SANTANDER.-
La entrada en vigor del Real Decreto Ley 18/12, de 11 de
mayo, sobre saneamiento y venta de los activos inmobiliarios del sector
financiero ya está teniendo consecuencias entre los grupos financieros
de tamaño mediano como Liberbank. Según fuentes consultadas, el banco de
Caja Cantabria, Banco Mare Nostrum, Unicaja-Banco Ceiss e Ibercaja-Caja
3 entrarán en pérdidas este año por el elevado volumen de provisiones
que les exige la nueva reforma, que se suman a las previstas por el
aprobado en febrero pasado por el Gobierno, revela hoy 'El Diario Montañés'.
De acuerdo con ambos decretos, los cuatro grupos
financieros -a los que el Gobierno ha instado a entablar conversaciones
para una hipotética fusión- deberán provisionar este mismo año 4.400
millones de euros, una cifra muy similar a la que el Gobierno le exige
al BBVA, el segundo grupo bancario del país. Las provisiones llegarán a
5.021 millones si se suman los 621 ya computados por Unicaja-Banco Ceiss
durante el primer trimestre del año.
Liberbank deberá hacer frente a provisiones por importe
de 961 millones de euros y Unicaja-Banco Ceiss (antiguas Caja España y
Caja Duero) a un total de 958 millones. BMN tendrá que provisionar a
1.319 millones e Ibercaja 1.164. El Gobierno exige que los bancos hagan
frente a esos saneamientos este año, salvo que se fusionen, para lo que
tendrán dos ejercicios.
De confirmarse esas cifras,el banco que comparten
Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria tendría hasta el 31 de
diciembre para disponer de un dinero que tiene que salir de los
resultados del grupo (opción insuficiente, porque el beneficio anual no
pasó de 308 millones en 2011 y presumiblemente será inferior este año)
y, en su defecto, de los recursos propios de la entidad. Como al mismo
tiempo la banca está obligada a mantener un nivel mínimo de
capitalización (8% o 10%, según tengan o no participación privada), las
entidades que sufran quebranto deberán buscar capital fresco en el
mercado (mediante la venta de activos con plusvalías o la captación de
accionistas). Si no lo encuentran, se verán obligadas a los préstamos
públicos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), a
devolver con un interés del 10% anual.
Las exigencias del Gobierno han provocado un elemento de
reflexión de cara a las fusiones todavía por fraguar, opinan fuentes del
sector, que creen que se puede llegar a replantear el escenario
conocido hasta ahora. Y están detrás de la suspensión por parte del
Ministerio de Economía de un encuentro previsto para ayer por la tarde
entre los presidentes de los cuatro grupos y responsables del Ministerio
de Economía. Liberbank, BMN, Unicaja e Ibercaja, en efecto, tendrán que
volver a elaborar sus planes de negocio y estimaciones para el
ejercicio de acuerdo con el impacto en sus cuentas de los dos decretos
de reforma. Y la fecha para presentar este nuevo plan ante el Banco de
España es el próximo 11 de junio.
La fusión de estas cuatro entidades daría lugar al quinto
grupo financiero del país con 270.000 millones de euros en activos y
conformaría un banco sistémico como el Santander, BBVA, Bankia y
Sabadell. Sería, por su tamaño, un grupo clave y esencial para el
funcionamiento del sistema financiero y la economía española.
La fusión, sin embargo, no es bien vista en ámbitos
financieros ni políticos ya que podría acarrear problemas adicionales.
Unicaja tiene pendiente la absorción de las cajas catellano-leonesas e
Ibercaja también se está fusionando con Caja 3. El gran tamaño de la
nueva entidad supondría no tanto mayor capacidad de resistencia como
unas exigencias más elevadas de solvencia en el entorno internacional.
Fuentes del sector llegan a equiparar un proceso de este tipo al que
generó en su día la recién nacionalizada BFA-Bankia, resultante de la
fusión de siete entidades de ahorro de condiciones dispares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario