La CAM ha defendido por activa y por pasiva durante las últimas semanas que la presión del banco emisor existe para todas las entidades y que las prisas obedecen a que el plazo para aprovechar las ayudas del Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB) concluye el 30 de junio. Otras fuentes consultadas apuntaban durante el proceso que era el Banco de España el que buscaba presentar algún éxito de tamaño, sobre todo tras el pacto entre Zapatero y Rajoy.
El presidente de la CAM, Modesto Crespo, aseguraba el jueves que en las últimas semanas había habido muchas oportunidades de cerrar una alianza estratégica y que cada una comportaba comentar con el Banco de España "la viabilidad de ese proyecto posible para poder entrar en una negociación más extensiva". Pero aseguró que eran "meras consultas", nunca presiones y que "en absoluto" tuvieron ningún signo de posible intervención. Otras fuentes financieras sitúan la relación con el Banco de España en un escenario mucho más tenso.
La CAM tienen un índice de morosidad menor que los de Bancaja y Caja Madrid, una ratio de cobertura mucho mayor y un coeficiente de solvencia superior al de la entidad madrileña. Con estas cuentas, sería inexplicable una presión mayor que sobre otras entidades por parte del Banco de España. Hay fuentes en el sector financiero que apuntan que no siempre los datos oficiales reproducen la realidad completa. Y ponen un ejemplo: Caja Castilla-La Mancha declaró 30 millones de beneficio en 2008, pero tras la intervención la cifra se mutó en 300 millones de pérdidas.
La proactividad del Banco de España, en cualquier caso, en estos momentos está fuera de toda duda. Al día siguiente de anunciarse el SIP de CAM, Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, el banco supervisor lanzó un mensaje al sector financiero. Bancos y cajas tendrán que acelerar las provisiones que hacen cuando los clientes dejan de hacer frente a sus obligaciones financieras. El plazo de entre dos y seis años se reduce a uno, una medida que supone un golpe para las cajas con peso del ladrillo en sus balances.
Modesto Crespo, el presidente de Caja Mediterráneo (CAM), ha puesto el colofón a una carrera meteórica con la integración de la entidad alicantina en el grupo que constituirá la tercera caja española. El empresario ilicitano, que comenzó su andadura con un concesionario de automóviles, ha sido capaz de reflotar en apenas ocho años a la Institucional Ferial Alicantina, modernizar la patronal COEPA y liderar la fusión de la CAM, según recuerda ABC.
1 comentario:
Las cuentas de las cajas, de los bancos, de los ayuntamientos y de las comunidades autónomas solamente se la creen cuatro pobres de espíritu. Porque hay que seguir viviendo y confiando en algo.
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