MADRID.- Un andaluz, soltero, de 30 años, que hereda bienes de su padre por valor de 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden a la vivienda del fallecido, paga hasta 164.049 euros de impuesto de sucesiones, mientras que si la situación se traslada a Canarias, la cantidad a abonar sería de 134 euros, con una cifra en Murcia de 65.619,7, la sexta más alta por regiones.
Así se desprende del estudio Panorama de la Fiscalidad Autonómica y Foral 2017, presentado hoy en rueda de prensa por el presidente del Colegio de Economistas, Valentín Pich, en el que se ha subrayado la necesidad de acometer una reforma global del sistema de financiación autonómica dado que el modelo actual es "anárquico, desigual e indescifrable".
En este escenario, el Consejo de Economistas ha planteado acercar el impuesto de sucesiones entre comunidades autónomas, dada las radicales diferencias que existen, al tiempo que han defendido acabar con el tributo del patrimonio, que ya se paga por medio del impuesto de bienes inmuebles.
Según este estudio y en relación a las rentas del trabajo, Cataluña es la comunidad autónoma que más IRPF paga en ingresos medias anuales de 30.000 euros, 273 euros más que los madrileños que, en este tramo de renta, son los que menos aportan y casi 61 más que en Murcia, donde tributaría 5.042,2, la tercera cifra más alta por comunidades junto a la que registra Aragón.
En IRPF y en este tramo de ingresos, además de Cataluña, Extremadura es la que más aporta, comunidad esta última que también lidera, junto con Aragón, los pagos cuando se trata de tributar por un patrimonio de 800.000 euros, cifra que en Murcia es de 240 euros, la sexta mayor por regiones, junto con las de Andalucía y Galicia.
Por contra, Madrid mantiene su liderazgo como la comunidad con los impuestos más bajos en un escenario de subidas fiscales, que para los economistas es "más político que técnico".
En la rueda de prensa, tanto el responsable del Consejo General de Economistas como el presidente del Registro de Asesores Fiscales (REAF), Jesús Sanmartín, han dicho observar "cierta teatralidad" en las modificaciones tributarias aprobadas por los parlamentos autonómicos.
Ambos han coincidido en que "hacer impuestos" vale mucho dinero y han recordado a las comunidades que los tributos propios sólo representan el 2,2 % de la recaudación.
En concreto, el presidente del Consejo General de Economistas ha lamentado que las comunidades autónomas jueguen a "subir o bajar" impuestos.
Pich ha comentado que, en realidad, la incidencia que esto tiene en el presupuesto regional "es mucho menor que la que puede tener de cara a los votantes".
Además, ha explicado que esto de "yo subo, yo bajo es muy mentiroso" y, por ello, ha sostenido que un cambio en el sistema de financiación autonómica, al menos en las comunidades de régimen común, es fundamental.
El presidente del Consejo de Economistas también ha dicho que "no se puede pedir a los impuestos que lo arreglen todo" y ha recordado que hay muchos contribuyentes que "por mucho que se suban los impuestos están en otra onda", al tiempo que asegura que lo que realmente resuelve todo es que "la economía crezca".
A su juicio, lo que de verdad recauda son los grandes impuestos. "No hay que hacer piruetas".
Del estudio presentado hoy, tanto el Consejo de Economistas como el Registro de Analistas Fiscales concluyen que las desigualdades entre comunidades son muy diferentes según los impuestos y las autonomías han usado mucho su capacidad normativa estableciendo multitud de reducciones, deducciones o bonificaciones.
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