PARÍS.- España
presentó hoy una queja ante las autoridades francesas por la última
protesta que ha tenido lugar en Francia por parte de agricultores del
país, que acusan a la competencia española de hundir los precios.
Fuentes
diplomáticas españolas indicaron que se ha enviado una nota
verbal de queja al Ministerio francés de Exteriores y dos cartas a los
de Agricultura e Interior en las que se traslada "el malestar de la
embajada y se pide que se actúe "para evitar estos actos en el futuro".
Asimismo, indicaron que "se han mantenido contactos" con El Elíseo, sede de la Presidencia, "en el mismo sentido".
La
última protesta francesa tuvo lugar esta mañana delante del consulado
español de Perpiñán (sur), ante el que los agricultores, entre los que
había productores de fruta de hueso, pero también viticultores,
descargaron un cargamento de melocotones y colocaron de forma simbólica
una bandera francesa.
En
declaraciones reproducidas por el periódico local "L'Indépendant", Yves
Aris, presidente del gran sindicato agrícola francés (FNSEA) en el
departamento, dijo que con esa acción querían "denunciar la competencia
desleal de la fruta venida de España".
En
su opinión, la fruta española que se envía a Francia se comercializa a
un precio que hunde el mercado, mientras que en España ese mismo
producto se pone a la venta por una cuantía "razonable".
La
de hoy fue la cuarta acción de este tipo desde el comienzo del verano
en el departamento de los Pirineos Orientales. En las últimas semanas
hubo otras similares delante de supermercados y de la sede de
"L'Indépendant" en Perpiñán.
Aris
reclamó hoy que haya "discusiones de Estado a Estado para salvar
nuestras empresas": "Es lo que venimos a decir, tranquila pero
firmemente", concluyó.
"El
mercado del melocotón es frágil. El precio al kilo es de alrededor de
1,50 euros. Tendríamos que venderlo a 1,70 euros para estar más o menos
bien. Hoy, las explotaciones agrícolas se tambalean y casi no hay
dinero. Debemos explicar a los consumidores que nos productos tienen un
precio", agregó.
"Nuestro
combate hoy es que nos remuneren nuestro trabajo con un precio. El
objetivo son los precios. Hemos escuchado muchas promesas, ahora
queremos acciones. Por el momento estamos tranquilos. Aguardamos",
concluyó.
Este
martes estaba prevista una reunión en el ministerio de Agricultura con
los delegados de la filial de frutas de la FNSEA, pero tuvo que ser
pospuesta debido a la ausencia del ministro Stéphane Travert por motivos
personales.
En
agosto 2014, unos 200 agricultores franceses bloquearon un puesto
fronterizo con España para protestar contra el "dumping económico" de
los productores españoles.
El
grupo se dirigió después al mercado internacional Saint-Charles para
bloquear el acceso a esta inmensa plataforma europea de venta al por
mayor de frutas y verduras. Allí, volcaron también toneladas de
melocotones y nectarinas antes de prenderles fuego.
Entre
1967 y 2015, la producción de frutas ha caído drásticamente en este
departamento de Francia, debido principalmente a la fuerte competencia
de la vecina España.
La
producción de albaricoques, por ejemplo, ha pasado de 67.000 a menos de
14.000 toneladas, en ese período; la de tomates, de 37.000 a menos de
19.000; y la de patatas, se derrumbó, pasando de 16.400 a 2.610
toneladas.
Solo
el sector de los melocotones, nectarinas y griñones resiste o incluso
ha aumentado ligeramente (+5%), pasando de 59.500 a más de 62.000
toneladas, según las cifras del ministerio de Agricultura de Francia.
Gracias
a temperaturas más favorables, las frutas españolas llegan al mercado
francés y europeo antes de las producidas en el departamento de los
Pirineos Orientales y a un precio mucho más conveniente.
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