VALENCIA.- Los nuevos administradores de la CAM nombrados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) siguen tomando medidas para sanear la entidad y garantizar su viabilidad, y uno de los primeros asuntos que se ha abordado es la posible fuga de depósitos.
Aunque lo cierto es que no se están produciendo las retiradas de efectivo que se esperaban tras la nacionalización -fue uno de los motivos por el que se concedió una línea de crédito de 3.000 millones a la caja-, los nuevos gestores saben que cualquier pérdida supone agravar la ya muy delicada situación de la entidad.
Por eso han dado orden de que todas las oficinas comuniquen diariamente las solicitudes de retiradas de fondos de cierta importancia para que un responsable de la entidad pueda ponerse en contacto con esos clientes y trate de convencerlos para que mantengan su saldo. También se ha pedido que se comuniquen los depósitos a plazo que venzan para intentar retenerlos, según el diario 'Levante'.
Por otra parte, Gestimed, la gestora de fondos y de sicav (sociedad de inversión de capital variable) de Caja Mediterráneo, ha sido una de las firmas del sector más perjudicadas en España por la fuga de capitales que se ha producido desde el inicio de la crisis económica en el verano de hace cuatro años.
Según publicaba el pasado lunes el diario económico Expansión, la firma de Caja Mediterráneo ha pasado de gestionar casi 2.500 millones de euros en junio de 2007 hasta los 562 millones que tenía en el mismo mes de 2011. Este descenso implica una caída del 75,6 %. Solo Caixa Penedés, con una disminución del 76,8 % tiene un peor registro que la caja.
Por contra, en el segundo lugar de entre las gestoras que más patrimonio han ganado se encuentra la valenciana Nordkaap, presidida por Enrique Lucas y participada por el Banco de Valencia. Ha crecido un 283,7 %.
El citado rotativo apunta que la pérdida patrimonial de la CAM se debió a los reembolsos netos realizados por sus clientes, valorados en 2.076 millones en los últimos cuatro años, y no por la pérdida de valor de las carteras invertidas.
La salida de partícipes de Gestimed ha llegado por dos vías: el cambio de clientes a otras entidades, que llevan consigo el patrimonio invertido en fondos, y el trasvase de partícipes a otros productos de CAM, como los depósitos, que la caja ha primado de manera especial (hasta un 4%). La fuga de clientes se intensificó tras la ruptura del Banco Base con Cajastur en marzo y ante los rumores de entrada del FROB en su capital.
La agencia de medición de riesgos Moody's cree que la intervención de CAM no impide que siga siendo «vulnerable» ante las potenciales pérdidas que le podría ocasionar su «significativa exposición» al sector inmobiliario».
Moody's hizo esta consideración en un informe, en el que mantiene la calificación de la deuda a largo plazo de la CAM al nivel del «bono basura» y avisa de que podría aplicar nuevas rebajas porque todos sus ‘ratings’ tienen «perspectiva negativa».
Por otra parte, Gestimed, la gestora de fondos y de sicav (sociedad de inversión de capital variable) de Caja Mediterráneo, ha sido una de las firmas del sector más perjudicadas en España por la fuga de capitales que se ha producido desde el inicio de la crisis económica en el verano de hace cuatro años.
Según publicaba el pasado lunes el diario económico Expansión, la firma de Caja Mediterráneo ha pasado de gestionar casi 2.500 millones de euros en junio de 2007 hasta los 562 millones que tenía en el mismo mes de 2011. Este descenso implica una caída del 75,6 %. Solo Caixa Penedés, con una disminución del 76,8 % tiene un peor registro que la caja.
Por contra, en el segundo lugar de entre las gestoras que más patrimonio han ganado se encuentra la valenciana Nordkaap, presidida por Enrique Lucas y participada por el Banco de Valencia. Ha crecido un 283,7 %.
El citado rotativo apunta que la pérdida patrimonial de la CAM se debió a los reembolsos netos realizados por sus clientes, valorados en 2.076 millones en los últimos cuatro años, y no por la pérdida de valor de las carteras invertidas.
La salida de partícipes de Gestimed ha llegado por dos vías: el cambio de clientes a otras entidades, que llevan consigo el patrimonio invertido en fondos, y el trasvase de partícipes a otros productos de CAM, como los depósitos, que la caja ha primado de manera especial (hasta un 4%). La fuga de clientes se intensificó tras la ruptura del Banco Base con Cajastur en marzo y ante los rumores de entrada del FROB en su capital.
La agencia de medición de riesgos Moody's cree que la intervención de CAM no impide que siga siendo «vulnerable» ante las potenciales pérdidas que le podría ocasionar su «significativa exposición» al sector inmobiliario».
Moody's hizo esta consideración en un informe, en el que mantiene la calificación de la deuda a largo plazo de la CAM al nivel del «bono basura» y avisa de que podría aplicar nuevas rebajas porque todos sus ‘ratings’ tienen «perspectiva negativa».
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