Primero
fueron las películas con un 4 de ‘calificación moral’: eran gravemente
peligrosas. Luego llegaron las advertencias médicas sobre los
devastadores efectos de las drogas. Más tarde, el bombardeo de las
campañas sobre los vicios ‘perjudiciales para la salud’ como el alcohol y
el tabaco. Y ahora llega el nuevo Top Ten de riesgos globales. En su
edición de abril de 2016, la lista incluye por primera vez a un
potencial presidente de EEUU. Donald Trump ya está causando estragos.
El
magnate inmobiliario, presentador de televisión a ratos,
histrión casi siempre y tremebundo energúmeno a todas horas, acaba
de lanzar una nueva amenaza a los dirigentes de su partido: habrá
violencia si los republicanos tratan de frenar su aparentemente
imparable marcha hacia la nominación para les elecciones
presidenciales. Todavía no tiene votos suficientes de
delegados, pero el pánico se está contagiando en sus propias
filas.
Es el primer caso de un candidato absolutamente
tóxico. Para los rivales demócratas, se entiende, aunque se están
frotando las manos: es el único candidato que pierde en todas las
encuestas en una carrera presidencial contra Hillary Clinton. Pero
los republicanos no sólo tendrían casi perdido su asalto a la Casa
Blanca. Además, cada uno de los congresistas, senadores y
gobernadores del partido se juega su propio cargo. La nominación
de Trump desataría una fuga de votos masiva, según se está
advirtiendo desde todos los estamentos de opinión.
Ahí entra
la Economist Intelligence Unit (EIU), esa división de la revista The
Economist que sigue minuto a minuto la evolución de los mercados y
de los centros de poder y que hace sus previsiones sobre
crecimiento, paro, inflación y otros factores. Uno de esos
factores a escala mundial es el de Global Risk, que clasifica y
otorga una puntuación de 1 a 25 a cada una de las posibles
situaciones de peligro a medio y corto plazo.
A mitad de la
tabla, con una puntuación de 12 sobre 25, se sitúa la siguiente
situación: ‘Donald Trump gana las elecciones presidenciales en
EEUU’. Peor aún: comparte ex aequo la sexta plaza con otro ruidoso
peligro: ‘La creciente amenaza del terrorismo desestabiliza la
economía global’. La valoración se hace sobre dos factores, el
impacto que produciría el hecho de consumarse y la probabilidad
de que ocurra.
Los méritos que aportan los analistas de la
Economist Intelligence Unit para incluir a Trump son obvios: desde su
hostilidad al comercio libre y su abrazo al proteccionista hasta
acusar a China de ‘manipular su moneda’; desde abogar por la matanza
de los familiares de los terroristas hasta promover la invasión
de Siria para acabar sobre el terreno con el Estado Islámico; desde
expulsar a los 11 millones de inmigrantes ilegales y levantar un
muro a lo largo de la frontera con México hasta prohibir la entrada de
musulmanes por el mero hecho de serlo.
Los expertos creen que
el impacto del presidente Trump sería enorme. La probabilidad es
baja, pero todo podría cambiar ‘en caso de un ataque terrorista en
suelo norteamericano o de un repentino desplome económico’,
según la EIU. Entonces, quién sabe lo que harían los votantes. Por
eso hay miedo. Un exponente de la ansiedad que corre por las venas de
EEUU: el editorial de The Washington Post este jueves. Se titula
‘Para defender nuestra democracia contra Trump, el partido
republicano debe apuntar a una convención negociada’. Y aborda
el caso de que ninguno de los candidatos llegue a la gran reunión de
julio sin los 1.237 delegados necesarios del total de 2.472.
En
ese caso, en la primera votación cada compromisario tendría que
votar por el candidato al que está ligado. Pero en sucesivas
votaciones, los delegados de cada estado van liberando del
compromiso y pueden ir votando a otro. El WP dice que hay que evitar
la nominación de Trump por imperativo moral, porque ‘Trump es una
amenaza a la democracia norteamericana; recuerda a otros
autoritarios a lo largo de la historia que han llegado al poder
manipulando el proceso democrático’.
El resto del Top Ten
de escenarios de posibles riesgos globales, de mayor a menor:
‘China sufre un topetazo económico’ (20 puntos sobre 25); ‘Las
intervenciones de Rusia en Ucrania y Siria preceden a una nueve
Guerra Fría’ (16); ‘La volatilidad de las divisas culmina en una
crisis de deuda corporativa en los mercados emergentes’ (16);
‘Asediada por presiones internas y externas, la UE empieza a
fracturarse’ (15); ‘A la Grexit o salida de Grecia del euro sigue una
ruptura de la eurozona’ (15); ‘El Reino Unido vota a favor de la
salida de la Unión Europea’ (8); ‘El expansionismo chino desata un
choque armado en el mar de la China Meridional’ (8); ‘El colapso de
las inversiones en el sector petrolífero anticipa un futuro
shock en el precio del crudo’ (4).
(*) Periodista
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