En rueda de prensa, Monseñor Lorca afirmó que la despedida es un momento difícil en el que "traiciona el corazón". "Tengo que confesar que estoy nervioso", ya que las despedidas "no son agradables", indicó.
Y eso, a pesar de que esta despedida "es más o menos larga" puesto que José Manuel Lorca ejercerá como Administrador Apostólico de la Diócesis de Teruel y de Albarracín hasta que se produzca el nombramiento de un nuevo Obispo, para lo que todavía no hay fecha.
En su despedida, Monseñor Lorca se mostró agradecido con el Papa Benedicto XVI "que se haya fijado en mi persona para dirigir la Diócesis de Cartagena, a la Diócesis donde yo nací a la fe".
Además, confesó que hoy rezó "al Señor para que me hiciera digno del encargo que se me ha confiado. Di gracias a Dios por la salud del Papa --al que deseó una pronta recuperación-- y confié en las manos de Dios a la Diócesis de Cartagena y a la de Teruel y de Albarracín, y a todos lo que trabajan allá y aquí".
Monseñor Lorca aseguró que "aquí he aprendido mucho y he sentido que he sido querido, aceptado; he tenido una colaboración excelente de todos los sacerdotes y de todos los que trabajan como agentes de pastoral en la Diócesis".
Por eso, afirmó que "voy a lamentar mucho dejaros, mucho. Porque es imposible olvidar: aquí fui ordenado por el Nuncio Apostólico, en el nombre del Santo Padre, como Obispo".
Según dijo, en Teruel "he reconocido la tarea de servicio, como sucesor de los Apóstoles que me fue confiada. Me he sentido hermano con los hermanos, y reconocido como pastor. Aquí he encontrado verdaderos ángeles que, han cuidado con mucho mimo, de mi madre".
En los cinco años al frente de la Diócesis "he visto crecer el Seminario Diocesano, he sufrido la muerte de muchos sacerdotes que han trabajado con un esfuerzo heroico y los tengo presentes en mis oraciones". Un tiempo en el que ha encontrado "muchos retos, muchas tradiciones, muchos espacios y muchos diálogos".
Hoy no sólo se acordó de los sacerdotes, de los fieles o de todos cuantos trabajan en la Diócesis, sino también de las autoridades civiles cuyo trato dijo "ha sido espléndido, fluido y nunca ha habido una dificultad que con el diálogo se haya atrancando en la búsqueda de las soluciones". También dijo haberse sentido "reconocido por ellos" y les agradeció "tantas atenciones".
Entre los mejores momentos de su labor en Teruel, Monseñor Lorca recordó las visitas pastorales que ha podido hacer por las diferentes comarcas de la provincia y que le han permitido poder conocer a los fieles de estas localidades, saludarles y acompañarles.
Sobre su nuevo destino dijo que "a la Diócesis de Cartagena voy con ilusión porque conozco a todos los sacerdotes, excepto a los que se han nombrado mientras he estado aquí", aunque también a estos los conoce de una u otra forma. Por eso, dio "gracias a Dios por esta oportunidad de servir con una parte del camino ya recorrido porque conozco una realidad muy importante de aquella Diócesis".
Además, apuntó que "de los sacerdotes y de la gente de allí sólo tengo buen ánimo, colaboración, alegría y el deseo de trabajar juntos por la Iglesia del Señor". Así que pidió que "todos, los de allá y los de aquí, sigamos con las lámparas encendidas y las alcuzas llenas de aceite para que cuando venga el Señor no nos vea que estamos con los brazos cruzados".
La toma de posesión de su nuevo cargo tendrá lugar el próximo 1 de agosto. Para esa fecha, la Diócesis de Teruel y de Albarracín organizará viajes, de forma que los fieles turolenses puedan acompañar a su Obispo en estas nuevas responsabilidades.
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