MADRID.- Un macropuerto para contenedores en El Gorguel, junto a La Unión y
Cartagena, y una macrourbanización de 22.000 viviendas en Marina de
Cope, junto a Águilas, son los dos proyectos con los que la Comunidad
Autónoma de Murcia espera relanzar la actividad económica en la Región.
El problema es que ambos son económica y medioambientalmente
irrealizables, según diversas fuentes consultadas por este diario, a juicio de www.elconfidencial.com
El macropuerto de El Gorguel tiene
adversarios incluso en las altas esferas del PP. Por ejemplo, uno de
los nuevos dirigentes emergentes a nivel regional en el partido
gobernante, el alcalde de La Unión, Francisco Bernabé, organizador del reciente congreso del pasado fin de semana y con nuevas responsabilidades en la dirección regional.
Bernabé
no cree que la construcción del macropuerto sea conveniente ahora que,
después de treinta años, va a arrancar a un kilómetro de El Gorguel la
regeneración de la Bahía de Portmán (municipio de La Unión), que fue
colmatada por los estériles mineros de la empresa Peñarroya en lo que
fue considerado uno de los mayores atentados ambientales de todo el
Mediterráneo.
Cree el alcalde de La Unión que no es necesaria
esa nueva gran dársena para contenedores puesto que la ampliación de la
de Escombreras (Cartagena) puede ir más allá y cubrir las mismas
necesidades que se prentenden solucionar con El Gorguel. Bernabé no se
refiere a impactos ambientales. Solo habla de “impactos visuales” que
tendrían los diques de El Gorguel sobre el nuevo polo de atracción
turística que será la Bahía de Portmán cuando se complete su inminente
regeneración.
Pero los grupos ecologistas sí ponen el acento en el daño ambiental.
“La construcción del macropuerto no sólo dañaría irreversiblemente las
praderas submarinas de posidonia que hay en la zona, sino que además las
infraestructuras del puerto destruirían buena parte del entorno de la
costera Sierra de la Fausilla, catalogada como LIC y ZEPA por la Unión
Europea”, dice Pedro García Moreno, de Asociación Naturalista del
Sureste de España (ANSE).
Otras fuentes del PP, bajo condición
de anonimato, creen que no tiene ningún futuro el proyecto, a pesar de
la utilización propagandística que su propio Gobierno hace del mismo y
de su continua publicitación por parte del presidente de la Autoridad
Portuaria de Cartagena, Adrián Ángel Viudes, un exempresario murciano, tataranieto del primer marqués de Río Florido que ocupa esa responsabilidad desde que el PP ganó las elecciones en Murcia, en 1996.
En
Bruselas no querrán ni oír hablar del asunto en cuanto vean que La
Fausilla es LIC y es ZEPA, en caso de que el Ministerio de Fomento de su
visto bueno y lleve el proyecto a la Unión Europea, creen esas fuentes
del PP consultadas por este diario. Otras más atrevidas, pero también
con condición de anonimato, recuerdan que Viudes ya propuso en 1997 una
regeneración de Portmán consistente en trasladar toneladas de esos
estériles en contenedores flotantes para construir los muelles de la
ampliación de Escombreras. Lo único que consiguió fue retrasar el
proyecto, dicen las fuentes.
Tras años de lucha en Bruselas,
esa histriónica ocurrencia del presidente de la Autoridad Portuaria
cartagenera fue descartada y la ampliación de Escombreras se hizo a la
manera tradicional. Aunque sigue sin terminar desde que se inició hace
diez años y con actividad prácticamente nula a pesar de que se ganaron
50 hectáreas de terreno al mar, superficie equivalente a unos cien
campos de fútbol, y que tuvo unos impactos ambientales destructivos como
demostró en su momento la organización ANSE.
A pesar de ello,
las cuentas del Puerto de Cartagena arrojan beneficios porque su
negocio está ligado a la refinería de Repsol, recién ampliada, y las
plantas de gas de Gas Natural. Las dudas que tienen algunas fuentes del
PP son las mismas que, por otra parte, expresan fuentes marítimas sobre
la supuesta rentabilidad de El Gorguel. Basan sus reticencias en la
experiencia de la ampliación de Escombreras y en la gran competencia
actual en el tráfico de contenedores en el Mediterráneo (Tánger-Med,
Algeciras, Valencia, etcétera). Puestos a dudar, fuentes del sector
inmobiliario privado tampoco tienen nada clara la viabilidad económica de la gran urbanización que se quiere construir en Marina de Cope, junto a Águilas, sesenta kilómetros al sur de Cartagena.
30.000 viviendas nuevas sin vender
Para poner en marcha esa urbanización, el Gobierno murciano cambió los límites del Parque Regional Marina de Cope (en la imagen),
en 2001, lo que motivó un recurso de inconstitucionalidad presentado
por 52 diputados socialistas y que aún está pendiente de dictamen. El
proyecto, al que la administración autonómica acaba de dar su último
visto bueno, consiste en construir una de las mayores urbanizaciones de
todo el Mediterráneo, con 20.000 plazas turísticas para 40.000 personas,
cinco campos de golf, un puerto deportivo y marina interiores sobre una
superficie total de 21,2 millones de metros cuadrados.
El problema es sencillo: ¿Quién está dispuesto a invertir en ladrillo con los tiempos que corren? Y en una región que tiene a día de hoy 30.183 viviendas nuevas sin vender, según el último informe de la consultora Deloitte hecho público el jueves pasado.
Iberdrola es la propietaria de la mayoría de los terrenos,
a caballo entre los municipios de Águilas y Lorca, los mismos en los
que pretendió construir una central nuclear en los años 70 y se encontró
con la oposición vecinal de toda Águilas. A la eléctrica se unió hace
años Cajamurcia. Pero esta entidad, inmersa en su fusión en BNM con Caja
de Granada, Sa Nostra y Caixa Penédès, anunció en septiembre pasado que
ponía en venta sus terrenos, dentro del proceso de “salida del ladrillo” iniciado hace cuatro años.
Los otros socios de Iberdrola, la valenciana Bancaja y CajaMadrid, ambas integradas en Bankia,
no parecen en situación de iniciar grandes proyectos de ningún tipo.
Fuentes inmobiliarias en Murcia aseguran que no tiene ninguna viabilidad
actualmente construir la mayor urbanización del Mediterráneo español,
más grande incluso que la famosa Marina D’Or valenciana. Como reconocía
el jueves en portada un diario local “la construcción de 20.000 plazas
turísticas entre Águilas y Lorca ya solo depende de que haya
inversores”. Casi nada.
Respecto a la viabilidad económica, Pedro Luengo,
de Ecologistas en Acción asegura que “al proyecto, según la legislación
vigente, le sobran unas 5.112 viviendas, debido a un error en el
cálculo de la edificabilidad que ha cometido el Gobierno regional, y del
que advertimos a la Consejería de Obras Públicas hace meses, sin que se
quiera dar por enterada”.
Así que el Gobierno murciano sigue
en sus trece con Marina de Cope, a pesar de que la gran vía de
comunicación que debía servir de acceso general a la zona, la autopista
de peaje Cartagena-Vera, de 100 kilómetros, lleva funcionando de 2007
con una ocupación que no llega a un tercio de la prevista para ser
rentable (9.000 vehículos diarios). Las cuentas oficiales de la
concesionaria Aucosta intentan mantener que la autopista puede seguir
funcionando así, aunque no sea rentable y tenga que devolver a las
financieras 24 millones de euros al año.
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