jueves, 31 de mayo de 2012

Murcia ‘vende’ dos macroproyectos irrealizables para salir de la crisis


MADRID.- Un macropuerto para contenedores en El Gorguel, junto a La Unión y Cartagena, y una macrourbanización de 22.000 viviendas en Marina de Cope, junto a Águilas, son los dos proyectos con los que la Comunidad Autónoma de Murcia espera relanzar la actividad económica en la Región. El problema es que ambos son económica y medioambientalmente irrealizables, según diversas fuentes consultadas por este diario, a juicio de www.elconfidencial.com

El macropuerto de El Gorguel tiene adversarios incluso en las altas esferas del PP. Por ejemplo, uno de los nuevos dirigentes emergentes a nivel regional en el partido gobernante, el alcalde de La Unión, Francisco Bernabé, organizador del reciente congreso del pasado fin de semana y con nuevas responsabilidades en la dirección regional.
Bernabé no cree que la construcción del macropuerto sea conveniente ahora que, después de treinta años, va a arrancar a un kilómetro de El Gorguel la regeneración de la Bahía de Portmán (municipio de La Unión), que fue colmatada por los estériles mineros de la empresa Peñarroya en lo que fue considerado uno de los mayores atentados ambientales de todo el Mediterráneo.
Cree el alcalde de La Unión que no es necesaria esa nueva gran dársena para contenedores puesto que la ampliación de la de Escombreras (Cartagena) puede ir más allá y cubrir las mismas necesidades que se prentenden solucionar con El Gorguel. Bernabé no se refiere a impactos ambientales. Solo habla de “impactos visuales” que tendrían los diques de El Gorguel sobre el nuevo polo de atracción turística que será la Bahía de Portmán cuando se complete su inminente regeneración.
Pero los grupos ecologistas sí ponen el acento en el daño ambiental. “La construcción del macropuerto no sólo dañaría irreversiblemente las praderas submarinas de posidonia que hay en la zona, sino que además las infraestructuras del puerto destruirían buena parte del entorno de la costera Sierra de la Fausilla, catalogada como LIC y ZEPA por la Unión Europea”, dice Pedro García Moreno, de Asociación Naturalista del Sureste de España (ANSE).
Otras fuentes del PP, bajo condición de anonimato, creen que no tiene ningún futuro el proyecto, a pesar de la utilización propagandística que su propio Gobierno hace del mismo y de su continua publicitación por parte del presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Adrián Ángel Viudes, un exempresario murciano, tataranieto del primer marqués de Río Florido que ocupa esa responsabilidad desde que el PP ganó las elecciones en Murcia, en 1996.
En Bruselas no querrán ni oír hablar del asunto en cuanto vean que La Fausilla es LIC y es ZEPA, en caso de que el Ministerio de Fomento de su visto bueno y lleve el proyecto a la Unión Europea, creen esas fuentes del PP consultadas por este diario. Otras más atrevidas, pero también con condición de anonimato, recuerdan que Viudes ya propuso en 1997 una regeneración de Portmán consistente en trasladar toneladas de esos estériles en contenedores flotantes para construir los muelles de la ampliación de Escombreras. Lo único que consiguió fue retrasar el proyecto, dicen las fuentes.
Tras años de lucha en Bruselas, esa histriónica ocurrencia del presidente de la Autoridad Portuaria cartagenera fue descartada y la ampliación de Escombreras se hizo a la manera tradicional. Aunque sigue sin terminar desde que se inició hace diez años y con actividad prácticamente nula a pesar de que se ganaron 50 hectáreas de terreno al mar, superficie equivalente a unos cien campos de fútbol, y que tuvo unos impactos ambientales destructivos como demostró en su momento la organización ANSE.
A pesar de ello, las cuentas del Puerto de Cartagena arrojan beneficios porque su negocio está ligado a la refinería de Repsol, recién ampliada, y las plantas de gas de Gas Natural. Las dudas que tienen algunas fuentes del PP son las mismas que, por otra parte, expresan fuentes marítimas sobre la supuesta rentabilidad de El Gorguel. Basan sus reticencias en la experiencia de la ampliación de Escombreras y en la gran competencia actual en el tráfico de contenedores en el Mediterráneo (Tánger-Med, Algeciras, Valencia, etcétera). Puestos a dudar, fuentes del sector inmobiliario privado tampoco tienen nada clara la viabilidad económica de la gran urbanización que se quiere construir en Marina de Cope, junto a Águilas, sesenta kilómetros al sur de Cartagena.
30.000 viviendas nuevas sin vender
Para poner en marcha esa urbanización, el Gobierno murciano cambió los límites del Parque Regional Marina de Cope (en la imagen), en 2001, lo que motivó un recurso de inconstitucionalidad presentado por 52 diputados socialistas y que aún está pendiente de dictamen. El proyecto, al que la administración autonómica acaba de dar su último visto bueno, consiste en construir una de las mayores urbanizaciones de todo el Mediterráneo, con 20.000 plazas turísticas para 40.000 personas, cinco campos de golf, un puerto deportivo y marina interiores sobre una superficie total de 21,2 millones de metros cuadrados.
El problema es sencillo: ¿Quién está dispuesto a invertir en ladrillo con los tiempos que corren? Y en una región que tiene a día de hoy 30.183 viviendas nuevas sin vender, según el último informe de la consultora Deloitte hecho público el jueves pasado.
Iberdrola es la propietaria de la mayoría de los terrenos, a caballo entre los municipios de Águilas y Lorca, los mismos en los que pretendió construir una central nuclear en los años 70 y se encontró con la oposición vecinal de toda Águilas. A la eléctrica se unió hace años Cajamurcia. Pero esta entidad, inmersa en su fusión en BNM con Caja de Granada, Sa Nostra y Caixa Penédès, anunció en septiembre pasado que ponía en venta sus terrenos, dentro del proceso de “salida del ladrillo” iniciado hace cuatro años.        
Los otros socios de Iberdrola, la valenciana Bancaja y CajaMadrid, ambas integradas en Bankia, no parecen en situación de iniciar grandes proyectos de ningún tipo. Fuentes inmobiliarias en Murcia aseguran que no tiene ninguna viabilidad actualmente construir la mayor urbanización del Mediterráneo español, más grande incluso que la famosa Marina D’Or valenciana. Como reconocía el jueves en portada un diario local “la construcción de 20.000 plazas turísticas entre Águilas y Lorca ya solo depende de que haya inversores”. Casi nada.
Respecto a la viabilidad económica, Pedro Luengo, de Ecologistas en Acción asegura que “al proyecto, según la legislación vigente, le sobran unas 5.112 viviendas, debido a un error en el cálculo de la edificabilidad que ha cometido el Gobierno regional, y del que advertimos a la Consejería de Obras Públicas hace meses, sin que se quiera dar por enterada”.
Así que el Gobierno murciano sigue en sus trece con Marina de Cope, a pesar de que la gran vía de comunicación que debía servir de acceso general a la zona, la autopista de peaje Cartagena-Vera, de 100 kilómetros, lleva funcionando de 2007 con una ocupación que no llega a un tercio de la prevista para ser rentable (9.000 vehículos diarios). Las cuentas oficiales de la concesionaria Aucosta intentan mantener que la autopista puede seguir funcionando así, aunque no sea rentable y tenga que devolver a las financieras 24 millones de euros al año.

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