MADRID.- Una plaga originada en Italia y que se ha llevado ya más de un millón de olivos ha desbordado a las autoridades europeas que confiesan que puede extenderse rápidamente a países del sur de Europa como España. La enfermedad tiene su origen en la región de Puglia y la Comisión Europea ha admitido a eldiario.es que no sabe cómo detenerla.
En España se cuentan más de 280 millones de olivos, según los datos de
la Agencia para el Aceite de Oliva. Los productores dicen estar
"expectantes" ante la amenaza. En Italia se han talado cientos de miles
de árboles y creado un perímetro "urgente" de seguridad de 240.000
hectáreas pero la CE considera que el 10% de los 11 millones de olivos
del Lecce están infectados. Italia produce 450 toneladas de aceite al
año. España más que triplica ese volumen: 1.530 toneladas –el 46% del
total mundial–, según el Consejo Oleícola Internacional.
Bruselas achaca el descalabro a la bacteria Xylella fastidiosa. La
Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) admite que "es una
enfermedad letal para el olivar". Los responsables de la asociación en
Jaén han contado que "las consecuencias de la Xylella son
parecidas a las del verticilium, [la conocida seca del olivo].
Confiamos en que los sistemas de alerta epidemiológica establecidos
por la Junta de Andalucía y por el Ministerio sean suficientes y que la
plaga no se extienda por España y mucho menos por Jaén que podría quedar
hundida si se extendiese en la provincia".
El problema es que la propia Comisión Europea ya admite que ni siquiera
tiene claro que esta bacteria sea la única enfermedad. En Italia
contraponen que detrás de la mortandad puede estar otro patógeno (el fungi) que sí tiene una cura. La Xylella fastidiosa
apareció por primera vez en la Puglia, región del sur de Italia, en
octubre de 2013. Precisamente por constatar la presencia de esta
enfermedad hace año y medio, inicialmente la Comisión ha acusado a las
autoridades italianas de dejadez. "Italia no ha prevenido el alcance de
la Xylella", ha cargado el portavoz del comisario Andriukatis, quien en breve se desplazará a la zona.
El 24 de marzo pasado, un portavoz comunitario dejó abierta la
posibilidad a que otros microorganismos estén secando los olivos
italianos. Lo que también reiteró es que el peligro
es real para España. "Podemos hablar de un deterioro de la situación.
Claramente, hay un alto riesgo de propagación a países vecinos si no se
adoptan rápidamente medidas urgentes".
Siempre de acuerdo con la versión comunitaria, la Comisión adoptó las
primeras medidas contra esta bacteria hace un año, en febrero de 2014,
apuntaladas por nuevas acciones de prevención en julio. "Las medidas
incluían estrictas condiciones para la plantación, así como la
destrucción de las plantas ya infectadas hasta conseguir la erradicación
y evitar su propagación a otras regiones", agregan las mismas fuentes
comunitarias a este medio.
Condena al ecosistema
La discrepancia sobre qué patógeno se lleva por delante los olivos
lleva aparejada las responsabilidades. Ahí está la pelea. Varias
organizaciones italianas se han respaldado en centros de investigación y
universidades del país trasalpino para decir que la plaga no es sólo de
esta bacteria. Bruselas se basa en un informe publicado en enero por la
Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en inglés) y también en
los resultados de una investigación llevada a cabo por la Oficina de
Alimentación y Veterinaria (FVO) en noviembre de 2014. Para la CE si la Xylella ha campado a sus anchas ha sido por la falta de prevención de las autoridades regionales o nacionales.
Sin embargo, la organización italiana Peacelink envió una carta al presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, y al comisario de Salud, Vytenis Andriukaitis en la que les cuestionaba: "
¿Cuáles serían las consecuencias para la Comisión Europea si se
demostrara que la destrucción de un millón de olivos [para contener la
plaga] se revelara no solo innecesaria sino inútil?". Para
Peacelink, "hay muchos factores que no han sido convenientemente
investigados", según subraya en el escrito dos páginas que ha leído
eldiario.es. "Llegados a este punto, podemos afirmar que la Xylella
no es la causa real de la sequía de nuestros olivos. La Comisión
Europea está condenando a muerte todo el ecosistema de Puglia sobre la
base de unos test que no han comprobado la patología del brote".
Ante las insistentes dudas sobre la etiología del problema, el portavoz
comunitario Enrico Brivio zanjó: "Estamos seguros de que algunos brotes
fueron causados por esta bacteria".
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