MOSCÚ.- Las autoridades rusas han destruido tres
toneladas de limones españoles en la región de Cheliabinsk, en los
Urales, tras descubrir un cargamento de fruta que entró en el país a
pesar de la prohibición vigente de importar alimentos perecederos
procedentes de la Unión Europea.
El Servicio de Inspección
Agrícola y Ganadera (SIAG) informó hoy de que procedió a la destrucción
de la fruta tras descubrir dentro del cargamento etiquetas que indicaban su procedencia española y que debieron de ser arrancadas por los importadores.
El SIAG de Cheliabinsk también destruyó 1,6 toneladas de uva italiana y 844 kilogramos de manzanas holandesas.
Hace
hoy una semana entró en vigor el drástico decreto adoptado por el
presidente ruso, Vladímir Putin, que ordena destruir los alimentos
perecederos procedentes de Occidente que llegan al país a pesar de estar
prohibidos por el embargo adoptado por Moscú en respuesta a las
sanciones occidentales.
El decreto presidencial ha suscitado descontento en amplias capas de la población.
Según las encuestas, sólo el 15 por ciento de los rusos respalda totalmente la medida, mientras que el 60 por ciento se muestra en contra.
Mientras,
el coste mínimo de la cesta de la compra ha aumentado un 14,3 por
ciento en la primera mitad de este año, en gran medida debido al embargo
de productos occidentales, lo que ha disparado los precios de los
alimentos básicos.
A finales de junio, Putin anunció su decisión
de prorrogar por un año el embargo a los alimentos perecederos
procedentes de la Unión Europea, Estados Unidos y otros países que han
adoptado sanciones contra Moscú por su papel en la crisis de Ucrania.
Explicó
que el fin de la medida es "garantizar la seguridad de Rusia" y opinó
que dicho embargo "será un buen aliciente para los agricultores
nacionales".
Días antes, la UE había extendido sus sanciones económicas contra Rusia por seis meses, hasta el 31 de enero de 2016.
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