Las
previsiones económicas aventuran lo peor. La mayoría de instituciones
coinciden con las dadas a conocer por la Comisión Europea el pasado
viernes que anticipan que el crecimiento económico del año próximo se va
a ralentizar. Otra dificultad más para el Ejecutivo en funciones de
Mariano Rajoy, que de forma excepcional ha convocado al Consejo de
Ministros a mitad de agosto.
Es
otro obstáculo adicional para poder enviar a Bruselas un proyecto
presupuestario creíble con el que evitar de forma definitiva la
multa de unos 6.000 millones de euros por haber incumplido los
objetivos de déficit en los últimos años. Parte del proyecto
diseñado por Luis de Guindos para enviar a las instituciones
comunitarias se cimenta en la capacidad de recaudar más gracias
al crecimiento. Si este se ralentiza se pondrá en duda una parte
sustancial del proyecto de Mariano Rajoy.
Ahora, pese a las
dudas crecientes sobre las estimaciones oficiales porque los
Presupuestos no se han cumplido ningún año desde la instauración de
la Democracia, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para
2017 se ha convertido en el problema político y económico clave a
resolver para el actual presidente del Gobierno en funciones y
previsible futuro nuevo presidente, Mariano Rajoy.
La
obligación constitucional de presentarlos en el Congreso antes
del 1 de octubre y el acuerdo con Bruselas de enviarle el proyecto
antes del 15 de octubre está acuciando a todo el equipo del
presidente. Rajoy no quiere dejar pasar más días para tratar de llegar
a los acuerdos necesarios para lograr primero la investidura y
tratar luego de poner en marcha las medidas que compensen todas las
fuerzas negativas que se ciernen de cara a mantener el crecimiento
económico logrado este año.
Por ello, ha convocado en primer
lugar este miércoles a la Comisión Ejecutiva del Partido Popular para
dar respuesta a las siete condiciones que ha planteado Ciudadanos
con el fin de poder apoyar a Rajoy en la votación de investidura.
Aunque el presidente en funciones no ha querido anticipar
acontecimientos no hay nadie en el partido que dude de que la
Comisión Ejecutiva va a decir sí a las propuestas tan genéricas
planteadas por el partido que lidera Albert Rivera.
Dos días
más tarde, Rajoy reúne al Consejo de Ministros, tras haber aprobado el
pasado día 29 el nuevo cuadro de previsiones macroeconómicas para
el año que viene, en la que también se contemplaba una
ralentización del crecimiento para 2017.
Así, mientras Luis de Guindos elevaba la previsión de aumento del
PIB hasta el 2,9% para este año, en 2017 lo ha reducido al 2,3%.
Es decir, que el Ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy estima que la economía española crecerá este año dos décimas más que la previsión realizada en abril, que era del 2,7%, y baja una décima la del año que viene respecto a la inicialmente prevista del 2,4%. La preocupación ahora es lo que vaya a suceder el año próximo. El crecimiento de nuestro entorno está en duda. Las economías de la eurozona y del conjunto de la Unión ya han perdido fuelle en el segundo trimestre con respecto a los tres primeros meses de año. El avance del PIB es del 0,3 % para la eurozona y del 0,4 % para todos los países de la UE, lo que supone una ralentización de tres y una décima, respectivamente, sobre el trimestre anterior.
Es decir, que el Ejecutivo en funciones de Mariano Rajoy estima que la economía española crecerá este año dos décimas más que la previsión realizada en abril, que era del 2,7%, y baja una décima la del año que viene respecto a la inicialmente prevista del 2,4%. La preocupación ahora es lo que vaya a suceder el año próximo. El crecimiento de nuestro entorno está en duda. Las economías de la eurozona y del conjunto de la Unión ya han perdido fuelle en el segundo trimestre con respecto a los tres primeros meses de año. El avance del PIB es del 0,3 % para la eurozona y del 0,4 % para todos los países de la UE, lo que supone una ralentización de tres y una décima, respectivamente, sobre el trimestre anterior.
Son
la muestra del anticipo de la ralentización que se va a
experimentar a partir de ahora. Las previsiones son
preocupantes. El ministro italiano para el Desarrollo Económico,
Carlo Calenda, ha llegado a decir que pedirán “a Europa toda la
flexibilidad posible. Atravesamos el periodo más difícil de los
últimos 50 años” ha comentado en declaraciones a La Stampa,
mientras su Gobierno daba a conocer que va a pedir a Bruselas que sea
más flexible con sus exigencias para el control del déficit.
Quizás
parezca exagerado el pronóstico de Calenda, pero puede ayudarnos
a comprender que llegan tiempos muy complejos donde de nuevo el
manejo de lo económico dará la clave del acierto de la nueva
política.
(*) Periodista
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