VALENCIA. El proceso de venta de la histórica entidad financiera valenciana, el Banco de Valencia, ha despertado también el interés de la banca mediana española y en especial ahora de Banco Popular. Según las fuentes financieras consultadas por ValenciaPlaza.com, la entidad que preside Ángel Ron
jugará fuerte en una subasta en la que más que el interés por el
negocio y la red lo que pesa es el salvoconducto que ofrece
participar en una operación que lleva aparejada un potente esquema de
protección de activos.
"Banco Popular se ha comido al Pastor a
pulmón", explican desde el sector en referencia a la reciente abosorción
del banco de origen gallego sin ningún tipo de apoyo, como sí han
tenido Sabadell con CAM o BBVA con Unnim. "El esquema de protección de
activos que se ofrece para quedarse con Banco de Valencia [que protege
el 80% de las pérdidas generadas por los activos problemáticos con cargo
al Fondo de Garantía de Depósitos] es una herramienta que puede
resultar clave para que el Popular pueda afrontar las exigencias de
capital de la reforma financiera al tiempo que ganaría un año para realizar toda la digestión", aseguran las mismas fuentes.
La
reforma financiera aprobada el pasado febrero por el Gobierno obliga a
los bancos a provisionar su riesgo inmobiliario en 2012 con cargo a
resultados. Un esfuerzo estresante para no pocas entidades que pueden
aplazarlo a 2013 en caso de protagonizar una fusión en la que aumenten
al menos un 20% su tamaño. Los 25.000 millones de activos de Banco de Valencia se
convirtieron en un bocado apetecible para la banca mediana española.
Aunque el temor a que el agujero en el balance de Banco de Valencia
fuera inasumible frenó el interés durante unos meses (en los que
prácticamente BMN, liderada por Cajamurcia fue el único candidato firme)
en las últimas semanas y tras la valoración definitiva del FROB, el
banco valenciano ha vuelto a llamar la atención del sector.
A este
mayor interés del Popular se añade la poco velada intención del Gobierno
de impulsar una fusión entre BMN, Liberbank (Cajastur), Ibercaja y
Unicaja, al considerar que estas cuatro entidades en solitario no podrán
superar los requisitos de capital, lo que puede dificultar la puja por
una tercera entidad, en este caso Banco de Valencia, tanto por BMN como
de Liberbank, que también quiere entrar en el proceso.
El
Banco de Valencia encara una semana decisiva para su futuro con asuntos
clave por decidir. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria
(FROB) recibirá mañana viernes las ofertas no vinculantes de los
interesados en la subasta de la entidad. Sin embargo, antes de que estas
pujas sean firmes, el banco deberá pasar por el examen de la junta de
accionistas que se celebrará el lunes 14 de mayo.
En los últimos
días se han producido algunos contactos entre los accionistas históricos
del Banco de Valencia y sus gestores, un hecho que, hasta ahora, estaba
pendiente y que se ha desbloqueado con la llegada del nuevo
administrador del FROB, el 'cuarto hombre', que se ha instalado en la
sede de la calle Pintor Sorolla precisamente con el objetivo de preparar
una junta en la que se debe dar el visto bueno al plan de viabilidad.
José Antonio Iturriaga,
que hasta hace unas semanas estaba destinado por el Banco de España en
la CAM, ha iniciado contactos con accionistas de la entidad para
preparar una junta que se pretende transcurra sin demasiados
sobresaltos.
Para
ello, Iturriaga deberá limar asperezas tanto con los socios históricos
del banco, fundamentalmente los que ocupaban un puesto en el consejo,
como con la mayor parte de la masa social. En ese punto, el papel que
pueda jugar la asociación Pro Banco de Valencia puede
ser deteminante, dado que con su actividad en los últimos meses ha
concentrado un importante número de respaldos que, en todo caso, deben
aún ratificarse.
Pro Banco de Valencia ha convocado para el próximo 8 de mayo una asamblea informativa en el Teatro Principal (justo frente a la sede del banco) en la que se tomará una posición ante la junta. La asociación de pequeños accionistas también ha abierto el plazo para recibir delegaciones de voto, que se
pueden formalizar hasta el día 10 del mes que está a punto de empezar.
Pero el otro gran punto que está por desvelarse es la posición que adoptará el que aún es accionista de referencia: Banco Financiero y de Ahorros (BFA, matriz de Bankia).
Aparentemente nada ha cambiado respecto al encontronazo entre los dos
grandes socios del banco, Bancaja y Caja Madrid, a cuenta precisamente
de la crisis y posterior intervención del banco valenciano.
La
pieza que durante estos meses de tensión se ha considerado clave para
desbloquear la crisis -y facilitar una salida lo menos traumática
posible para el resto de socios de la histórica entidad financiera
valenciana- sigue estando en la misma posición del engranaje. José Luis Olivas mantiene la presidencia de Bancaja
y precisamente hoy jueves afronta un nuevo consejo de administración
en el que, cuanto menos, la caja de ahorros debería marcar una posición
que defender en el seno de BFA a la hora de fijar el voto en la junta
del Banco de Valencia.
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