En medio de la crisis económica, en Europa ha comenzado ya la pelea por los fondos de cohesión en el periodo 2014-2020, un asunto en el que a España le va mucho. Se da por descontado que con las nuevas Perspectivas Financieras, es decir con el nuevo Presupuesto comunitario, para ese periodo nuestro país pasará a ser, por vez primera, contribuyente neto. Desde que entró en la UE, España ha recibido fondos europeos a un ritmo del 1 por ciento del PIB al año (unos 10.000 millones de euros anuales), algo en lo que no es superada por ningún país.
Pero esos tiempos están a punto de terminar. Y ahora, se trata ahora de evitar que algunas de las regiones que han venido siendo receptoras de fondos estructurales hasta la fecha, dejen de hacerlo porque ya superan, o habrán superado en 2014, el 75 por ciento de la renta per cápita media de la UE. Es el caso de Andalucía, Castilla-La Mancha, Galicia y Murcia. Sólo Extremadura queda por debajo de ese porcentaje y no se vería afectada.
El secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, lleva meses empeñado en conseguir que el resto de los socios acepten la propuesta de la Comisión Europea de que se cree un nuevo grupo de “regiones en transición” para las que tienen un PIB per cápita entre el 75 y el 90 por ciento. Este grupo recibiría menos de lo que recibe hasta ahora, pero seguiría siendo beneficiario de fondos comunitarios. Andalucía, Castilla-La Mancha y Galicia, podrían obtener dos tercios de lo que reciben ahora y Murcia, que está ya en el 85 por ciento de renta, algo menos.
A López Garrido no le está quedando mucho tiempo para echar una mano a sus compañeros de candidatura del PSOE por Madrid, porque anda ocupado en recabar apoyos y en asistir a las reuniones en las que los Veintisiete comienzan a debatir este asunto. La última fue el pasado martes, día 15, y según el secretario de Estado, nadie se ha opuesto públicamente a que se establezca ese nuevo grupo de regiones, que defiende un bloque de países en el que están, además de España, Bulgaria, República Checa, Estonia, Grecia, Letonia, Lituania, Malta, Portugal, Rumanía, Eslovaquia, Eslovenia y Hungría.
El debate sobre las Perspectivas Financieras, será, junto el que afecta a la Política Agrícola Común, uno de los grandes asuntos que deberá afrontar el nuevo Gobierno que salga del 20-N, y ya se apunta un peligro claro para los intereses españoles: la llamada “condicionalidad macroeconómica”. Es decir, la pretensión. avanzada por la Comisión Europea el pasado mes de octubre, de congelar las ayudas regionales a los países expedientados por déficit excesivo que no apliquen las recomendaciones de la UE para corregir la situación a partir de 2014 con el objetivo de prevenir futuras crisis de deuda.
España sería uno de los más afectados por esa medida y, por ello, López Garrido, expresó su rechazo a la misma, asegurando que no es equitativa, porque “desvincula al fondo de cohesión de sus objetivos reales y lo conecta más bien con la capacidad de control de la Comisión de esos fondos".
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