España cruza
el umbral entre 2015 y 2016 con un Gobierno en funciones que puede
prolongarse todavía dos meses. Cataluña transcurre la Nochevieja y
amanece en el Año Nuevo con su propio Gobierno en funciones que lleva ya
tres meses en precario. Pero en Europa se han adelantado y ya están en
este próximo sábado 2 de enero: ‘El punto muerto en Cataluña es parte de
un más amplio atasco español’. Sí, los apuros de Mariano Rajoy y Artur
Mas traen de cabeza a los expertos europeos.
Lo
del 2 de enero no es por la reunión de la dirección de la CUP, que ha
retrasado un día más el secuestro de la investidura catalana.
Es más bien por la fecha que lleva en portada el próximo número de la
revista británica The Economist. Algunos de sus contenidos se han
adelantado online en su página web, y entre ellos figura en lugar
de privilegio un análisis a fondo del doble embrollo tras el 27-S y
el 20-D. Se titula así: ‘Política española: la tarea de la sucesión;
un electorado dividido hace difíciles las negociaciones para
una coalición’.
No es el único intento de desentrañar ambos
galimatías. El diario francés La Tribune publica, en este caso en el
último día del año, otra detallada reconstrucción de las
aritméticas para formar mayorías. Lo firma Romaric Godin, y desde el
mismo título llega a una conclusión que parece estarse abriendo
hueco, vistas las incompatibilidades manifiestas entre
líderes, programas y partidos, cada uno con sus condiciones
previas y sus ‘líneas rojas’, excluyentes entre sí: ‘Cómo Mariano
Rajoy podría quedarse en La Moncloa'.
‘La formación de un
Gobierno en España parece bloqueada, pero las disputas internas entre
los socialistas podrían desembocar en una Gran Coalición’, escribe
Godin. Paso a paso, casi escaño a escaño, el artículo desgrana
todas las posibles variantes aritméticas para llegar a 176 en el
Congreso o en todo caso asegurarse un bloque abstencionista que
permitiera un Gobierno de mayoría minoritaria.
Este es su
escenario final: ‘Si la formación de Gobierno en España parece aún
lejana, dos elementos pueden desbloquear el proceso: el debate
interno del PSOE y la situación en Cataluña. Si la izquierda
radical independentista de la CUP termina por apoyar al Gobierno
secesionista de Barcelona, habrá gran presión sobre el PSOE para
responder con la formación de un Gobierno en Madrid. Y esto sin duda
jugará a favor de Susana Díaz. Mariano Rajoy puede entonces jugar con
el tiempo para esperar a imponer su solución de una Gran Coalición.
Queda por saber si esta opción arreglará el problema español o lo
agravará. Porque en ese escenario habrá una gran polarización
peligrosa entre Barcelona y Madrid’.
El análisis de The
Economist también pasa revista a todos los elementos que
contribuyen al aparente callejón sin salida postelectoral. Pero
además de presentar las posibles opciones es más beligerante, más
duro. Por ejemplo, al comentar el insólito empate a 1.515 en la
asamblea de la CUP para el Sí o el No a la investidura de Mas,
escribe socarronamente: en la mayoría de los sitios, cuando 3.030
personas votan sí o no, probablemente resulta en algún
resultado, pero no hay que subestimar el antagonismo de los
catalanes’.
También es rudo con Pedro Sánchez: ‘Se comporta
como si fuera el próximo presidente’. Y ni que decir tiene que pone a
caldo a Artur Mas, ‘un líder que estaba a favor del emprendimiento
empresarial y que ahora se incursiona en aventuras de un
populismo anti-austeridad’.
Pero The Economist no llega a
una conclusión sobre el Gobierno: deja las piezas bien torneadas para
que el lector se haga la idea. Más bien la lección que extrae el
rompecabezas es que ‘España podría tener un Gobierno fuerte y
parece probable que será uno débil’. La razón es de libro: no hay
tradición de coaliciones en España, hay demasiada animadversión
histórica entre partidos y entre líderes.
Tanto La Tribune
como The Economist coinciden a grandes rasgos en dos aspectos. Uno es
el giro que han dado los acontecimientos: de salvar al soldado
Sánchez se está pasando a salvar al capitán Rajoy. Y todo ello por el
segundo trazo que genera interés y se lleva titulares: porque la
estrella de Susana Díaz crece al tiempo que parece menguar la del
actual líder del PSOE.
Dice Romaric Godin, que advierte del
riesgo de ‘pasokización’ a la griega de un PSOE en manos de Podemos: ‘Si
se constituye un Gobierno independentista en Cataluña, una
coalición unionista en Madrid empleará la firmeza para hacerles
abandonar sus pretensiones secesionistas por todos los medios
políticos y económicos posibles. Si Cataluña no forma Gobierno y
vuelve a las urnas en marzo, un Gobierno unionista podría ser, en el
espíritu de Susana Díaz, un elemento disuasorio para los electores
catalanes’.
Y completa The Economist: ‘Sánchez puede tener
que hacer frente pronto a un desafío a su liderazgo, especialmente
si los barones del partido, encabezados por Susana Díaz, la
presidenta de Andalucía, piensa que los está traicionando’. La
solución, el año que viene.
(*) Periodista
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