ÁGUILAS.- Los trabajos de investigación centrados en la búsqueda de métodos que
contribuyan a proteger los cultivos han convertido a la Región de
Murcia en "referente a nivel nacional". Así lo apuntó hoy en Águilas la
consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá.
El Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y
Alimentario (IMIDA) trabaja desde hace años en el Equipo de Protección
de Cultivos para ofrecer respuestas a las nuevas exigencias
medioambientales, de sostenibilidad y de seguridad alimentaria, "pues
son un desafío continuo para los productores, que deben hacerlas
compatibles con sus capacidades productivas y de competitividad", dijo
la consejera.
"La investigación aplicada, sin una adecuada transferencia, no sería
útil para un sector estratégico como lo es la agricultura para la
Región, por lo que este equipo investigador es especialmente activo en
la organización y participación en eventos formativos, siendo un ejemplo
de transferencia el libro que hoy se presenta", apunta Martínez-Cachá.
Uno de los retos más importantes del citado Equipo de Protección de
Cultivos es su capacidad para integrar los trabajos de investigación, y
los resultados que de ellos derivan, a las características productivas y
empresariales de la Región. Por ello, mantiene una intensa relación con
el sector profesional, es decir, con técnicos, agricultores y empresas.
Esta mañana se ha presentado el libro 'Estrategias fitosanitarias en
Tomate', obra del investigador Antonio Monserrat Delgado, que presenta
diversas alternativas y estrategias de manejo fitosanitario en base a la
experiencia acumulada en las condiciones de campo de la Región de
Murcia, como una visión global de lo que son las plantaciones de tomate
para consumo en fresco y de su problemática fitosanitaria en la Región.
La publicación contempla, además, el programa de cursos sobre
'Gestión integrada de plagas en tomate', impartidos por el autor, donde
se realiza una amplia introducción sobre algunos principios básicos del
control de plagas, que todo técnico y agricultor cualificado debe
conocer.
Entre las líneas de trabajo actuales figura un Proyecto Feder, con
financiación europea, para el estudio de diversas patologías de suelo
(especialmente nematodos y hongos) donde pequeños incrementos en las
temperaturas pueden ser determinantes para que esas enfermedades se
instalen con mucha más virulencia. Este proyecto tiene como objetivo
establecer estrategias de prevención y control eficaces y sostenibles
ante estas nuevas condiciones.
Otra línea de trabajo estudia la implantación de estrategias
fitosanitarias a nivel de explotaciones o zonas de producción, en la que
se tienen en cuenta las interrelaciones entre parcelas de cultivo
próximas, entre las diversas hortalizas que entran en las rotaciones y
también el efecto de la vegetación natural. Su objetivo es enriquecer
esas zonas y plantaciones en insectos beneficiosos, que ejerzan un
control biológico natural de las plagas, e implantar otras medidas de
prevención que contribuyan a reducir su presión sobre las plantaciones
y, por lo tanto, la necesidad de tratamientos químicos.
Una tercera línea investiga estrategias para un manejo más eficaz y
sostenible de nematodos en tomate y pimiento, que incluye el estudio de
resistencias genéticas, desinfecciones de suelos por sistemas naturales
(solarización y biofumigación), el estudio de antagonistas biológicos y
de nematicidas específicos y cómo integrar estas diferentes herramientas
en sistemas más eficientes a medio y largo plazo.
En colaboración con empresas especializadas, se estudia las
potencialidades de nuevas moléculas insecticidas en el control de plagas
de especial relevancia, muy especialmente aquellas relacionadas con la
transmisión de virosis en cultivos hortícolas.
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