MADRID.- La negociación que el PSOE y el PP vienen llevando a cabo en el Congreso para consensuar la redacción del Estatuto de Castilla-La Mancha ha entrado en vía muerta después de que la última oferta de los socialistas haya mantenido la fecha de 2015 como tope recomendado por esta comunidad para el trasvase Tajo-Segura, aunque sin mandato imperativo.
Los populares no aceptan que figure fecha alguna, ni siquiera como expresión de deseo, y no aceptarán ningún texto que no cuente con el visto bueno de Murcia y la Comunidad Valenciana, cuyos presidentes ya han dejado claro que no quieren ver ninguna fecha de caducidad del trasvase en el estatuto castellanomanchego.
En ese contexto, y según informaron fuentes parlamentarias, el PSOE da por terminadas las negociaciones que se iniciaron en noviembre y se mantiene a la espera de la respuesta formal del PP.
El Estatuto de Castilla-La Mancha fue tomado en consideración por el Pleno del Congreso el pasado mes de octubre, después de un año esperando en el Registro de la Cámara. En su día contó con la unanimidad de las Cortes regionales pero desde el primer momento PP y PSOE se comprometieron a modificar los artículos que generan rechazo en otras comunidades con el fin de evitar dudas de inconstitucionalidad.
La Mesa del Congreso acordó ampliar hasta el 3 de febrero el plazo de presentación de enmiendas al articulado del estatuto de Castilla-La Mancha, dando así margen a la negociación entre los dos grandes partidos.
Tanto la cuestión de las competencias como el capítulo económico y de financiación están ya prácticamente cerrados e incluso los negociadores tienen ya elaboradas las propuestas de enmiendas, que cada uno de los dos partidos presentarán por separado, aunque la redacción será idéntica. El principal problema pendiente de solución sigue siendo el escollo del agua y la caducidad del trasvase Tajo-Segura.
Si no hay un acuerdo entre populares y socialistas, y a día de hoy eso parece la opción más posible, se abrirá la puerta a la retirada de la propuesta castellano-manchega, un escenario que los dos grandes partidos no descartan, aunque tampoco desean.
Los populares no aceptan que figure fecha alguna, ni siquiera como expresión de deseo, y no aceptarán ningún texto que no cuente con el visto bueno de Murcia y la Comunidad Valenciana, cuyos presidentes ya han dejado claro que no quieren ver ninguna fecha de caducidad del trasvase en el estatuto castellanomanchego.
En ese contexto, y según informaron fuentes parlamentarias, el PSOE da por terminadas las negociaciones que se iniciaron en noviembre y se mantiene a la espera de la respuesta formal del PP.
El Estatuto de Castilla-La Mancha fue tomado en consideración por el Pleno del Congreso el pasado mes de octubre, después de un año esperando en el Registro de la Cámara. En su día contó con la unanimidad de las Cortes regionales pero desde el primer momento PP y PSOE se comprometieron a modificar los artículos que generan rechazo en otras comunidades con el fin de evitar dudas de inconstitucionalidad.
La Mesa del Congreso acordó ampliar hasta el 3 de febrero el plazo de presentación de enmiendas al articulado del estatuto de Castilla-La Mancha, dando así margen a la negociación entre los dos grandes partidos.
Tanto la cuestión de las competencias como el capítulo económico y de financiación están ya prácticamente cerrados e incluso los negociadores tienen ya elaboradas las propuestas de enmiendas, que cada uno de los dos partidos presentarán por separado, aunque la redacción será idéntica. El principal problema pendiente de solución sigue siendo el escollo del agua y la caducidad del trasvase Tajo-Segura.
Si no hay un acuerdo entre populares y socialistas, y a día de hoy eso parece la opción más posible, se abrirá la puerta a la retirada de la propuesta castellano-manchega, un escenario que los dos grandes partidos no descartan, aunque tampoco desean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario