ROMA.- Túnez, Melilla, Syros, Bodrum, Dakar, Orán, Lampedusa: se alarga la lista de las víctimas de la inmigración a las puertas de Europa. En enero fueron al menos 62, con lo que el número de migrantes muertos en las fronteras llega ya a 13.413, de acuerdo con los datos de Fortress Europe, observatorio de víctimas de la inmigración basado en noticias recogidas en la prensa internacional.
El último naufragio ocurrió el 29 de enero de 2009 en Hammam Lif, una ciudad a 12 kilómetros de Túnez: ocho desaparecidos en la ruta hacia Lampedusa y Linosa. En esas mismas aguas, diez días antes, el 19 de enero, hubo 26 desaparecidos frente a las costas de La Marsa. En enero los muertos en el Canal de Sicilia han sido 35. Igualmente grave el balance en las costas de España.
En cuanto a las costas argelinas de la provincia de Orán, se cuentan 20 desaparecidos en el último mes. De otros 12 nada se sabe. Las familias saben solamente que partieron la noche del 2 de enero. Desde entonces nadie ha vuelto a contactar con los familiares.
En la otra parte de África, en Senegal, el 10 de enero murieron ahogadas 4 mujeres después de que se volcara el cayuco en el que viajaban hacia las Canarias. Lo que confirma que las rutas para España son cada vez más largas para evitar las patrullas europeas. De hecho, Dakar está a 12 días de navegación de Fuerteventura.
Luego está Grecia. Rescataron cinco cuerpos del mar en Bodrum el 29 de enero de 2009, víctimas de un naufragio del que no se tienen más noticias. Dos semanas antes, el 13 de enero, había perdido la vida un niño de 18 meses. Viajaba en una balsa neumática con su madre. La embarcación volcó durante las operaciones de socorro de la guardia costera griega y se ahogó.
Pero no sólo se muere en el mar a las puertas de Europa. Al menos, no en Marruecos. La noche de fin de año un joven emigrante sub-sahariano resultó muerto por disparos de la policía de frontera marroquí en la valla de 6 metros de alto dispuesta a lo largo de los 14 km. de frontera en el enclave español de Melilla. Herido de gravedad, lo trasladaron al hospital El Hassani de Nador, donde falleció poco después.
El último naufragio ocurrió el 29 de enero de 2009 en Hammam Lif, una ciudad a 12 kilómetros de Túnez: ocho desaparecidos en la ruta hacia Lampedusa y Linosa. En esas mismas aguas, diez días antes, el 19 de enero, hubo 26 desaparecidos frente a las costas de La Marsa. En enero los muertos en el Canal de Sicilia han sido 35. Igualmente grave el balance en las costas de España.
En cuanto a las costas argelinas de la provincia de Orán, se cuentan 20 desaparecidos en el último mes. De otros 12 nada se sabe. Las familias saben solamente que partieron la noche del 2 de enero. Desde entonces nadie ha vuelto a contactar con los familiares.
En la otra parte de África, en Senegal, el 10 de enero murieron ahogadas 4 mujeres después de que se volcara el cayuco en el que viajaban hacia las Canarias. Lo que confirma que las rutas para España son cada vez más largas para evitar las patrullas europeas. De hecho, Dakar está a 12 días de navegación de Fuerteventura.
Luego está Grecia. Rescataron cinco cuerpos del mar en Bodrum el 29 de enero de 2009, víctimas de un naufragio del que no se tienen más noticias. Dos semanas antes, el 13 de enero, había perdido la vida un niño de 18 meses. Viajaba en una balsa neumática con su madre. La embarcación volcó durante las operaciones de socorro de la guardia costera griega y se ahogó.
Pero no sólo se muere en el mar a las puertas de Europa. Al menos, no en Marruecos. La noche de fin de año un joven emigrante sub-sahariano resultó muerto por disparos de la policía de frontera marroquí en la valla de 6 metros de alto dispuesta a lo largo de los 14 km. de frontera en el enclave español de Melilla. Herido de gravedad, lo trasladaron al hospital El Hassani de Nador, donde falleció poco después.
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