MADRID.- Cajamar ha preseleccionado a las fondos de inversión Apollo y Cerberus como posibles adquirentes de la gestión
de su plataforma inmobiliaria en una operación que podría cerrarse esta
semana, dijo una fuente con conocimiento de las negociaciones.
"Esta semana es posible que se cierre la venta de la plataforma
inmobiliaria porque las negociaciones ya están muy avanzadas y la
preselección ha recaído de momento en Apollo y en Cerberus", explicó la
fuente, que no aportó datos sobre el importe de la venta.
El diario Cinco Días cifra el importe de la venta de la gestión plataforma inmobiliaria de Cajamar en algo más de 200 millones de euros.
Ni Cajamar, ni Apollo, ni Cerberus hicieron comentarios a la información.
La primera cooperativa crédito, que tiene unos activos de unos 42.000 millones de euros, llevaba meses negociando la venta de la gestión de su plataforma inmobiliaria de Cimenta2, que tiene unos activos de aproximadamente 7.000 millones de euros.
En la actualidad, la cabecera bancaria del grupo Cajamar busca captar entre 300 millones y 350 millones de euros de capital dando entrada a inversores extranjeros y compañías de capital riesgo con el objetivo de aprovechar oportunidades de crecimiento y reforzar su balance antes de enfrentarse a las pruebas de estrés en Europa, dijo recientemente su presidente en una entrevista.
La banca española está siendo muy proactiva en el traspaso de sus gestoras inmobiliarias a fondos de inversión extranjeros y subcontrata sus servicios para que les ayuden a gestionar la venta de estos activos en un intento de conseguir capital sin ceder la propiedad de los inmuebles adjudicados.
Además, la banca suele anotarse plusvalías por la ventas de la gestión de este tipo de carteras gracias a las fuertes provisiones o coberturas realizadas para este tipo de negocios.
Entre las entidades que han realizado operaciones similares figuran Santander -- con la venta de su plataforma inmobiliaria Altamira a Apollo --, Banco Popular, Caixabank, Bankia y Catalunya Banc.
El traspaso de estas unidades de negocio se ha acelerado ante la caída de los precios inmobiliarios que, según algunos, permiten vislumbrar que el mercado inmobiliario estaría más cerca de tocar suelo. Desde el pinchazo de la burbuja del ladrillo entre finales de 2007 y principios de 2008, los precios de las viviendas en España han caído en torno al 40 por ciento.
La venta de la gestión del ladrillo permite a las entidades centrarse en su negocio bancario al tiempo que le libera de la pesada digestión del ladrillo que, a la postre, fue la responsable de que España acabara utilizando unos 41.300 millones de euros de una línea de crédito europea de 100.000 millones de euros para sanear el balance de sus entidades.
El diario Cinco Días cifra el importe de la venta de la gestión plataforma inmobiliaria de Cajamar en algo más de 200 millones de euros.
Ni Cajamar, ni Apollo, ni Cerberus hicieron comentarios a la información.
La primera cooperativa crédito, que tiene unos activos de unos 42.000 millones de euros, llevaba meses negociando la venta de la gestión de su plataforma inmobiliaria de Cimenta2, que tiene unos activos de aproximadamente 7.000 millones de euros.
En la actualidad, la cabecera bancaria del grupo Cajamar busca captar entre 300 millones y 350 millones de euros de capital dando entrada a inversores extranjeros y compañías de capital riesgo con el objetivo de aprovechar oportunidades de crecimiento y reforzar su balance antes de enfrentarse a las pruebas de estrés en Europa, dijo recientemente su presidente en una entrevista.
La banca española está siendo muy proactiva en el traspaso de sus gestoras inmobiliarias a fondos de inversión extranjeros y subcontrata sus servicios para que les ayuden a gestionar la venta de estos activos en un intento de conseguir capital sin ceder la propiedad de los inmuebles adjudicados.
Además, la banca suele anotarse plusvalías por la ventas de la gestión de este tipo de carteras gracias a las fuertes provisiones o coberturas realizadas para este tipo de negocios.
Entre las entidades que han realizado operaciones similares figuran Santander -- con la venta de su plataforma inmobiliaria Altamira a Apollo --, Banco Popular, Caixabank, Bankia y Catalunya Banc.
El traspaso de estas unidades de negocio se ha acelerado ante la caída de los precios inmobiliarios que, según algunos, permiten vislumbrar que el mercado inmobiliario estaría más cerca de tocar suelo. Desde el pinchazo de la burbuja del ladrillo entre finales de 2007 y principios de 2008, los precios de las viviendas en España han caído en torno al 40 por ciento.
La venta de la gestión del ladrillo permite a las entidades centrarse en su negocio bancario al tiempo que le libera de la pesada digestión del ladrillo que, a la postre, fue la responsable de que España acabara utilizando unos 41.300 millones de euros de una línea de crédito europea de 100.000 millones de euros para sanear el balance de sus entidades.
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