MURCIA.- Miembros de la Fundación Molina Sánchez han
señalado este sábado, en una rueda de prensa realizada en el Casino de
Murcia, que con la propuesta realizada por la Comunidad Autónoma, "se
necesitarían 51 años" para ver todos sus fondos.
Así lo ha explicado la directora de la Fundación, María Manzanera,
que ha señalado que esta posibilidad, tras tener que abandonar la que
había sido hasta ahora la sede de la Fundación, la Casa Díaz Cassou, "es
insuficiente", porque en el espacio ofrecido en el Museo de Bellas
Artes de Murcia (MUBAM) solo podrían exponerse de dos a cinco cuadros,
dependiendo del formato.
Y es que, los fondos de la Fundación están formados, además de
libros y otros materiales dejados por el pintor, por un total de 153
obras pictóricas, algunas ellas de gran formato.
Manzanera también ha destacado que en este espacio no se podrían
realizar ciertas actividades, como cursos, conferencias o seminarios,
que sirven a la Fundación para autofinanciarse, puesto que el MUBAM
tiene ya una amplica programación en sus espacios.
Por su parte, Miguel Ramón Martínez, presidente de la Fundación,
ha explicado que en estos dos meses de negociaciones, una vez conocida
la noticia de que la Comunidad vendía el Palacio Campuzano y la
Consejería de Cultura, instalada en el citado inmueble, iba a ocupar la
Casa Díaz Cassou, se han producido diversas reuniones para encontrar una
alternativa al desalojo.
Así, ha recordado que se les ofreció el antiguo local de La Clave,
situado en la calle del Pilar, un espacio válido para acoger los fondos
de la Fundación, pero que tuvieron que declinar porque deberían hacerse
cargo de los gastos de luz, agua, seguridad o el IBI, "unos gastos a
los que no podemos hacer frente".
Del mismo modo, se les ofreció un entresuelo en la capital
murciana, un inmueble en el que la mayoría de obras del pintor no
podrían exponerse, al tratarse de un espacio reducido tanto en altura
como en metros cuadrados.
Por último, Martínez ha explicado que por iniciativa del consejero
de Cultura, Pedro Alberto Cruz, se les ofreció poder ocupar un espacio
en el MUBAM, una idea que aceptaron de buen grado en un principio,
"porque se trataba de uno de los museos con mayor afluencia de la Región
de Murcia".
Sin embargo, al conocer las condiciones de ese espacio, "apenas
dos paredes de 3,5 metros, nos pareció que de esa manera iba a ser
imposible poder exponer la obra del maestro Molina Sánchez".
El presidente de la Fundación, que se ha mostrado en todo momento
"muy agradecido" a Cruz, "puesto que esta posibilidad ha partido de su
propia iniciativa", ha explicado que en ese espacio sólo podrían
exponerse a la vez de dos a cinco cuadros, dependiendo del formato, por
lo que nunca se acabaría de exponer el legado del pintor.
Martínez también ha indicado que ayer viernes mantuvieron la
última reunión con Cultura, una reunión en se les ofreció la posibilidad
de poder ocupar otras salas, como la que actualmente acoge la
exposición de Cacho, durante los meses de junio a septiembre, y un
pequeño despacho administrativo.
"El problema es que, al margen de que sea un espacio aceptable, no
tendríamos libertad de cambiar nuestra exposición cada tres meses como
hacíamos en la Casa Díaz Cassou, sino una vez al año, puesto que el
museo se rige por unas normas expositivas, lo que también haría
imposible mostrar el patrimonio del pintor", ha subrayado.
Aún así, "al tratarse de la única posibilidad que tenemos", ha
indicado que este lunes el Patronato de la Fundación mantendrá una
reunión para informar a todos los patronos de esta propuesta, "sobre
todo porque este martes o miércoles tenemos que dejar nuestra sede".
Finalmente, Miguel Olmos, uno de los patronos de la Fundación, se
ha mostrado mucho más crítico con la situación, porque piensa que la
Comunidad está tratando la obra de unos de los mejores pintores
murcianos "con cierta desgana y desprecio, al no ofrecer una solución
valida para la Fundación".
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