel María Villar; su hijo Gorka; el vicepresidente de la RFEF y presidente de la federación tinerfeña, Juan Padrón, y el secretario de esa federación regional, Ramón Hernández Baussou.
Tanto
Villar como su hijo Gorka se han negado a declarar ante la Guardia
Civil, que esta tarde intentará interrogar a los otros dos detenidos
antes de que mañana pasen los cuatro ante el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz.
Las sospechas sobre la gestión de los responsables federativos partieron de una auditoría del Consejo Superior de Deportes (CSD), organismo que finalmente presentó la querella
contra la Federación en 2016. Esa auditoría reveló que no se había
cobrado una deuda de 24 millones de euros contraída por Santa Mónica
Sports por los derechos audiovisuales de los partidos de la selección.
Pero, además, cuando la Federación decidió romper con Santa Mónica (en
2013), habría indemnizado a la empresa con más de 20 millones de euros.
Esas
irregularidades habrían sido apreciadas por la auditoría del CSD y,
ante la negativa de la Federación a dar explicaciones, el entonces
responsable del Consejo, Miguel Cardenal, decidió denunciar los hechos.
Fue
el detonante de una investigación de la UCO y la Fiscalía
Anticorrupción que este martes se saldó con cuatro arrestos, entre ellos
el de Juan Padrón, al que los investigadores otorgan un papel
determinante en las prácticas corruptas de la Federación.
Entre
ellas, algunas afectarían a las federaciones de Andalucía, Comunidad
Valenciana, Baleares, Las Palmas, Tenerife, Extremadura, Ceuta y
Melilla, algunos de cuyos presidentes ya han declarado ante la UCO
aunque no han sido detenidos. Se les permitía contratar con sociedades
de su entorno o de su propiedad, con lo que obtenían un beneficio propio
e incluso desviaban fondos de la Federación. La sospecha es que, a
cambio, Villar se aseguró su apoyo en las sucesivas elecciones.
Otras
prácticas habrían sido directamente orquestadas por Villar y su hijo
Gorka, responsable de la empresa de asesoramiento deportivo Sports
Advisers SL. En este caso, se lucraban directamente mediante la
organización de amistosos de la selección española en su etapa más
laureada, en la que su caché era muy elevado. Se contactaba con
selecciones de otros países, se pactaban los partidos y rebajaban parte
del caché a cambio de que ese dinero fuese a la empresa de Gorka.
Los
investigaciones no tienen duda sobre uno de los partidos, el que
enfrentó a España contra Corea del Sur en 2012 en la preparación de la
Eurocopa que ganó la selección española.
Pero se
investigan más casos, algunos de ellos en América Latina, durante la
época en que Gorka Villar era el director general de la Confederación de
Fútbol Sudamericana (Conmebol).
Son solo algunas de las
presuntas prácticas corruptas que investiga la UCO y la Fiscalía, pues
de los registros y de la documentación intervenida en la operación Soule
han encontrado "mucho de lo que tirar", según las fuentes consultadas.
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