MURCIA.- La Consejería de Agua, Agricultura y Medio Ambiente ha derivado en
una mejora en las poblaciones de especies protegidas de mayor
importancia que anidan en Isla Grosa y El Farallón, gracias a las
labores de vigilancia y control ejercidas sobre determinadas actividades
como la navegación y el fondeo de embarcaciones.
Así, se ha constatado la presencia de al menos 20 nuevos pollos de
cormorán moñudo ('Phalacrocorax aristotelis'), ave marina en peligro.
También se han identificado, mediante fototrampeo nocturno, numerosos
ejemplares de otras especies de interés, como el paíño ('Hidrobates
pelagicus'), que actualmente se encuentran en período de nidificación y
que en 2015 obtuvo buenos resultados poblacionales, junto con el Tarro
blanco ('Tadorna tadorna'), alcaraván común ('Burhinus oedicnemus'),
halcón peregrino ('Falco peregrinus') y curruca cabecinegra ('Sylvia
melanocephala').
La Consejería espera que la reciente puesta en marcha de diversas
iniciativas para la mejora de poblaciones, como nidales artificiales,
desbroce de áreas potenciales de nidificación, control selectivo de
especies oportunistas, entre otras, favorezca la próxima implantación de
más ejemplares de paíño y de otras especies simbólicas de la ZEPA, como
la gaviota de Audouin ('Larus audouinii').
La Consejería ejerce labores de vigilancia y control en estas islas
para minimizar el efecto de las más de 6.000 embarcaciones que
anualmente navegan en dicho entorno y que pueden poner en riesgo la
conservación de la biodiversidad en este espacio natural protegido,
declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) y Lugar de
Importancia Comunitaria (LIC).
Debido a la fragilidad ecológica de estos islotes, se restringe la
navegación y el fondeo de embarcaciones dentro de un perímetro de
protección de 300 metros, con el fin de favorecer la conservación de las
especies de aves que nidifican allí, ya que cualquier tipo de molestias
durante la estación de cría puede suponer un fracaso reproductor.
El equipo de vigilancia, compuesto por tres personas, está en
permanente contacto con los servicios de emergencias, los agentes
medioambientales y los Cuerpos de Seguridad del Estado. Durante los
periodos de mayor afluencia de visitantes, desde el pasado marzo, se
realiza un servicio continuo las 24 horas al día que se mantendrá hasta
finales de septiembre. La reciente instalación de cámaras de vigilancia
que funcionan sin interrupción permitirá extender a los 365 días del año
el cuidado de la biodiversidad.
En el entorno marino de la Isla Grosa y El Farallón, la gran
protagonista es la pradera de posidonia ('Posidonia oceánica'), que se
extiende densa, homogénea y con un estado de conservación óptimo. La
presencia de esta fanerógama beneficia la existencia de una gran
diversidad de especies marinas y una excelente calidad de las aguas que
atrae a un creciente número de personas.
El servicio de vigilancia se encarga de controlar las actividades
subacuáticas y recreativas de las embarcaciones que fondean en este
entorno. Para hacer compatible el disfrute con la conservación, la
Oficina de Impulso Socioeconómico del Medio Ambiente tiene previsto
instalar un fondeadero con anclajes ecológicos fuera del perímetro de
protección de la isla, así como diversos puntos de amarre ecológicos
para la práctica controlada del buceo.
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