LORCA.- Casi la mitad de los extranjeros residentes en España ha tenido que dejar de enviar dinero a sus familias debido a la crisis, según han confirmado a "El Faro" los responsables de algunos de los establecimientos dedicados a los envíos a Latinoamérica que se encuentran en Murcia.
La situación económica por la que atraviesa España afecta de manera especialmente dura a los inmigrantes, que llegan buscando un empleo con el que mantener a su familia en su país de origen, y apenas consiguen para pagar su propia casa y los gastos de su familia aquí.
Los dueños de varios locutorios situados en la calle Santa Joaquina de Vedruna, en Murcia, explicaron que los envíos de dinero a países como Ecuador, Bolivia o Colombia, que son los más numerosos, han descendido “casi a la mitad.” Además, no sólo han descendido el número de envíos, sino la cantidad “antes se mandaban 500 euros, y ahora es raro quien manda más de 300 al mes” explican en uno de estos locutorios.
De media, mientras que hace apenas un año pasaban por las ventanillas de este establecimiento entre 150 y 200 personas al mes para mandar dinero a su país, ahora “pasan por aquí unos 60 o 70, además hay muchos que eran clientes fijos y que han dejado de venir, aproximadamente unos 30, de los que algunos se han vuelto a su país.”
“Si no hay dinero ni para vivir aquí no se puede mandar a la familia” explicaban a la entrada del local. “Antes se intentaba mandar aunque sólo fueran 50 euros a los sobrinos, al cuñado, pero ahora se manda sólo a la familia, y muchas veces ni siquiera eso.”
Según Verónica Apolo, dueña de un locutorio en el que también se hacen envíos de efectivo a Latinoamérica, “la situación está muy complicada para todos, aunque los que venimos a trabajar no esperamos que las cosas se pongan así”.
Al igual que ella muchos inmigrantes han encontrado un empleo estable en nuestro país, pero muchos otros no han tenido tanta suerte “porque en Murcia el trabajo estaba en la construcción, y ahora que eso se ha ido a pique los trabajadores se tienen que ir a buscar el pan a otras comunidades o incluso volverse a sus países porque aquí no hay trabajo para nadie”, explicó Verónica Apolo.
En su caso “para mantener este local tengo que trabajar todo el día, aquí no hay hora de comida y cuando termina el colegio tengo que tener a mis niños aquí porque mi marido también trabaja.”
“Más de 300 familias ya han vuelto a Ecuador en este año”
El desempleo no sólo hace que las familias tengan más dificultades para enviar dinero a su país, sino que lleva a muchos a tomar la decisión de regresar. Según el cónsul de Ecuador en Murcia, Patricio Garcés “en el primer semestre de este año han regresado a Ecuador 320 grupos familiares acogidos al Plan Bienvenido a Casa”.
Para Garcés “el hecho de que la situación esté cambiando y que muchos que trabajaban en el área de la construcción ahora tengan que ir a la agricultura, dónde se gana a veces la mitad, hace que se lo piensen mejor y decidan volver a Ecuador.”
Además Garcés afirmó que “también hay muchas personas o familias que llevan en España entre 7 y 10 años, que ven que ya han cumplido un ciclo y con los ahorrosque han guardado deciden que éste es el mejor momento de volver a su casa.”
La situación económica por la que atraviesa España afecta de manera especialmente dura a los inmigrantes, que llegan buscando un empleo con el que mantener a su familia en su país de origen, y apenas consiguen para pagar su propia casa y los gastos de su familia aquí.
Los dueños de varios locutorios situados en la calle Santa Joaquina de Vedruna, en Murcia, explicaron que los envíos de dinero a países como Ecuador, Bolivia o Colombia, que son los más numerosos, han descendido “casi a la mitad.” Además, no sólo han descendido el número de envíos, sino la cantidad “antes se mandaban 500 euros, y ahora es raro quien manda más de 300 al mes” explican en uno de estos locutorios.
De media, mientras que hace apenas un año pasaban por las ventanillas de este establecimiento entre 150 y 200 personas al mes para mandar dinero a su país, ahora “pasan por aquí unos 60 o 70, además hay muchos que eran clientes fijos y que han dejado de venir, aproximadamente unos 30, de los que algunos se han vuelto a su país.”
“Si no hay dinero ni para vivir aquí no se puede mandar a la familia” explicaban a la entrada del local. “Antes se intentaba mandar aunque sólo fueran 50 euros a los sobrinos, al cuñado, pero ahora se manda sólo a la familia, y muchas veces ni siquiera eso.”
Según Verónica Apolo, dueña de un locutorio en el que también se hacen envíos de efectivo a Latinoamérica, “la situación está muy complicada para todos, aunque los que venimos a trabajar no esperamos que las cosas se pongan así”.
Al igual que ella muchos inmigrantes han encontrado un empleo estable en nuestro país, pero muchos otros no han tenido tanta suerte “porque en Murcia el trabajo estaba en la construcción, y ahora que eso se ha ido a pique los trabajadores se tienen que ir a buscar el pan a otras comunidades o incluso volverse a sus países porque aquí no hay trabajo para nadie”, explicó Verónica Apolo.
En su caso “para mantener este local tengo que trabajar todo el día, aquí no hay hora de comida y cuando termina el colegio tengo que tener a mis niños aquí porque mi marido también trabaja.”
“Más de 300 familias ya han vuelto a Ecuador en este año”
El desempleo no sólo hace que las familias tengan más dificultades para enviar dinero a su país, sino que lleva a muchos a tomar la decisión de regresar. Según el cónsul de Ecuador en Murcia, Patricio Garcés “en el primer semestre de este año han regresado a Ecuador 320 grupos familiares acogidos al Plan Bienvenido a Casa”.
Para Garcés “el hecho de que la situación esté cambiando y que muchos que trabajaban en el área de la construcción ahora tengan que ir a la agricultura, dónde se gana a veces la mitad, hace que se lo piensen mejor y decidan volver a Ecuador.”
Además Garcés afirmó que “también hay muchas personas o familias que llevan en España entre 7 y 10 años, que ven que ya han cumplido un ciclo y con los ahorrosque han guardado deciden que éste es el mejor momento de volver a su casa.”
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