El candidato
del Partido Popular a la presidencia de Gobierno, Mariano Rajoy, no ha
logrado convencer a ningún nuevo partido para poder superar la
investidura, y se ha quedado a seis escaños de la mayoría absoluta
necesaria. Habrá que acudir a una segunda votación, en la que en esta
ocasión ya no necesitará los 176 votos de la mayoría absoluta, sino más
síes que noes. La cita es mañana viernes a partir de las 20.05h.
No
ha habido sorpresas. Como estaba previsto, Rajoy ha conseguido
170 votos a favor. Los del PP, los 32 de Ciudadanos, los 2 de UPN, uno
de Coalición Canaria y otro de Foro Asturias. El representante de
Foro ha aprovechado para echar en cara en público al presidente del
Gobierno en funciones que no mencionara a su partido, con el que
concurrió coaligado en Asturias a las elecciones, ni una sola vez
en su intervención del martes.
El candidato ha recibido en
contra 180 votos, los de la generalidad del resto de partidos
políticos y coaliciones. Algunos de ellos, como ha sido el caso del
representante de Esquerra Republicana de Cataluña, Jopan Tardá, han
sido de una agresividad tal, que hasta Rajoy ha confesado su temor
por el tenor de la intervención.
La presidenta del Congreso,
que ha mantenido un duro y breve rifirrafe con el líder del PSOE,
Pedro Sánchez, ha anunciado que la segunda votación no se
producirá antes de las 20.05 h del próximo viernes, momento en el
que habrán transcurrido las 48 horas preceptivas que marca la
Constitución española para poder celebrar una segunda votación.
Las 20.05 era el momento de este miércoles en el que Ana Pastor ha
dado a conocer el resultado de la votación en un miércoles en el
que nada se ha salido de los previsto.
Aunque en la segunda
votación que se celebrará el viernes ya sólo se necesitará una
mayoría simple, es decir tener más votos a favor que en contra,
teniendo en cuenta cómo ha transcurrido la sesión del miércoles,
todo hace indicar que también Rajoy está abocado al fracaso en unas
horas.
Bien es cierto que el presidente en funciones ha
dejado una puerta abierta a la esperanza cuando al final de su
réplica al representante del PNV, Aitor Esteban, se ha mostrado
confiado en llegar pronto a “un encuentro”. Con anterioridad,
Rajoy había recordado a Esteban los más de 30 proyectos de Ley o
Decretos Ley que han votado PP y PNV de forma conjunta en los últimos
4 años.
Aunque en cambio el portavoz del Partido Popular en el
Congreso, Rafael Hernando, no ha hecho ningún guiño al PNV en su
intervención, se ha debido a un reparto de papeles. “No era el momento de
hacer ninguna oferta de acuerdo concreto a los nacionalistas
vascos”.
Estas mismas fuentes precisaban que resulta
necesario esperar al resultado de las elecciones vascas. El PNV
lleva en su propuesta electoral una reivindicación del
reconocimiento de la nacionalidad vasca contraria a la
propuesta del PP y de C's, lo que hace aconsejable esperar al
resultado de las elecciones para tratar de conseguir sus cinco votos
favorables. Todavía necesitarían otro voto más para conseguir
más síes que noes.
Fuentes socialistas consideran que ese voto
para que el PP pudiera llegar a los 176 lo podría obtener Mariano
Rajoy, gracias al escaño de Pedro Quevedo, diputado de Nueva
Canarias, que ha concurrido a las elecciones en colación con los
socialistas. Así podrían evitar los socialistas dar su apoyo al PP
para que no haya unas terceras elecciones.
Es la única forma
de que el Partido Popular, a día de hoy, pueda conseguir más votos a
favor que en contra. Es la estrategia que consideran más adecuada
algunos diputados del Partido Socialista, según han comentado para que ellos no se tengan que abstener y evitar así
unas terceras elecciones.
Con todo, si se lograra la
investidura, todo adquirirá a partir de ese momento el carácter
de urgencia. Las elecciones vascas y gallegas han sido convocada
para el 25 de septiembre. Solo cinco días más tarde habrá que enviar al
Congreso el Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado. Y dos
semanas más tarde habrá que enviar el programa de ajustes a la
Comisión Europea. Un programa de ciencia ficción política. Pero es
lo que hay.
(*) Periodista
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