Las declaraciones de Camps cobran todo el sentido en el marco de las presiones que el gobierno valenciano viene efectuando en las últimas semanas paraforzar una fusión entre las dos entidades financieras más importantes de la Comunidad Valenciana.
Camps subrayó que el Sistema Institucional de Protección (SIP) sólo está previsto para fusiones virtuales entre cajas interterritoriales. El vicepresidente económico valenciano sugirió que esta figura sólo tendría sentido en una fusión CAM-Bancaja con una tercera entidad menor de fuera de la Comunidad Valenciana.
Camps añadió que las fusiones virtuales, a medio plazo, siempre acaban convirtiéndose en reales, subrayando que en la CAM ya se ha asumido que tienen que entrar en el proceso de fusiones, pese a las reticencias que mantienen. Estas reticencias son especialmente significativas respecto de Bancaja.
Pero en el Gobierno valenciano están dispuestos a poner toda la carne en el asador para que la fusión CAM-Bancaja salga adelante.
En ese sentido, Gerardo Camps aseguró que de cara al futuro sólo existen dos alternativas: de un lado una gran entidad nucleada alrededor de Caja Madrid de la que formarían parte la CAM, más una tercera, cuya dimensión se podría equiparar aLa Caixa; y de otra, la fusión de las dos grandes cajas de la Comunidad Valenciana y otra más de menor tamaño (ayer sugirió que podría ser la balear Sa Nostra) que tendría una dimensión equivalente a la de Caja Madrid.
Esta segunda alternativa implicaría, en opinión del vicepresidente valenciano, un reequilibrio del mapa financiero español de las cajas de ahorro que tendría tres grandes cajas de ahorros: La Caixa, Caja Madrid más la resultante de la fusión CAM-Bancaja. Ni qué decir tiene que el Consell valenciano está por esta segunda opción.
El PP está decidido a llevar adelante todo el proceso de fusión sin contar con los socialistas. En la elección por parte de las Cortes Valencianas de los consejeros de Bancaja ya marginó al PSPV-PSOE y cuando corresponda elegir a los de la CAM, antes de fin de año, hará lo mismo.
El Gobierno valenciano, del PP, insiste en fusionar las dos grandes cajas de ahorros valencianas, Bancaja y Caja Mediterráneo (CAM) mientras aspira a frenar la unión virtual que se puede estar gestando entre Caja Madrid y la caja alicantina.
La fusión de las dos grandes cajas de ahorros valencianas se ha intentado en dos ocasiones, durante los Gobiernos del socialista Joan Lerma y después del popular Eduardo Zaplana, y ha vuelto a ser rescatada del cajón en las últimas semanas por el Ejecutivo que preside Francisco Camps, que apremia para avanzar en esta línea.
Ayer, el consejero de Economía y vicepresidente del Consell, Gerardo Camps, aseguró tras un acto empresarial en Alicante que las cajas valencianas están estudiando, a nivel técnico, "todas las posibilidades", entre ellas, dejó claro, "la posible fusión entre las distintas cajas valencianas". Y lo dijo consciente de que se está gestando un Sistema Institucional de Protección (SIP) de Caja Madrid con CAM y con "otra caja española". Ayer se supo que la Xunta de Galicia estaría dispuesta a que Caixa Galicia participe en esta alianza.
Camps admitió estar al corriente de que el Banco de España "baraja" la SIP interregional. Y preguntado por las presiones que está ejerciendo el Banco de España en esa dirección, aseguró en varias ocasiones que el Gobierno regional velará por que las cajas valencianas estén libres "de toda presión externa, venga de donde venga y venga de quien venga" para que sean sus órganos de gobierno los que decidan.
En este contexto, otras fuentes aseguran que las dos grandes cajas de ahorros valencianas están estudiando la posibilidad de crear un SIP con una tercera caja de ahorros vecina y de menor tamaño. La tercera entidad sería la balear Sa Nostra, según añaden estas mismas fuentes. Pese a ello, en el sector entienden esta opción simplemente como una reacción a la SIP en la que se trabaja desde Caja Madrid con CAM.
El responsable económico del Gobierno valenciano también habló de los tiempos. Camps recordó que las cajas de ahorros valencianas están inmersas en los procesos de renovación parcial de sus órganos de gobierno, lo que hace que hasta que éstos no concluyan (en enero, el de Bancaja y en febrero, en la CAM) no se podrán tomar decisiones del calado que se está barajando. Momento que el consejero valenciano cree que coincidirá con el final de las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB): "Mucho nos tememos que Bruselas limite el tiempo de concesión de esas ayudas, con lo cual hay que darse relativa prisa y tomar decisiones".
Por otro lado, Luis Garicano, catedrático de la London School of Economics y coautor de un reciente trabajo sobre las cajas de ahorro españolas, apuntó en Valencia que el FROB "otorga al Banco de España instrumentos suficientes para tomar las decisiones necesarias"; sentenció que "muchas cajas de ahorro van a entrar en pérdidas el año que viene"; y lamentó que "en España, las decisiones difíciles se siguen posponiendo".
En una comparecencia ante un grupo de periodistas Garicano añadió que "las cajas de ahorros están muy politizadas", y reflexionó: "Si un cocinero no sabe cocinar, la comida sale mala".
Garicano, por otro lado, se decantó desde el punto de vista de la eficiencia económica por las fusiones interregionales. "Es más fácil garantizar la gestión profesional y dejar las obras sociales respectivas bajo control de los políticos. Lo importante es una fusión entre una caja fuerte y una débil. Esta mal que el principio sea que las fusiones deben ser dentro de la región", apostilló.
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