domingo, 19 de julio de 2015

Carlos March, banquero: “Lo mejor de la crisis es que ha destapado la corrupción”

MADRID.- La conversación con los March, padre e hijo, Carlos y Juan, transcurre de la banca a la actualidad, de sus aficiones (comparten la pasión por el arte y el banco) a sus pasos por universidades públicas (Carlos March sacó 23 matrículas de honor de 25 en Derecho de la Complutense), de España a Europa, de la crítica a las propuestas... recoge hoy 'El País'.

Sobre la salida de la crisis tienen muy claro que “no se pueden echar las campanas al vuelo, porque tenemos una deuda del 100% del PIB y un paro insostenible. El modelo español no funciona. Cuando hay empleo, lo hay en el ladrillo”, resalta Carlos March. Luego mete el dedo en el ojo en algo que es una constante: “No tenemos sistema educativo, que es la solución, porque los políticos no invierten en educación porque no es rentable, porque no da votos”. Para ellos, el modelo productivo pasa por “una mayor conexión entre Universidad y empresa y sector público con el privado, que es inexistente”.
No obstante, destacan que la crisis ha dejado cosas positivas como que las empresas han aprendido a ser competitivas (“se ha visto un dinamismo que era desconocido”). Pero quizá “lo mejor de la crisis es que ha destapado la corrupción”, materia en la que “los Gobiernos no han estado a la altura”.
 “Ahora, digo yo que los partidos se financiarán con más cuidado y los empresarios incompetentes y corruptos serán menos”, incide Carlos March. “¿Quién es más corrupto, el que cobra o el que monta una red clientelar para conseguir más votos?, ¿qué es mejor hacer una autopista o invertir en la universidad, el eje del Mediterráneo o que los niños tengan más ordenadores y los profesores estén más preparados? 
Yo pago mis impuestos para que sean progresivos, que se administre de forma correcta, que se gaste en educación o en ambulatorios; no en ahorrar dos minutos de AVE para ir a Valladolid. Faltan prioridades. El país se da cuenta de que le cuentan milongas. Pero ahora ya hay espíritu crítico y, por eso, hay gente indignada”, se explaya.
“Esperemos que la sociedad civil sea lo suficientemente potente como para imponerse porque nos queda mucho camino para colmar la diferencia con los países más avanzados. Tiene que haber más tranquilidad [lo repite tres veces] en la política y en los comportamientos sociales. Intentar que izquierdas y derechas sean lo más moderadas posible”. Y sugiere pactos: “¿Cómo una reforma educativa no se va a hacer por consenso? Como no haya un proyecto país a largo plazo en cuatro años no transformas nada”. 
Cree que la crisis ha hecho más Europa, pero que “su única salvación es la federalización”.

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