Lo que IU argumenta es que para la elección de la Presidencia ejecutiva se debería requerir el voto favorable de tres quintos de los miembros del Consejo, no sólo de la mayoría absoluta, como defiende el PP, según explicó el portavoz económico de la coalición de izquierdas, Miguel Reneses. Izquierda Unida cree que con su propuesta se "mejora la necesidad de consenso y garantiza la estabilidad de Caja Madrid".
Sí que podría tener una mayor aceptación entre las filas populares la enmienda que defiende que los consejeros generales correspondientes a cada entidad representativa serán elegidos por éstas, en el número máximo que se establezca para cada una de ellas, y de entre personas de reconocido prestigio o experiencia en las materias relacionadas con la actividad de la Caja.
También parece que tendrá ese apoyo la enmienda que apuesta por la transparencia en la gestión de la entidad, como explicó Reneses. Es por eso que instan a la necesidad de remitir copia de los acuerdos adoptados a los consejeros generales con la mayor brevedad posible, algo que en este momento no se hace.
Las incompatibilidades también aparecen en las enmiendas de la coalición: lo que reclaman es que los miembros de la Comisión de Control deben incluir entre sus incompatibilidades los mismos requisitos que los vocales del Consejo de Administración. La retroactividad también aparece en las enmiendas de IU, todo ello con el fin de "garantizar la constitucionalidad impecable de la ley", en palabras de Reneses.
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