MADRID.- «No cobramos desde diciembre, no entrenamos durante la semana y cada domingo jugamos con el único objetivo de recibir los menos goles posibles. Nadie puede imaginarse lo duro que es vivir una situación así», recoge hoy Abc.
José Luis Olivares, jugador del Olímpico Totana que se ha visto obligado a ejercer también de entrenador, denunciaba este viernes la dramática situación que está viviendo esta temporada el conjunto murciano del Grupo XIII de Tercera división.
Este domingo, su equipo rinde visita al líder, el Lorca Deportiva, aunque el partido ha estado a punto de no disputarse porque la plantilla ha barajado durante la semana la posibilidad de no desplazarse por miedo a la goleada que pueda sufrir. Finalmente, los futbolistas que aún quedan en el club han decidido saltar al terreno de juego para no truncar un encuentro cuya taquilla se destinará a un bonito fin solidario.
«No queríamos ir porque la goleada que nos puede meter el Lorca Deportiva puede ser histórica», reconocía este viernes José Luis Olivares, jugador que se ha visto obligado a ejercer también de entrenador.
El Olímpico Totana, un histórico del fútbol murciano, está en descomposición desde el mes febrero, cuando el técnico y varios jugadores abandonaron la entidad cansados de impagos y falsas promesas. Los problemas económicos, sin embargo, empezaron en diciembre, explicó el Olivares en Cope Lorca.
«En febrero nos quedamos ya solo la gente de Totana, que somos los que seguimos. Lo hicimos porque el club no podía desaparecer y por la gente que, estando como estamos, va cada domingo a animarnos a pesar de que cada partido es una goleada en contra». Esta lucha por mantener viva a la entidad pasa factura a los jugadores jornada tras jornada. Los resultados llegan a ser escandalosos.
Este domingo, el Olímpico Totana visita el campo del líder y los jugadores se temen lo peor. No es de extrañar. En los últimos cuatro partidos han recibido 31 goles (115 ya a lo largo de todo el curso) y el duelo ante el Lorca Deportiva, que se está jugando el liderato, asusta. «Después del año que llevamos, sin cobrar, de goleada en goleada, nos llaman "vendidos", no es justo», se lamentaba Olivares en la citada emisora.
«Tenemos la conciencia muy tranquila y lo podemos decir muy alto», añade cuando sale a relucir la palabra «amaño». Un término que molesta mucho porque si de algo puede presumir este grupo de futbolistas esta campaña es de «dignidad».
Con el Olímpico Totana descendido desde hace varias jornadas, Olivares solo tiene ganas de que la temporada eche el cierre «para desconectar del fútbol por lo menos dos meses. No quiero saber nada en un tiempo».
Pero a él y a sus compañeros aún les queda por pasar un duro trago en Lorca: «Solo somos nueve en la primera plantilla. El equipo se completa con jugadores del filial y del juvenil». Noventa minutos más de sufrimiento que este domingo serán por una bonita causa. La taquilla del encuentro se destinará a un fin benéfico «y no queríamos estropearlo. Por eso hemos decidido jugar».
El miedo a la goleada, persiste, según Abc.
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