LONDRES.- Puede que no sepan lo que quieren, pero están empezando a conseguirlo". Con estas palabras el semanario The Economist define al movimiento de los indignados, a los que la publicación británica califica como los más "serios" de Europa.
En el artículo, recogido en el último número de la revista, se detallan algunas de las "victorias" del movimiento y se valora el hecho de que sus "educados" miembros las hayan conseguido sin la necesidad de lanzar piedras o ser reprimidos por gases lacrimógenos.
De los logros del movimiento, The Economist señala algunos de los anuncios del candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Entre ellos, la reforma electoral basada en el modelo alemán y su alusión a la responsabilidad de los bancos en la crisis hipotecaria. Un guiño a las protestas que la publicación califica de "educado", pero del que critica sus "trazas de populismo". Además, el semanario atribuye a la presión ejercida por el 15-M la rápida aprobación en el Congreso de medidas de protección para los embargados o el impulso al anteproyecto de Ley de
Pero la publicación tampoco ignora los puntos débiles del 15-M y recuerda las protestas frente al Congreso en las que había "más diputados dentro [de la Cámara] que manifestantes fuera [de ella]". También critica a los indignados su falta de concreción a la hora de afirmar "qué representan" y su sistema asambleario "terriblemente lento". El artículo subraya que el vicepresidente Manuel Chaves comparó las asambleas del 15-M con las del ficticio Frente Popular de Judea que aparece en la comedia La vida de Brian.
No obstante, recuerda que el 80% de los españoles apoyan al movimiento y destaca las "buenas maneras" como su punto fuerte, a pesar de incidentes violentos como el bloqueo del Parlament de Catalunya, que, según el semanario, no han minado la popularidad del 15-M.
La simpatía que generan los indignados, prosigue, tiene que ver con su conexión con el malestar que sienten muchos ciudadanos españoles hacia los políticos, que trasciende la ideología "izquierdista" incluso de "extrema izquierda", afirma- de muchas de sus propuestas.
"No sólo la gente de izquierdas está indignada", prosigue el artículo.
En este sentido, el texto contrapone la buena acogida que ha tenido al 15-M con el escaso 4% de votos que obtiene Izquierda Unida en las urnas. El semanario también da cuenta de los motivos de indignación entre los que señala la corrupción de las administraciones locales y autonómicas, el desvío de fondos de la SGAE o el caso Botín, según recoge 'Público', de Madrid.
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