MURCIA.- Más del 60 por ciento de los economistas
murcianos encuestados en el barómetro anual del Colegio de Economistas
concede mayor importancia al Corredor Ferroviario del Mediterráneo, a la
terminal de contenedores de la dársena de El Gorguel y al tren de alta
velocidad para el desarrollo futuro de la Región, con una puntuación de
3,9, 3,41 y 3,34 sobre cinco, según se refleja en el décimo quinto
Barómetro del Colegio profesional, correspondiente a enero.
Sin embargo, los colegiados desaprueban el complejo turístico de
Marina de Cope, que obtiene la puntuación más baja con un 2,04, es decir
que apenas supera el 40 por ciento de la nota máxima. En tercer lugar,
se observa un grupo de proyectos en una situación intermedia, con
puntuaciones que se encuentran en la horquilla del 50-60 por ciento de
la puntuación máxima.
En concreto, y por orden decreciente, se trata de la Ciudad
Alimentaria (2,92 puntos), Campus de Excelencia Mare Nostrum (2,8
puntos), Aeropuerto de la Región de Murcia en Corvera (2,59 puntos), y
el complejo de ocio Paramount Park (2,58 puntos).
Respecto a la situación de la economía regional respecto a un año
atrás, un 37,8 por ciento de los encuestados piensa que ha empeorado, un
44,7 por ciento opina que sigue igual, y el 17,6 por ciento de los
entrevistados han percibido mejoría.
Al hilo, el Colegio destaca el hecho de que es la primera vez en
los últimos seis años que la respuesta mayoritaria no es "peor que un
año antes", sino, en este caso, "igual que un año antes", la cual escala
desde un 27 por ciento en la pasada edición a cerca de un 45 por ciento
en la presente convocatoria.
En cuanto a la situación económica prevista para dentro de seis
meses la puntuación correspondiente a la Región de Murcia es un 4,01 por
un 4,87 para la de España. Comparando con la valoración de la situación
actual, las puntuaciones para dentro de seis meses son,
respectivamente, 0,49 y 0,59 puntos más elevadas. Se prevé, pues, una
sensible mejoría en ambos ámbitos, según el barómetro.
En referencia a las fortalezas de la economía regional, la opción
que destaca por encima del resto, con un 61,9% de apoyos, es condiciones
naturales de gran potencial para el desarrollo del sector
agroalimentario, el turismo residencial y las energías renovables.
En segundo lugar, se sitúa, con el 40,2 por ciento, la fortaleza
creciente grado de innovación, técnica y gerencial, en la agricultura e
industria agroalimentaria y en tercer lugar le sigue, con un 35,4% de
respuestas, la fortaleza una cultura tradicional del agua que propicia
su ahorro y eficiencia.
Las tres debilidades de la economía regional en las que los
encuestados inciden mayoritariamente en esta ocasión han sido el paro,
que la marcó el 59,3 por ciento; el gasto en I+D+i por parte de las
empresas, con un 48,1 por ciento; y la debilidad déficit de
infraestructuras y comunicaciones, que señaló el 33,9% de los
encuestados. La debilidad informaciones sobre corrupción y trato de
favor ocupa la cuarta posición al recibir un 31,2 por ciento de apoyos.
Respecto a la situación económica personal del encuestado en
relación con un año atrás, un 14,5 por ciento manifiesta estar mejor, un
54,3% declara encontrarse igual y un 31,2% responde que ha empeorado.
En relación con los resultados del anterior barómetro, junio 2013,
destaca una reducción significativa de casi 21 puntos porcentuales del
porcentaje que responde "peor que un año antes".
Cerca de las tres cuartas partes de esos puntos han ido a parar a
la respuesta "igual que un año antes", que ha pasado a ser la respuesta
mayoritaria con un 54,3 por ciento; y el cuarto restante se ha
trasvasado, por tanto, a la respuesta indicativa de haber mejorado en el
último año, que crece cerca de seis puntos respecto a la edición de
junio de 2013.
Por colectivos profesionales, en esta ocasión el colectivo que en
mayor proporción declara encontrarse en igual situación que hace un año
es el de los asalariados del sector privado, con un 67,2 por ciento de
los mismos. En segundo lugar, son los empresarios o trabajadores por
cuenta propia los que mantienen la misma opinión y por último, un 48 por
ciento de los empleados públicos manifiesta encontrarse en igual
situación.
Según el barómetro, destaca el hecho de que para este último
colectivo, los asalariados del sector público, el porcentaje que declara
haber empeorado en el último año, un 44%, es significativamente
superior a la proporción que respondió en el mismo sentido dentro de los
otros dos colectivos (un 31% en el caso de empresarios y un 14,8% en el
caso de los trabajadores por cuenta ajena en el sector privado).
En relación con las expectativas de crecimiento por sectores
productivos, los sectores productivos sobre los que recaen expectativas
más favorables son aquellos en los que, tradicionalmente, la región
presenta fortalezas endógenas, esto es agricultura con una puntuación de
6,1 de diez, aumentando 0,83 puntos respecto a la pasada edición;
industria agroalimentaria con una puntuación de 6, que aumenta 0,59
puntos respecto a la pasada edición; y turismo, ocio y hostelería con un
5,74, aumentando 0,16 puntos respecto a la edición anterior.
Por otro lado, el sector sobre el que recaen los peores augurios
es el de la Construcción y urbanismo pues la puntuación media ha sido de
un 2,5 sobre 10. En esta edición se produce un aumento en la puntuación
media del conjunto de sectores.
Así, en junio de 2013 la puntuación media fue de 4,5 mientras que
en esta ocasión dicha media alcanza el 4,8. Hay tres sectores a los que
se les concede una puntuación inferior a la que se registró seis meses
atrás. En concreto se trata de Nuevas tecnologías de la información y de
las comunicaciones que ha descendido 0,28 puntos; Servicios sanitarios,
salud y atención social que se deja 0,16 puntos; y Construcción y
urbanismo que retrocede 0,12 puntos.
En cuanto a la evolución de la demanda de consumo por parte de los
hogares, un 63 por ciento de entrevistados considera que permanecerá
estable en los próximos seis meses, y un 63,5% emite la misma respuesta
en relación con la compra de viviendas.
La comparación con el barómetro de junio de 2013 revela un
resultado similar al expuesto para las dos cuestiones anteriores en el
sentido de producirse un trasvase de respuestas hacia las posiciones más
optimistas. De esta forma, en relación con la demanda de consumo, el
porcentaje de entrevistados que piensa que disminuirá, ha bajado en algo
más de 20 puntos mientras que los que prevén un aumento ha crecido en
casi diez puntos.
En el caso de la compra de vivienda, mientras que en junio de 2013
un 52,3 por ciento estimaba que la misma iba a descender a corto plazo,
ahora dicho porcentaje se ha desplomado hasta un 25,4 por ciento.
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