MADRID.- Aunque el 81% de los jóvenes inmigrantes se sienten integrados en España, un 37% se considera tratado con desprecio, desconfianza y agresividad, según se desprende de un estudio de la Fundación SM.
En el estudio dedicado a los jóvenes inmigrantes, que la Fundación SM realizaba por vez primera, se ha recurrido a una muestra de 503 y de las mismas edades que los españoles.
El 91% de los inmigrantes jóvenes reconoce que le quitan el trabajo a los españoles, el 87% confiesa que tiene intención de quedarse en España y el 77% piensa que deben esforzarse para adaptarse a la cultura y las costumbres españolas, y no al revés.
Los amigos, la salud y la familia son fundamentales en su vida, la política no les preocupa lo más mínimo y, entre los problemas que podrían amenazar su futuro, citan el paro, el racismo y la xenofobia, en el 76% de los casos, y en porcentajes similares, en torno al 70%, la violencia juvenil o la calidad en el empleo.
Aceptan, en general, todas las formas de familia, excepto aquellas formadas por personas del mismo sexo, que no consideran familias como tal. El 81% afirma que cree en Dios y el 57% confía mucho o bastante en la Iglesia católica.
Aunque se creen integrados, no se sienten todavía españoles -sólo uno de cada cuatro confiesa sentirse tan español como de su nacionalidad de origen-, y sobre el trato que reciben el 45% opina que es de interés, amabilidad y normalidad.
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