La ceremonia se retransmitió en el exterior de la Catedral Magistral de los Santos Niños a través de una pantalla gigante de televisión. A las doce del medio día comenzaron además a doblar las campanas para recibir al nuevo obispo que sustituye al nuevo prelado de Málaga, Jesús Catalá, y que era uno de los obispos presentes en la investidura de Reig Pla.
El primer acto religioso del nuevo obispo fue así postrarse ante los patronos de Alcalá, los Santos Niños Justo y Pastor y la Virgen del Val. Ya durante el acto litúrgico, se dirigieron a los fieles el actual administrador diocesano, Florentino Rueda, el Nuncio y a continuación Reig Pla, que explicó en la homilía su programa de actuación al frente de la Diócesis de Alcalá.
En una plaza repleta de gente, el hasta ese momento obispo de la Diócesis de Cartagena, alertó de que se está viviendo "una crisis de la humidad, de la sociedad y de la economía” y apostó por tener a Jesucristo como modelo".
Asimismo, Reig Pla pidió a todos que tengan “humildad porque Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes”. También tuvo palabras de aliento para los parados, inmigrantes y los que sufren.
Reig Pla, de 61 años, fue anteriormente obispo de Segorbe - Castellón y de Cartagena, diócesis que de la que fue relevado tras cuatro años en los que destacó sobre todo la dura polémica que mantuvo con la Universidad Católica de Murcia a propósito de su titularidad.
Juan Antonio Reig Pla es además, desde 1999, presidente de la subcomisión para la Familia y Defensa de la Vida de la Conferencia Episcopal, dentro de la que también es integrante de la comisión para la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio o Inquisición.
Al margen de los asuntos doctrinales, la llegada de Reig Pla se espera en Alcalá de Henares como una posibilidad de mayor entendimiento entre el Obispado y las administraciones públicas, sobre todo en los temas referentes a conservación del patrimonio histórico y artístico.
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