CARTAGENA.- Los trabajadores de Navantia Cartagena aprobaron este jueves
en asamblea que a partir de mañana, coincidiendo con el 25º aniversario
de la quema de la Asamblea Regional durante las protestas de Bazán,
iniciarán las protestas no realizando horas extras remuneradas, ni
compensatorias (tiempo por tiempo), ni cualquier tipo de modificación de
las jornadas.
Esta decisión se ha adoptado en respuesta al silencio de la
empresa sobre la ejecución de la sentencia del Tribunal Supremo, que
obliga a abonar a la SEPI los pagos adeudados a raíz de la anulación del
cuarto convenio, y a la falta de respuesta sobre la necesidad de
negociar un plan industrial que dé viabilidad a una empresa que cuenta
con una plantilla "envejecida".
El presidente del comité de empresa de Navantia Cartagena,
Eduardo Aranda, afirmó a los medios que la empresa "no puede morir"
porque la dirección no le dé carga de trabajo ni por la no renovación de
una plantilla de 1.170 trabajadores que cuentan con una edad media de
53 años.
"Ya está bien de que el futuro de la empresa le importe poco
a la SEPI", señaló antes de reclamar la necesidad de "recapitalizar" la
plantilla con un ERE en el que se apueste por el "contrato relevo", en
virtud del cual, los veteranos enseñarán "oficios que no se enseñan en
ningún centro" a los jóvenes que entren a formar parte de la cadena de
producción.
El "plan industrial de futuro" debe contemplar, según
Aranda, el desglose de las necesidades, la carga de trabajo y las
especialidades en cada astillero, incidiendo en que los contratos
logrados por Navantia, como los buques para la Armada saudí o la serie
S-80, obligan a "rejuvenecer la plantilla, no a reducirla".
El presidente del Comité de Empresa puntualizó que la
negativa a realizar las 80 horas extraordinarias remuneradas fijadas por
convenio y las compensatorias "no ralentizarán" los trabajos en el
S-80, sino que obligarán al jefe de Producción a modificar los
cuadrantes laborales.
Este inicio de las protestas coincidirá este viernes con el
cuarto de siglo del incendio de la Asamblea durante los disturbios
mantenidos por trabajadores de la antigua Bazán (ahora Navantia) y
Peñarroya con la Policía Nacional, que derivó en el incendio de la
Asamblea Regional.
El presidente del Comité de Empresa en aquel año, Antonio
Sáez, recordó la reconversión industrial y el cierre consiguiente de
muchas empresas y el despido de muchos empleados en la ciudad.
"Fueron
días difíciles que a nadie le gustaría repetir", sentenció.
Sáez apuntó que los trabajadores "sufrieron mucha presión
policial y del gobernador civil", además de realizar un encierro en el
astillero que les privó de estar con la familia, si bien ha resaltado la
"unidad total de los trabajadores y la ciudad".
No hay comentarios:
Publicar un comentario