VALENCIA.- El banco resultante de la constitución del Sistema Institucional de Protección (SIP) de Caja Mediterráneo (CAM), Grupo Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria se creará a finales de 2010 o a principios de 2011 "como muy tarde".
Así se lo han trasladado los presidentes de las cuatro integrantes al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en la reunión que han mantenido en Valencia para informarle sobre la evolución del proceso de creación de la entidad, como ya hicieron con las autoridades autonómicas de Cantabria y Asturias y tienen previsto hacer con las de Extremadura en los próximos días.
En declaraciones a los periodistas al término del encuentro celebrado en Valencia, el presidente del SIP y de la caja alicantina, Modesto Crespo, ha manifestado la entidad central del SIP se creará "como muy tarde" a principios de 2011.
Crespo ha aseverado que los trámites para creación de ese banco marchan "perfectamente", aunque todavía desconocen la denominación que recibirá. "Estamos haciendo las reuniones que nos lleven a crear, como muy tarde esperamos que a principios de año, ese banco que será el que emane de la fusión de las cuatro cajas", ha dicho.
En la reunión han participado Camps, Crespo, el vicepresidente primero del Consell y titular de Industria, Comercio e Innovación, Vicente Rambla; el secretario autonómico de Economía y Presupuestos, José Manuel Vela; el vicepresidente primero del SIP y presidente de Caja Extremadura, Víctor Bravo; el vicepresidente segundo del SIP y presidente de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio; el consejero delegado del SIP y presidente de Cajastur, Manuel Menéndez; y el director general de CAM, Roberto López.
Según han informado en un comunicado, los dirigentes del SIP han comunicado a Camps que la creación de su entidad central "se prevé para finales de 2010" y supondrá la constitución del tercer grupo financiero de cajas de España y el quinto del sector financiero español, con un volumen de activos superior a los 135.000 millones de euros y un volumen de negocio en torno a 177.000 millones de euros.
La nueva entidad nace como un grupo consolidable de entidades de crédito en el que las integrantes ponen en común el cien por cien de los beneficios, comprometen la totalidad de sus recursos propios en la solvencia de la nueva entidad, y establecen un compromiso recíproco de liquidez.
No obstante, cada caja mantendrá su personalidad jurídica, su implantación regional de negocio minoristas, así como sus órganos de gobierno y obra social.
La operación, que se desarrollará a través de la creación de ese nuevo banco, permitirá "fortalecer la solvencia del grupo" y anticiparse así a los requerimientos de Basilea III, han resaltado las mismas fuentes.
Además, han subrayado que la agrupación de las cuatro entidades presenta una "diversificación de riesgos, tanto geográfica como sectorial", y una "ausencia de solapamiento de clientes" que supondrán "mayores oportunidades para empresas y familias en sus territorios de origen".
Las integrantes del SIP han remarcado que la "complementariedad" de sus redes comerciales y oficinas "supone un reforzamiento de la actividad en mercados relevantes como Madrid o Cataluña".
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