jueves, 27 de noviembre de 2008

La Región de Murcia vuelve a mirar al sector agroalimentario como su salvación económica

MURCIA.- La industria agroalimentaria regional se posiciona como un sector estratégico dentro del tejido productivo en su conjunto, generando empleo para más de 140.000 personas, lo que equivale a la cuarta parte de la población murciana ocupada, según los datos ofrecidos por los representantes del sector.

La industria agroalimentaria regional ha consolidado en los últimos años su fortaleza productiva y exportadora y su capacidad de generar empleo por encima de otros sectores, lo que la ha situado como “una actividad estratégica del sistema económico de la Región”, según las conclusiones extraídas de la jornada ‘El Sector Agroalimentario de la Región de Murcia: Un Valor Permanente’.

Representantes de los sectores agrícola, ganadero, pesquero y conservero expusieron los resultados de su actividad, así como las principales líneas de actuación futuras.

La celebración de esta jornada supuso el reconocimiento al papel de la actividad agraria como motor principal del tejido económico regional por su “carácter innovador, competitivo y permanente”.

Según los datos presentados por el sector agroalimentario, esta actividad da empleo en la Región de Murcia a más de 140.000 personas, lo que representa casi una cuarta parte de la población murciana ocupada que equivale a más de 600.000 personas.

Por sectores, son las cooperativas agrícolas y las empresas de producción y exportación las que más mano de obra generan, seguida de la industria ganadera y del sector citrícola, donde sólo el limón emplea al 1,5 por ciento del total regional.

En términos económicos, el sector agroalimentario murciano factura un volumen de más de 3.500 millones de euros al año, tanto en el mercado interior como en el exterior, donde alcanza los 2.000 millones de euros.

La actividad agraria contribuye “de forma destacada” al peso de las exportaciones dentro de la economía murciana y en el conjunto nacional, siendo el sector de la Región de Murcia el que más aporta en la balanza económica, por delante del mercado energético, la industria, construcción y servicios.

La Región de Murcia consolida su posicionamiento en el conjunto nacional con unos indicadores que sitúan a Murcia como una “región líder” en producción y exportación en base a una actividad que genera empleo, mantiene el medio rural e impulsa la innovación tecnológica y calidad como valor añadido en los productos.

La producción total del sector agroalimentario murciano asciende a 3,2 millones de toneladas. Murcia destina el 50% de su superficie a la agricultura, con más de 565.000 hectáreas, de las que sólo el 33% corresponden a cultivo de regadío.

Entre las producciones agrícolas más importantes destacan las hortalizas, como el tomate, lechuga y melón, y los cítricos, especialmente el limón, seguido de otros cultivos frutales como el melocotón, nectarina, uva de mesa y albaricoque.

De este volumen productivo se exportan principalmente los productos hortícolas a Alemania y Reino Unido, según los datos expuestos el pasado martes durante el desarrollo de la jornada por Fecoam y Proexport.

Respecto a fruta de hueso y uva de mesa, se destina el 95% de la producción de uva de mesa, albaricoque, melocotón y nectarina al exterior, según datos de Apoexpa, mientras que en cítricos, su interprofesional Ailimpo indica que el 72% de la producción se comercializa en España y el 14% se exporta al resto del mundo.

La industria conservera representada por Agrupal vende al exterior fundamentalmente el 80% de sus frutas y hortalizas preparadas, congelados vegetales y zumos y jugos, siendo Murcia la principal región exportadora en este ámbito, seguida de Extremadura, Navarra y Comunidad Valenciana.

Por su parte, el sector vitivinícola produce en la Región 620.000 hectolitros de vino y agrupa a un total de 91 bodegas, según los datos obtenidos de la última campaña 2007/2008 expuestos por Asevin. Entre los principales países exportadores destaca Alemania, Reino Unido y Dinamarca entre las regiones europeas, y Estados Unidos como principal zona importadora de los vinos de la Región fuera de los límites comunitarios.

Respecto a la producción ganadera, es el sector porcino el más representativo, con cuatro millones de cerdos, por la facturación y empleo que genera, junto a la avicultura de carne y el sector cunícola. Asimismo, destaca el sector transformador de leche con más de 3.000 toneladas obtenidas al año, de las que se exportan más de 700, lo que convierte a Murcia en la primera región exportadora de queso de cabra.

La Región de Murcia tiene además la cabaña ganadera más saneada de España y promueve la recuperación de las razas autóctonas mediante programas de mejora genética, destacando el chato murciano y la cabra murciano-granadina.

Por último, la pesca y acuicultura regional ha experimentado una evolución en los últimos años, con un censo de 285 embarcaciones y 15 instalaciones de acuicultura. Es un sector que exporta más de lo que importa y aporta el 5% del valor de la pesca nacional, destacando el sector acuícola con 7.500 toneladas de facturación anual.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Estarán contentos en Librilla, con el 80% del término municipal recalificado en solar...

Anónimo dijo...

No salgo de mi asombro con el cinismo del titular. No pueden darse Ud. idea de lo cínico que es, cuando:
a) Los proyectos son una auténtica porquería económica.
b)Las empresas quieren que papá estado les saque del apuro y les pague su I+D+i.
c) La motivación del sector y de los estudiantes está por los suelos (así como su número en muchos casos).
d)Se hacen ERE para quitarse de enmedio trabajadores fijos, vender la empresa, y luego contratar mediante ETT a empleados con salarios basura.
e) Muchos trabajadores ya han hecho las maletas y saben que esta no es una opción para ellos ni lo será para sus hijos.
f) La Administración ha regalado millones a empresas que ahora quieren cerrar.
g)Los gestores de las administraciones públicas en lo de I+D+i no escuchan a los investigadores, y llevan años haciendo oídos sordos de sus peticiones en especial en lo referente a personal, contratos, servicios centrales, alumnos en prácticas, becarios, etc., etc. A lo máximo que han llegado es a usar todo su poder para mejorar su estatus y el de otros investigadores fieles, haciendo auténticos disparates de juzgado de guardia.
h) Lo de la UCAM, que es innombrable y vergonzoso lo que allí se está formando y haciendo.
i) La situación en ciertos mal llamados centros tecnológicos, fábricas de análisis y banco de pruebas de algunas empresas (CTNC), o simplemente del caos más absoluto en algunos aspectos (IMIDA).
j) De una pésima política de contratación de personal y de precariedad personal en muchos organismos públicos de investigación.
k) De un escaso desarrollo de proyectos, que en el mejor de los casos van liderados por grupos determinados, sin tener en cuenta a todos los intereses. Ni oir por supuesto a muchos de los sectores/investigadores afectados.

Si más de uno no se marcha de aquí es por cuestiones familiares y sentimentales. Sol, paella y familia...
Más, más??

Anónimo dijo...

El parado típico levantino: ex albañil y con BMW en la puerta de su piso hipotecado

Ginés F. tiene ya 27 años y poco que hacer desde hace unos meses, salvo sacarle brillo al BMW 316 que compró hace dos años cuando ingresaba casi cuatro mil euros al mes. Otra de las pocas cosas que tiene que hacer es pensar cómo va a seguir pagando la hipoteca de su pequeño piso, en su mismo pueblo, cuyo precio total fue de unos 200.000 euros hace cuatro años.



Es uno de los muchos jóvenes entre 25 y 35 años que en todo Levante y especialmente en la Región de Murcia han engrosado las listas del paro en el último año. La EPA del tercer trimestre revela que los parados en esa franja de edad se han incrementado en un 335% en esa Comunidad Autónoma de un millón y cuarto de habitantes y que ya tiene más de cien mil desempleados.



El caso de Ginés es típico. Hace más de diez años, cuando a trancas y barrancas seguía repitiendo curso en el Instituto empezó a oír que en la Marbella del GIL pagaban 400.000 pesetas a los que eran buenos en sus oficios de albañilería y hostelería. Cuando más arreciaban las discusiones con su padre, también Ginés y albañil que quería que su hijo estudiara, resultó que empezó el boom de la construcción en la costa, primero, y en el interior murciano, después.



Ya no había discusión posible. Ginés fue uno de los muchos jóvenes que entraron en masa a trabajar de peones de albañil y rápidamente fueron especializándose como encofradores, pintores, electricistas, ferrallistas, soldadores, carpinteros metálicos, instaladores de aire acondicionado o calefacción, etcétera. Y empezaron a ganar, con la entrada del euro, el equivalente a lo que antes habían oído que se ganaba en pesetas en Marbella.



Zagales y gandules



Muchos más jóvenes que Ginés, dejaron entonces los estudios, aun sin tener la edad legal de trabajar, y empezaron a hacer horas clandestinas hasta cumplir los dieciséis años, cuando ya podían trabajar a pecho descubierto. El diputado regional socialista Mariano García Pérez asegura que conoce más de un caso en que un “zagal” se despedía de su maestro con chulería: “Me voy de ferrallista a ganar el doble que tú”. Y no era un farol.



Trabajaron las horas que hicieran falta durante unos años con tal de ganar todo lo que la burbuja inmobiliaria estaba dispuesta a darles. Mientras, sin capacitación profesional, ascendían en la escala laboral según los inmigrantes ucranios, rumanos, ecuatorianos, bolivianos, magrebíes y subsaharianos, etc. iban entrando en la construcción y la hostelería en los puestos peores.



Ginés tuvo además mucha suerte. De trabajar a decenas de kilómetros de su casa, pronto pudo colocarse en obras de su mismo pueblo, Algezares, una de las pedanías de Murcia con más actividad constructora en los últimos años y cuyos edificios se encaraman ya por las laderas hasta los límites del parque regional de la sierra de El Valle, a sólo cinco kilómetros del centro de la capital, o se “esturrean” en sentido contrario, hacia la huerta.



Cochazos de primera



Durante unos años, hasta el pasado, la vida ha sido una especie de Eldorado para todos estos jóvenes, tanto en Murcia, como en Almería, Alicante o Castellón. Todavía se les ve por ahí en sus aún flamantes BMWs pequeños o SEAT León. U otros más baratos pero bien “tuneados”. Coches ágiles y rápidos para las noches de marcha. Y para vacilar con las pibas a la puerta de las discotecas. Los que se ennoviaron, caso de Ginés, se “empuaron” con el pisito o, incluso, el adosado. Hay bastantes que se casaron y han tenido ya un hijo.



Los que siguieron solteros y en casa de los padres tienen menos deudas y compromisos, pero el mismo problema: son parados jóvenes y sin esperanza de recuperar el trabajo a medio plazo. Posiblemente, todos agotarán las prestaciones de desempleo, mientras se buscan la vida paralelamente, si pueden.



¿Volver a estudiar? Ni se lo plantea Ginés de lo mal que recuerda que le iba cuando tenía 14 y 15 años. “A mí, lo de leer no me va”, sentencia. Pero reconoce que algunos “críos” más jóvenes que él, los que llegaron al tajo en los estertores del boom inmobiliario-turístico, hablan de hacer formación profesional. Sólo hablan: no conoce ninguno que lo haya hecho. Les preocupan más las deudas contraídas y cómo mantener su efímero alto nivel de gasto.

De "El Confidencial"