Para "evitar la desaparición de las empresas que quedan", los productores españoles, representados en el Comité de Tomate de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex), se han reunido hoy en Murcia como resultado de una convocatoria urgente debido a que este miércoles, 16 de septiembre, el acuerdo de asociación ha llegado al Colegio de Comisarios de la UE, que tendrá que decidir sobre el mismo.
Los productores no pretenden que Marruecos deje de exportar sus tomates a la Unión Europea, sino que se conforman con que "se respete el acuerdo vigente" que "se incumple sistemáticamente", según el presidente del Comité Nacional de Tomate de Fepex, José Hernández, quien compareció en rueda de prensa junto al presidente de Fepex, Jorge Brotons y el presidente de Proexport, Juan Marín.
La estrategia que han acordado llevar adelante incluye, entre otras cosas, convocar al Grupo Europeo de Tomate -que agrupa productores del sector de Bélgica, España, Francia, Holanda, Polonia, y Reino Unido- a una reunión el próximo 28 de octubre en Madrid con el objetivo de que informen a sus respectivos gobiernos de las consecuencias negativas que supone el Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y Marruecos.
En la reunión, los presidentes y representantes de las principales zonas productoras de tomate españolas (Andalucía, Canarias, Comunidad Valenciana y Región de Murcia) han manifestado que el contenido del Acuerdo incluye concesiones adicionales al texto en vigor que acabarán con las producciones mediterráneas, ya que no afectan exclusivamente al tomate sino a otros productos.
El objetivo es "denunciar las consecuencias desastrosas que para el tejido productivo del Mediterráneo ocasionará la aprobación del acuerdo y solicitar al Parlamento Europeo que no lo ratifique", según los productores, quienes aseguran que esta cámara parlamentaria es la última oportunidad para que el acuerdo sea rechazado, puesto que dio por seguro la aprobación de la Comisión Europea, y desestimó la opción del Gobierno de España.
De hecho, Brotons manifestó que España es de los países "menos beligerantes" contra la aprobación del acuerdo, aunque el convenio "no se alcanzaría con su oposición", y Hernández explicó que la Comisión Europea es "el padre de la criatura", por lo que coincidieron en señalar que el Parlamento Europeo es "el último organismo práctico al que recurrir", al tiempo que descartaron otras formas de movilización como las manifestaciones.
Y es que el Parlamento cuenta con la competencia de aceptar o rechazar este convenio. Precisamente, el acuerdo entre Marruecos y la UE llegará al Parlamento Europeo en un plazo de dos meses después de ser aprobado por el Colegio de Comisarios donde ha llegado este miércoles, y de recibir el visto bueno del Consejo de Ministros, por lo que Hernández apuntó que "el tiempo se acaba".
En la reunión de hoy en Murcia, los productores de tomate también han acordado comparecer ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo el próximo 9 de noviembre para defender la necesidad de que se realice una reforma urgente de los precios de entrada, para que los productos importados de Marruecos respeten los precios mínimos de exportación, que actualmente se sitúan en 46 euros por cada cien kilogramos y que se incumplen "sistemáticamente", según Hernández.
Para demostrar este incumplimiento, Hernández manifestó que la última campaña del tomate de Maruecos hasta diciembre transcurrió con normalidad, pero indicó que el 2 de noviembre se produjeron unas lluvias en Marruecos que afectaron sensiblemente al sector. Así, desde diciembre en adelante, las exportaciones de tomate "se acercaron a lo que marca el convenio".
En concreto, criticó que hace dos campañas, Marruecos exportó 365.000 toneladas de tomate, con 182.000 autorizadas según Eurostat, y la última campaña "se quedaron en 260.000, pero no distribuidas linealmente, sino que la bajada se produjo de diciembre en adelante". Por ello, los productores españoles se beneficiaron de esta bajada y lograron salvar su campaña.
El presidente del Comité Nacional de Tomate de Fepex explicó que este precio "es más bajo que el precio comunitario, y mucho más bajo que los costes de producción de España y de Europa en general". Por eso, indicó que uno de los objetivos es modificar el reglamento de los precios de entrada.
Este acuerdo "va especialmente contra los intereses de los productores españoles de tomate", según Brotons, quien señaló que el "único empeño" de los productores es "seguir manteniendo la estructura de producción agrícola en España, que da trabajo a más de 100.000 personas, y que actualmente tiene como única alternativa para competir "no dejar de innovar y de tecnificarse", precisó.
Durante el primer semestre de 2010, la principal hortaliza exportada, el tomate, cayó un 15 por ciento en volumen, totalizando 483.992 toneladas mientras que el valor se estabilizó, situándose en 539 millones de euros, la misma cantidad que en el primer semestre de 2009.
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