BRUSELAS.- España tendrá que aportar datos del impacto del veto ruso a las
importaciones agrarias en sectores como los cítricos, el caqui y la
granada a partir de la próxima semana antes de poder recibir ayudas de
la UE.
Según explicó la ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina,
a la salida del Consejo Europeo de Agricultura, la Comisión no cierra
las puertas a que estos productos se incluyan en el mecanismo de
retirada que ya funciona para el brócoli, pimiento, melocotón y
paraguayo, entre otras frutas y verduras, pero sí ha pedido más datos al
respecto.
El comisario europeo de Agricultura, Dacian Ciolos, solicitó cifras
para analizar «el impacto en detalle por tipos de explotación» en el
marco del Comité de Gestión, que reúne a expertos de los Veintiocho.
Las
ayudas de emergencia que ha puesto en marcha la UE hasta ahora para
compensar los efectos del veto ruso han tenido carácter retroactivo y se
han basado en los datos de impacto del embargo de Moscú.
Tejerina explicó que la intención de España era conseguir que los
sectores susceptibles de verse afectados por el veto ruso recibiesen
algún tipo de cobertura europea, que solo sería utilizada en caso
necesario, porque esa es la mejor señal para evitar una caída de precios
en el mercado. Los agricultores están especialmente preocupados por productos como los cítricos,
porque la temporada empieza ahora, antes que en otros países de la Unión Europea.
Bruselas considera en cambio que tomar medidas antes de verificar el
impacto podría tener el efecto contrario y provocar inquietud. Ciolos
volvió a mostrar su preferencia por adoptar medidas de promoción antes
que otros arreglos, al considerar que son la manera «más eficaz» de
hacer frente al veto ruso .
«Los productores deben estar seguros de que la UE está de su lado.
Asumirá sus responsabilidades y utilizará todas las herramientas de
gestión de crisis de las que dispone y de las que tenga necesidad»,
aseguró Ciolos. El comisario sostuvo que «los medios financieros existen
y deben ser utilizados en total transparencia», aunque reconoció que
existen límites presupuestarios que hay que tener en cuenta. El ministro
italiano, Maurizio Martina, que presidió el encuentro, también indicó
que la prioridad ahora serán las «acciones nuevas de promoción y de
búsqueda de nuevos mercados».
Martina explicó que lo que ha intentado la UE hasta ahora es dar una
respuesta urgente a los problemas que está causando el veto ruso, pero
consideró positivo que ese esfuerzo se consolide o desarrolle a largo
plazo. La UE ha adoptado hasta el momento medidas de emergencia para
estabilizar los mercados y evitar una caída en picado de los precios,
pero ahora podría dar un paso más y adoptar si fuera necesario
compensaciones específicamente dirigidas a ciertos sectores. Todas las
medidas anunciadas por la CE serán adelantadas por los Estados miembros,
que luego pasarán la factura a Bruselas, que en principio podrá
utilizar el presupuesto de 2015 para cubrirlas sin necesidad de recurrir
al fondo de emergencia de la Política Agrícola Común (PAC) reservado
para responder en situaciones de crisis de mercado.
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