LORCA.- Los coordinadores regionales de
Izquierda Unida, José Luis Alvárez Castellanos y Candi Marín, junto al
coordinador de esta formación política en Lorca, Pedro Sosa, han
manifestado, cuando se cumplen seis años de los
trágicos sucesos que provocaron los terremotos, que Lorca en general y
particularmente un número todavía muy importante de damnificados de
aquel triste día, siguen padeciendo la ineficacia de los políticos
responsables tanto a nivel regional como local. Afirmación que justifica
a tenor de cuatro grandes datos, a saber:
El primero es que
todavía hay alrededor de 300 familias que no han podido regresar a sus
domicilios, porque o bien no se han terminado las obras de
reconstrucción de los mismos, cual es el caso del Barrio de San Fernando
-del que hay que recordar las vicisitudes a las que ha sido sometido en
este proceso- o lo que es si cabe más grave, el caso de los edificios
recientemente derribados, Almendros y Avda. de Portugal, cuyos vecinos
han visto pasar los seis años sin el apoyo necesario de las
administraciones, que dejaron todo en manos del Consorcio de
Compensación de Seguros, con el consiguiente desamparo que supuso para
los afectados.
El segundo extremo hemos de referirlo
necesariamente al retraso manifiesto y palpable, aunque no
suficientemente reconocido por las administraciones, de las inversiones
para infraestructuras y regeneración de barrios puesto en marcha a
través de la concertación del préstamo de 185 millones de euros de la
CARM con el Banco Europeo de Inversiones. Dichas inversiones, según las
condiciones establecidas, deberían concluirse a finales del año 2017,
sin embargo muchas de ellas ni siquiera estarán iniciadas para esa
fecha.
A este respecto IU adelanta que según sus cálculos se considera
altamente improbable que se puedan licitar ni siquiera el 50% de las
obras contempladas en el presupuesto de 2017 (recordemos que en los
presupuestos aprobados por la CARM para 2017, el capítulo de inversiones
atribuidas a Lorca con cargo al BEI suma alrededor de 70 m.€), y que el
escenario previsible es que a finales de 2017 todavía resten por
licitar obras por una cantidad global total de aproximadamente 65 a 70
m.€. por lo que según IU se estaría poniendo en peligro la inversión de
un porcentaje altísimo (alrededor del 36%) del préstamo que el Banco
Europeo de Inversiones concedió a la Comunidad Autónoma para invertir en
Lorca con motivo de los daños provocados por los terremotos de 2011.
El
tercer hecho, que viene siendo una constante a lo largo de los seis años,
llegando incluso a provocar la reacción de algunos dirigentes del PP
durante el año 2013, es lo que se convino en denominar el "embalsamiento
de las ayudas" y el gasto del dinero destinado a tal fin en otros pagos
de la administración; es decir el retraso de muchos meses en el pago de
las ayudas oficiales a los damnificados después de su aprobación y de
un largo y engorroso proceso, que, desde luego, debería cambiar ante
futuros sucesos. A día de hoy siguen los retrasos.
Y el cuarto
hecho, muy grave a juicio de IU, es que todavía no hay una respuesta a
la rehabilitación y recuperación urbanística del conjunto histórico, que
como sabemos es un elemento clave de Lorca tanto desde el punto de
vista turístico como histórico, social y urbanístico.
Todo ello
junto a los retrasos en la reconstrucción de algunos edificios públicos,
caso del Parque de Bomberos o las obras en los IES Ibáñez Martín y Ros
Giner, u otros bienes patrimoniales importantes, como el caso del
Casino; o el fraude que supuso el Plan Lorca Empleo, hacen que la
posición de IU siga siendo muy crítica y cuestione la gestión de los
presidentes autonómicos (Valcárcel, Pedro Antonio Sánchez, e incluso del
reciente Fernando López Miras que poco ha dicho hasta la fecha), de los
distintos consejeros del ramo que han ocupado cargos en estos años, y
del alcalde Jódar, ya fuera de su cargo tras la designación como
consejero.
Por último, IU aplaude la voluntad y el esfuerzo del
pueblo lorquino en este proceso, sin duda muy por encima del hecho por
las autoridades públicas.
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