CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Benedicto XVI instó hoy a que en estos tiempos
de crisis económica se evite pensar en la salud como una mercancía y se
convierta en un derecho sólo para unos pocos, en su mensaje a los
miembros del Pontificio Consejo de los Trabajadores Sanitarios, a quienes
recibió en audiencia.
Al afirmar que en estos tiempos de crisis económica se "sustraen
recursos a la tutela de la salud", el Papa instó a los hospitales y
estructuras de asistencia a que eviten "que la salud, pase de ser un
bien universal, que hay que asegurar y defender, a una simple mercancía,
sometida a las leyes del mercado y reservada solo para unos pocos".
"No puede olvidarse la atención que necesita la dignidad de la
personas que sufren, aplicando también en el ámbito de las políticas
sanitarias los principios de subsidiariedad y solidaridad", agregó.
El Papa lamentó que mientras aumentan los progresos en el campo
técnico-científico y aumenta así la capacidad de curar a los enfermos,
"por otra parte parece disminuir la capacidad de cuidar a la personas
que sufren".
"Parece que se ofuscan los horizontes éticos de la ciencia médica,
que corre el riesgo de olvidarse que su vocación es servir a cada hombre
y a todo el hombre en sus varias fases de la existencia", añadió en su
discurso.
Benedicto XVI recordó que los médicos y aquellos que trabajan en la
asistencia sanitaria necesitan una "particular vocación" y que no es un
trabajo como otros.
Y por ello, aseveró que "ahora más que nunca, la sociedad necesita buenos samaritanos de corazón generoso y de brazos abiertos".
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