MADRID.- Los nuevos test de estrés que se aplicarán al sistema financiero español pueden servir de catalizador para un nuevo proceso de integraciones de cajas de ahorros y provocar la nacionalización de alguna de estas entidades, según un informe de Bank of America (BoA) Merrill Lynch.
El banco estadounidense calcula que los resultados de las pruebas de resistencia pondrán de manifiesto la necesidad de nuevo capital en las cajas de ahorros por importe de 42.800 millones de euros, de los que el 30% (13.000 millones) corresponderían al grupo que lidera Caja Madrid.
Este escenario base del informe de Merril Lynch titulado 'Hoja de Ruta de las Cajas III' asume una pérdida del 15% en los activos ponderados por riesgo y la necesidad de establecer el capital de máxima calidad ('Tier 1') de las entidades en el 8,5%.
Expertos consultados destacan que los escenarios contemplados por el banco son demasiado estresados y superan ampliamente los requerimientos de capital necesarios en la actualidad para cumplir la normativa vigente actual. Asimismo, plantean hipótesis que los reguladores no incorporan en sus previsiones.
En un escenario "catastrófico" en el que los precios inmobiliarios se desplomaran un 75% y las pérdidas por deterioro de activos se elevaran a 161.000 millones, las necesidades de capital podrían elevarse a un total de 80.000 millones, según sus cálculos.
Por entidades y en función de su escenario base, la mayor necesidad de capital corresponde a Banco Financiero y de Ahorro, la entidad bajo la que se aglutina la fusión que lideran Caja Madrid y Bancaja (13.000 millones), seguida de La Caixa (8.100 millones).
A continuación se situarían CatalunyaCaixa (4.300 millones), Mare Nostrum (3.100 millones), Breogán (2.600 millones), Banca Cívica (2.300 millones), Espiga (1.800 millones) e Ibercaja (1.800 millones de euros), y Unimm (1.600 millones de euros).
Merrill Lynch afirma que la capacidad de las cajas de elevar su capital a través del sector privado depende de la situación de cada una, pero recuerda que el coste (7,75%) de los recursos del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) equivale al del bono español a cinco años más 500 puntos básicos.
Teniendo en cuenta este coste financiero, el banco estadounidense considera en su análisis que "la intervención por parte del regulador parece bastante probable y en algunos casos podría resultar en nacionalización y más consolidación".
Sobre la situación de liquidez, especifica que las cajas de ahorros tienen vencimientos a lo largo de este año por importe global de 31.000 millones de euros, lo que supone el 14% del total, a los que se suman otros 46.000 millones que deben afrontar en 2012.
La firma considera que la reestructuración de las cajas de ahorros es positiva para los bancos cotizados, porque éstos pueden arañar cuota de mercado y acabar haciéndose con activos de las cajas de ahorros.
Por otro lado, destaca que el riesgo sistémico del sector financiero español se vería reducido y que si las cajas salen a bolsa se someterán al escrutinio de los mercados. A su parecer, Santander y BBVA podrían resultar beneficiarios de una bien ejecutada reestructuración de las cajas.
En cuanto a la exposición de las cajas la construcción y promocion inmobiliaria, especifica que se eleva a un total de 302.000 millones de euros, lo que supone el 27% de la cartera crediticia. Los activos inmobiliarios adquiridos y adjudicado alcanzan 54.000 millones.
La duda de Fitch
Fitch duda de que el dinero público que han recibido hasta ahora las cajas de ahorros a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) sea suficiente.
Hasta el momento, "los procesos de integración sólo han necesitado fondos del FROB equivalentes al 2% de sus activos ponderdos por riesgo, lo que puede no ser suficiente en determinadas instituciones", dice en un informe sobre la banca del Sur de Europa.
La agencia indica que pese a los recursos inyectados a las cajas a través del FROB en forma de participaciones preferentes, "es previsible que los niveles de capital se mantengan bajos en las cajas españolas".
Según Fitch, una de las principales preocupaciones de los inversores ha sido la elevada exposición de la banca española al sector de la construcción y la promoción inmobiliaria, así como la incapacidad de las cajas de incrementar su capital.
El éxito de los nuevos grupos nacidos de las integraciones de cajas para elevar su capital en el futuro dependerá de que se logre restaurar la confianza de los mercados, indica el estudio sobre perspectivas en 2011.
A su parecer, el hecho de que la reestructuración del sistema español de las cajas de ahorro se saldara con éxito, "con más inyecciones sustanciales de capital", podría mejorar la perspectiva de calificación crediticia de dichas entidades.
Fitch le ha otorgado una perspectiva negativa a la calificación del sector de las cajas de ahorro en general porque se ha visto "severamente afectado" por el colapso del sector de la vivienda y se encuentra en un proceso de reestructuración". La mayoría de las cajas cuenta con rating en la franja del 'BBB'.
En cuanto a la liquidez, la agencia pronostica además que el conjunto de las entidades financieras españolas sufrirá dificultades para acceder a los mercados mayoristas de financiación, con emisiones más caras, aunque especifica que los grandes bancos mantendrán su acceso a lo largo de 2011.
"La mayoría de los bancos medianos y de las cajas de ahorro todavía son incapaces de emitir" deuda en los mercados y "será muy difícil y costoso para ellos lograr financiación a largo plazo", pronostica.
La firma considera que tanto la aplicación del FROB como la ley de cajas han proporcionado al sistema financiero español una amplia gama de instrumentos en pro de la estabilidad, a lo que se añade el proceso de integración de cajas.
Aunque estos cambios han supuesto un gran paso adelante, el acceso al mercado de la liquidez se mantendrá difícil y el sistema financiero encara el reto de restaurar la confianza de los inversores mayoristas, sostiene.
Finalmente, las cajas de ahorros españolas deberían aprovechar la reestructuración del sistema financiero español para "poner su casa en orden", desprenderse de sus participaciones industriales y regresar a su negocio tradicional, según afirma el diario británico 'Financial Times' en uno de sus editoriales.
"Si alguna vez ha existido un momento para abrazar el siglo XXI, poner sus casas en orden y regresar al negocio bancario local, es ahora, a medida que sus tribulaciones se han convertido en centrales en la crisis de la zona euro", señala el rotativo, que critica el hecho de que a pesar del proceso de reestructuración al que se enfrentan algunas cajas, se muestran remisas a reducir su papel en el panorama industrial del país.
La duda de Fitch
Fitch duda de que el dinero público que han recibido hasta ahora las cajas de ahorros a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) sea suficiente.
Hasta el momento, "los procesos de integración sólo han necesitado fondos del FROB equivalentes al 2% de sus activos ponderdos por riesgo, lo que puede no ser suficiente en determinadas instituciones", dice en un informe sobre la banca del Sur de Europa.
La agencia indica que pese a los recursos inyectados a las cajas a través del FROB en forma de participaciones preferentes, "es previsible que los niveles de capital se mantengan bajos en las cajas españolas".
Según Fitch, una de las principales preocupaciones de los inversores ha sido la elevada exposición de la banca española al sector de la construcción y la promoción inmobiliaria, así como la incapacidad de las cajas de incrementar su capital.
El éxito de los nuevos grupos nacidos de las integraciones de cajas para elevar su capital en el futuro dependerá de que se logre restaurar la confianza de los mercados, indica el estudio sobre perspectivas en 2011.
A su parecer, el hecho de que la reestructuración del sistema español de las cajas de ahorro se saldara con éxito, "con más inyecciones sustanciales de capital", podría mejorar la perspectiva de calificación crediticia de dichas entidades.
Fitch le ha otorgado una perspectiva negativa a la calificación del sector de las cajas de ahorro en general porque se ha visto "severamente afectado" por el colapso del sector de la vivienda y se encuentra en un proceso de reestructuración". La mayoría de las cajas cuenta con rating en la franja del 'BBB'.
En cuanto a la liquidez, la agencia pronostica además que el conjunto de las entidades financieras españolas sufrirá dificultades para acceder a los mercados mayoristas de financiación, con emisiones más caras, aunque especifica que los grandes bancos mantendrán su acceso a lo largo de 2011.
"La mayoría de los bancos medianos y de las cajas de ahorro todavía son incapaces de emitir" deuda en los mercados y "será muy difícil y costoso para ellos lograr financiación a largo plazo", pronostica.
La firma considera que tanto la aplicación del FROB como la ley de cajas han proporcionado al sistema financiero español una amplia gama de instrumentos en pro de la estabilidad, a lo que se añade el proceso de integración de cajas.
Aunque estos cambios han supuesto un gran paso adelante, el acceso al mercado de la liquidez se mantendrá difícil y el sistema financiero encara el reto de restaurar la confianza de los inversores mayoristas, sostiene.
Finalmente, las cajas de ahorros españolas deberían aprovechar la reestructuración del sistema financiero español para "poner su casa en orden", desprenderse de sus participaciones industriales y regresar a su negocio tradicional, según afirma el diario británico 'Financial Times' en uno de sus editoriales.
"Si alguna vez ha existido un momento para abrazar el siglo XXI, poner sus casas en orden y regresar al negocio bancario local, es ahora, a medida que sus tribulaciones se han convertido en centrales en la crisis de la zona euro", señala el rotativo, que critica el hecho de que a pesar del proceso de reestructuración al que se enfrentan algunas cajas, se muestran remisas a reducir su papel en el panorama industrial del país.
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