MURCIA.- La Casona, una casa torre del siglo XIX, ha sido el emblema de la finca La Ladera durante muchos años. De hecho, la construcción de las primeras viviendas de la urbanización, con la fachada de color amarillo y con una pequeña torre, emulan la fisonomía de la casona Codorniú, que perteneció a la familia del inventor del autogiro Juan de la Cierva.
Los vecinos de La Ladera, sin embargo, ven estos días cómo el deterioro y el abandono hacen mella en La Casona, ocasionando, además, graves perjuicios a muchos de los que tienen viviendas colindantes con esta singular casa-torre del siglo XIX, según revela hoy "La Verdad".
El deterioro del palacete comenzó en 2004, fecha en que es vendida la sociedad cooperativa Agrícola Citrovida a una socieda compuesta, entre otros socios, por la promotora murciana López y Valiente y la empresa Industrias Gráficas Jiménez Godoy.
La venta de la histórica casona, con una parcela de 800 metros cuadrados, iba acompañada de otros 12.000 metros cuadrados de limoneros, en los que los nuevos propietarios anunciaron en su día la construcción de un restaurante o un hotel de lujo.
La promotora y constructora López y Valiente y la empresa Industrias Gráficas Jiménez Godoy adquirió, además, 38.000 metros cuadrados junto al parque comercial y de ocio Thader para construir en esa zona las dos torres de oficinas más altas de toda la ciudad, con más de 30 plantas.
Hasta esa fecha, había sido incluso sede de las oficinas de la urbanización. Sus antiguos propietarios habían restaurado el torreón de la Casona en el 2003.
Pero, desde la fecha citada, La Casona se va deteriorando paulatinamente. A pesar de las solicitudes que por parte de la empresa de seguridad y del complejo inmobiliario Finca lo de Casas se han realizado para proteger y custodiar las entradas a la casona, el grado de abandono va en aumento.
En los dos últimos años (2007-2008), además, el deterioro se acelera con la entrada de chatarreros y sin papeles en el interior de la casa torre, habida cuenta de la falta de medidas de protección por parte de sus actuales dueños. El deterioro ha llegado al punto de que la casa ha sido desvalijada, la ermita ha sido totalmente destruida, han arrojado los bancos por las ventanas, los han quemado y hasta han realizado algún acto satánico invirtiendo la cruz en el patio de la Casona.
Los últimos incidentes son bien recientes. El pasado mes de noviembre se le pegó fuego al interior de la casona teniendo que intervenir los bomberos.
Rosa María Hervás Avilés, presidenta del complejo inmobiliario finca Lo De Casas, donde se asienta la urbanización La Ladera asegura que «mantener nuestro patrimonio murciano es importante».
Por eso, en nombre propio y en el de los propietarios de la urbanización hace un llamamiento a los actuales propietarios de La Casona o, en su defecto, al Ayuntamiento «que también debe implicarse, puesto que es un bien protegido» para que se ponga freno al deterioro y se inicien medidas de protección y rehabilitación.
Por eso, en nombre propio y en el de los propietarios de la urbanización hace un llamamiento a los actuales propietarios de La Casona o, en su defecto, al Ayuntamiento «que también debe implicarse, puesto que es un bien protegido» para que se ponga freno al deterioro y se inicien medidas de protección y rehabilitación.
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