MADRID.- Una expansión exprés a nivel nacional, una vorágine de citas electorales, pactos de gobernabilidad y un cambio de ideario. Son circunstancias que han acompañado la implantación de Ciudadanos por toda España, con éxitos y logros en reformas políticas, pero también con fugas y dimisiones de cargos, publica El Mundo.
Del total de los 1.527 concejales que logró en las
elecciones municipales de 2015, en torno a 140 habrían abandonado la
formación para pasar a ser no adscritos. Mantienen su cargo público,
pero salieron de C's. Esta circunstancia ha llevado al partido de Albert Rivera a transmitir al Gobierno su interés en reactivar el Pacto Antitransfuguismo y participar de él.
Los
próximos 5 y 6 de mayo, en Valladolid, se producirá una cita inédita en
la política española: la convención nacional de concejales no adscritos
de Ciudadanos. Allí se darán cita en torno a 80 cargos
públicos que se dieron de baja en la formación naranja pero no
entregaron su acta.
Este goteo de salidas, que imposibilita que
Ciudadanos reponga a aquellos que se marchan, ha obligado al partido a
pedir al Ejecutivo la reactivación de un pacto contra el transfuguismo
político cuya comisión de seguimiento no se reúne desde el 27 de
diciembre de 2010.
Los concejales no adscritos de
Ciudadanos son, contabilizados a mes de abril, 139. No obstante, la
cifra puede ser mayor. Este dato supone una sangría del 9% de los cargos
municipales, a los que según las fuentes consultadas, habría que sumar
otros ocho diputados autonómicos. El mayor número de no adscritos de
Ciudadanos está en Castilla y León (33), seguido de Valencia (32); Andalucía (17) y Castilla la Mancha (16), una comunidad donde esta circunstancia se ha agravado en los últimos meses.
Ciudadanos
les exigió el acta, pero se negaron a entregarla. La dirección nacional
se ampara en la carta ética que firmaron todos sus cargos, que recoge
la exigencia de «abandonar el cargo público para el que fue elegido en
listas de Cs, y los demás cargos públicos que en su caso pueda ostentar
por designación de Cs, en el supuesto de que cese en la militancia del
partido por cualquier causa».
«Pasé a no adscrito y
estoy encantado. Recibí presiones para dejar el acta, pero son ellos,
por ejemplo, quienes impusieron un nuevo ideario», explica Javier López, concejal no adscrito de Ames, que ahora está afiliado a Vía Centrum.
Abandonó Cs hace un año, con el cambio impuesto por la dirección del candidato de A Coruña
al Congreso. Rivera llegó a referirse a él como el concejal «más
díscolo». Su salida fue anterior al cambio de ideario -de
socialdemócrata a liberal- impuesto en la Asamblea General. Tras él, hubo un goteo de marchas.
«En
Ciudadanos no caben ni tránsfugas ni corruptos, que se vayan los que no
quieran estar en este proyecto», dijo recientemente Rivera durante una
visita a Castilla la Mancha, donde este problema golpea
de manera especial al partido. Especialmente sonado fue el caso de
Yolanda Ramírez, diputada provincial de Guadalajara con sueldo de 50.000 euros, que pasó a no adscrita y que permite que el PP gobierne esta institución.
«Vamos
a luchar contra los partidos que compran tránsfugas; los votantes son
dueños de nuestros cargos», señaló Rivera, para quien cuando «uno se
compromete con un programa electoral y va en una lista escogido por los
militantes, se compromete con ellos».
«Para mí, los escaños y las actas
de concejal, políticamente, pertenecen a los votantes y a los
militantes», afirma. Pero el acta es personal, según la ley, y no
pertenece al partido, por lo que la renuncia a la misma es una decisión
que toma el afectado sin que la formación política pueda intervenir.
Rivera está decidido a que Ciudadanos se sume al pacto contra estas prácticas suscrito entre PSOE y
PP, «precisamente para que nadie pueda sacar tajada y acabar con la
corrupción». «Espero, si se celebra ese pacto, tomar medidas más
contundentes para quienes quieren robarle a los ciudadanos un acta»,
señala.
En Cs, en cambio, no consideran casos de transfuguismo aquellos cargos que militaban en UPyD y se pasaron a sus filas (por ejemplo Ignacio Prendes o Toni Cantó), pues argumentan que para afiliarse había que dejar todo cargo público previo.
En
mayo de 2015, el Gobierno ya se mostró abierto a renovar y actualizar
el pacto contra el transfuguismo suscrito en 1998 para incorporar a Podemos y Ciudadanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario