En otros tiempos el Reino de Murcia eran dos: Albacete y Murcia y el Puerto de Cartagena, la gran salida al mar de los cerealistas y vinateros manchegos. Escombreras suministraba derivados del petróleo bien en crudo o semirefinado a Puertollano. Luego se construyó un gran acueducto para traer aguas de la cabecera del Tajo, que además de evitar carencias en el consumo humano en épocas de sequía en Murcia, una parte de Alicante, desde el Aeropuerto del Altet a Benidorm o Almería, convirtió los secarrales del Campo de Cartagena y de Lorca en vergeles con nuevos productos de exportación, porque la Huerta del Segura” era más rentable para la construcción.El oleducto y el nuevo gaseoducto seguían enviando productos desde una Cartagena que quería ser provincia.
Con las autonomías Albacete optó por no seguir con Murcia y los productos manchegos fueron buscando salida al mar por Alicante o Valencia, también en parte por las limitaciones “departamentales”. Y en aquel popurrí Bono se encontró con un amplio y dispar territorio. Para conjuntar a los mileros de la La Alcarría, con los vinateros de Tomelloso, Villarrobledo o Valdepeñas, a los “cazadores” de Toledo o a los “ajeros” de Pedroñeras o los agricultores de Albacete, levantó una bandera : “El Tajo es nuestra seña de identidad y ese agua es nuestra”.
Y a la vez se preocupó de crear infraestructuras y enlaces. En Murcia, con la guerras internas entre socialistas y populares, el debate no pasaba de Cartagena-Provincia, alianzas con Madrid o con la Comunidad Valenciana, para dar la espalda a los castellanosmanchegos.
“Digan lo que digan el Tajo es nuestro y para toda la vida”. Y se fue produciendo un aislamiento en infraestructuras tanto ferroviarias como por carreteras. Si para los socialistas en el Gobierno regional Bono no es un vecino, sino un peligroso rival, para los populares es la “bestia parda”. Cerdá, De la Cierva y Ruiz Vivo levantan una campaña contra los castellanosmanchegos por los envíos de los caudales del Tajo, una reducción que consiente Aznar con la disculpa del PHN y el traslado de aguas de la desembocadura del Ebro.
La guerra entre vecinos alcanza especial virulencia con la campaña “Agua para Todos”. Los castellanosmanchegos envían aviones para fotografiar balsas y denuncian a los murcianos como “apropiadores de agua”. Ruiz Vivo acusa a Narbona de “carterista hídrica”. De Hellín para abajo los castellanomanchegos junto con los aragoneses son los grandes enemigos de Murcia.
Ahora entre los populares De Cospedal es la ‘número dos’ del partido y aunque Barreda no es Bono se intenta montar una nueva gresca e incluso se pide que no se acepte a trámite su nuevo proyecto como si fuera “terrorista”. Aquí no se ha hecho la reforma del Estatuto. El trámite es largo, la poda debe ser importante, pero mientras aquí se ladra “amigo Sancho”, ellos cabalgan unidos y con los deberes hechos.
Barreda y De Cospedal aceptan recortes
El presidente socialista castellano-manchego tiene claro que el proyecto presentado ante el Congreso para su admisión a trámite va a sufrir recortes importantes por la dirección nacional de su propio partido. Y la número dos del PP, María Dolores de Cospedal también tiene claro cual serán las cesiones por parte de su partido en la negociación.
En este proceso será más “estatutarista” De Cospedal, porque dicen que los populares como oposición regional y nacional se juegan electoralmente más en el envite. “A los murcianos siempre enviaremos agua para el consumo humano, pero para riego o desarrollo insostenible ellos tienen mar y nosotros no”, apunta Barreda.
La apuesta por la desalinización, por la autonomía hídrica que dicen los socialistas, por el “agua desmayada” boicoteada por los populares levantinos, parece el lugar de encuentro, con caducidad para riego, pero no para beber.
Y a la vez se preocupó de crear infraestructuras y enlaces. En Murcia, con la guerras internas entre socialistas y populares, el debate no pasaba de Cartagena-Provincia, alianzas con Madrid o con la Comunidad Valenciana, para dar la espalda a los castellanosmanchegos.
“Digan lo que digan el Tajo es nuestro y para toda la vida”. Y se fue produciendo un aislamiento en infraestructuras tanto ferroviarias como por carreteras. Si para los socialistas en el Gobierno regional Bono no es un vecino, sino un peligroso rival, para los populares es la “bestia parda”. Cerdá, De la Cierva y Ruiz Vivo levantan una campaña contra los castellanosmanchegos por los envíos de los caudales del Tajo, una reducción que consiente Aznar con la disculpa del PHN y el traslado de aguas de la desembocadura del Ebro.
La guerra entre vecinos alcanza especial virulencia con la campaña “Agua para Todos”. Los castellanosmanchegos envían aviones para fotografiar balsas y denuncian a los murcianos como “apropiadores de agua”. Ruiz Vivo acusa a Narbona de “carterista hídrica”. De Hellín para abajo los castellanomanchegos junto con los aragoneses son los grandes enemigos de Murcia.
Ahora entre los populares De Cospedal es la ‘número dos’ del partido y aunque Barreda no es Bono se intenta montar una nueva gresca e incluso se pide que no se acepte a trámite su nuevo proyecto como si fuera “terrorista”. Aquí no se ha hecho la reforma del Estatuto. El trámite es largo, la poda debe ser importante, pero mientras aquí se ladra “amigo Sancho”, ellos cabalgan unidos y con los deberes hechos.
Barreda y De Cospedal aceptan recortes
El presidente socialista castellano-manchego tiene claro que el proyecto presentado ante el Congreso para su admisión a trámite va a sufrir recortes importantes por la dirección nacional de su propio partido. Y la número dos del PP, María Dolores de Cospedal también tiene claro cual serán las cesiones por parte de su partido en la negociación.
En este proceso será más “estatutarista” De Cospedal, porque dicen que los populares como oposición regional y nacional se juegan electoralmente más en el envite. “A los murcianos siempre enviaremos agua para el consumo humano, pero para riego o desarrollo insostenible ellos tienen mar y nosotros no”, apunta Barreda.
La apuesta por la desalinización, por la autonomía hídrica que dicen los socialistas, por el “agua desmayada” boicoteada por los populares levantinos, parece el lugar de encuentro, con caducidad para riego, pero no para beber.
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1 comentario:
Y del agua que supuestamente está "tirando al mar" el Júcar ahora nada se habla? Realmente es necesario también que llegue al mar, pero parece que cuando es el territorio del vecino Camps nada se dice, pero si es el Ebro, sí. Cuan larga es la nariz de pinochovalcárcel y sus secuaces.
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