MADRID.- La nacionalización de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) ha provocado que el Banco de España pase a controlar el 100% de Crédito Inmobiliario, una sofol mexicana que la entidad alicantina compró en 2009. La compra, realizada tras la quiebra de Lehman, obligó a la CAM a un desembolso de 145 millones de euros, cifra que posteriormente aumentó en otros 150 millones a través de una ampliación de capital.
Una compra que un abogado español, Diego de Ramón, considera sospechosa de lavado de dinero, por lo que ha pedido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y al propio Banco de España una investigación rigurosa, según www.americaeconomica.com
El Banco de España decidió la semana pasada intervenir la CAM, la entidad española con peor ratio de solvencia, para capitalizarla con la aportación de 2.800 millones de euros mediante la compra de acciones y abrir posteriormente un proceso para adjudicarla al mejor postor, según ha indicado la institución en un comunicado oficial.
La actividad de Crédito Inmobiliario, que se encontraba hace tres años entre las cinco primeras Sofoles de México, está centrada en la concesión de líneas de financiación para empresas y particulares, tanto a clientes ya implantados en México como a particulares y empresas españolas que tengan intención de desarrollar su actividad en ese país.
Una compra que un abogado español, Diego de Ramón, considera sospechosa de lavado de dinero, por lo que ha pedido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y al propio Banco de España una investigación rigurosa, según www.americaeconomica.com
El Banco de España decidió la semana pasada intervenir la CAM, la entidad española con peor ratio de solvencia, para capitalizarla con la aportación de 2.800 millones de euros mediante la compra de acciones y abrir posteriormente un proceso para adjudicarla al mejor postor, según ha indicado la institución en un comunicado oficial.
La actividad de Crédito Inmobiliario, que se encontraba hace tres años entre las cinco primeras Sofoles de México, está centrada en la concesión de líneas de financiación para empresas y particulares, tanto a clientes ya implantados en México como a particulares y empresas españolas que tengan intención de desarrollar su actividad en ese país.
No en vano, como destacó la CAM en un comunicado en 2009, “la adquisición de esta sociedad es un paso más en la labor que desarrolla la Entidad para acompañar a los clientes en sus procesos de expansión fuera de nuestras fronteras”.
Las cosas no salieron como planeaban los gerifaltes de la CAM. Tal como señala MadridCapital.com, la CAM tuvo que invertir esos 150 millones de euros para cubrir las enormes pérdidas que Crédito Hipotecario tuvo por la crisis de las hipotecas subprimes que azotó EEUU desde 2008 y por la escasa capacidad de financiación a que tenía acceso.
Es decir, el mismo año que la caja española compró la firma mexicana, tuvo que “tapar” un agujero extra provocado por las pérdidas de la recién adquirida empresa, que rondaba los 120 millones de euros. Una operación sospechosa que De Ramón considera que debería ser investigada por el la CNMV española y por el propio Banco de España.
Tras la nacionalización de la CAM, es la institución central española la que pasa a controlar Crédito Hipotecario. Los desmanes de la caja alicantina pueden convertirse en un dolor de cabeza para el Banco de España, que tendrá que decidir si se pone los guantes y rebusca entre las operaciones emprendidas en los últimos años por la CAM para averiguar si cumplieron con la legalidad.
Uno de los ejemplos más paradigmáticos de la delirante gestión de los directivos de la CAM se produjo tras comprar el parque temático Terra Mítica, en 2000, por 420 millones de euros. Cuatro años más tarde, en 2004, la caja intentaba venderlo por 70 millones.
Las cosas no salieron como planeaban los gerifaltes de la CAM. Tal como señala MadridCapital.com, la CAM tuvo que invertir esos 150 millones de euros para cubrir las enormes pérdidas que Crédito Hipotecario tuvo por la crisis de las hipotecas subprimes que azotó EEUU desde 2008 y por la escasa capacidad de financiación a que tenía acceso.
Es decir, el mismo año que la caja española compró la firma mexicana, tuvo que “tapar” un agujero extra provocado por las pérdidas de la recién adquirida empresa, que rondaba los 120 millones de euros. Una operación sospechosa que De Ramón considera que debería ser investigada por el la CNMV española y por el propio Banco de España.
Tras la nacionalización de la CAM, es la institución central española la que pasa a controlar Crédito Hipotecario. Los desmanes de la caja alicantina pueden convertirse en un dolor de cabeza para el Banco de España, que tendrá que decidir si se pone los guantes y rebusca entre las operaciones emprendidas en los últimos años por la CAM para averiguar si cumplieron con la legalidad.
Uno de los ejemplos más paradigmáticos de la delirante gestión de los directivos de la CAM se produjo tras comprar el parque temático Terra Mítica, en 2000, por 420 millones de euros. Cuatro años más tarde, en 2004, la caja intentaba venderlo por 70 millones.
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