MURCIA.- Mientras que en el Congreso de los Diputados se ha iniciado la tramitación del Estatuto de Castilla-La Mancha, que exige la eliminación del Trasvase Tajo-Segura antes del año 2015, el Ministerio de Medio Ambiente prosigue con las inversiones para consolidar el acueducto dentro de la cuenca del Segura. Hasta el momento se han adjudicado obras por valor de 312 millones de euros (52.000 millones de las antiguas pesetas) que ofrecen pocas dudas sobre la continuidad de este canal, según publica "La Verdad".
El lado negativo de estas inversiones es que la mayor parte de las obras que se están acometiendo están destinadas a mejorar la calidad del agua que llega del Tajo para los abastecimientos a la población. Pese a las críticas de Castilla-La Mancha y su reivindicación de que se cierre el acueducto, en el fondo está asumido por todos que el trasvase seguirá abierto sine die para abastecer con agua del Tajo a la población del Sureste. Lo reconoce hasta el propio José María Barreda, cuando dice que agua del Tajo para beber sí, pero no para regar. Sobre esta base, la verdadera disputa territorial y política se centra en las necesidades de caudales de los regadíos del Segura.
Las desalinizadoras que hay en marcha y en construcción no pueden producir toda el agua que precisa la población de la zona (unos 230 hectómetros cúbicos anuales, que serán 250 en el año 2015). La producción no llega a tanto y los costes serían elevadísimos. Además, la Mancomunidad de Canales del Taibilla necesita agua continental (la del Tajo) para mezclarla con la desalinizada para rebajar el precio y eliminar las elevadas concentraciones de boro.
¿Y los regadíos?
Los regadíos de la cuenca del Segura , de momento, se han beneficiado de una décima parte del dinero presupuestado. Se trata de 30 millones de euros que se han gastado en la modernización y reparación de los canales del Postrasvase. Esto es, de los dos grandes ejes que se dirigen hacia el Este (Cartagena, Vega Baja y Crevillente) y el Oeste (Lorca y Almería). Estos trabajos han permitido reducir en un tercio las pérdidas de agua durante el transporte. El ahorro no es baladí, ya que representa unos 20 hectómetros cúbicos anuales, el equivalente a un riego de socorro, apuntaron ayer desde la Confederación Hidrográfica del Segura.
145 kms. de canales
En cuanto a los abastecimientos, el plan de mejora de la calidad del agua, unido a las nuevas garantías de suministro, supera los 280 millones de euros, que ya están gastados y adjudicados. Se trata del túnel Talave-Cenajo, ya construido y pendiente de una modificación del proyecto por exigencias de Castilla-La Mancha.
La parte del león -237 millones- se la lleva el nuevo sistema de canalización del agua del Tajo desde el pantano del Cenajo -el mayor de la cuenca del Segura- y las potabilizadoras de la Mancomunidad de Canales del Taibilla. La sociedad Aguas de la Cuenca del Segura ha adjudicado hasta ahora ocho de los once tramos. El inicio de las obras está pendiente de la aprobación del estudio de impacto ambiental.
Se trata de construir un sistema de canalizaciones que suman 145 kilómetros de longitud y que tendrá varios objetivos: garantizar el suministro a 22 municipios expuestos a cortes de agua, evitar las pérdidas de los caudales procedentes del Tajo mediante su entubamiento y mejorar la calidad del agua rebajando los niveles de sulfatos. El proyecto incluye como obras singulares una gran potabilizadora junto al pantano del Cenajo, un túnel entre este embalse a las redes del Taibilla y, sobre todo, un mini acueducto hasta el Altiplano, cuyo suministro depende ahora y de forma exclusiva de los pozos. Se trata, en definitiva, de un segundo Postrasvase con aguas de la cabecera del Tajo.
¿Y los regadíos?
Los regadíos de la cuenca del Segura , de momento, se han beneficiado de una décima parte del dinero presupuestado. Se trata de 30 millones de euros que se han gastado en la modernización y reparación de los canales del Postrasvase. Esto es, de los dos grandes ejes que se dirigen hacia el Este (Cartagena, Vega Baja y Crevillente) y el Oeste (Lorca y Almería). Estos trabajos han permitido reducir en un tercio las pérdidas de agua durante el transporte. El ahorro no es baladí, ya que representa unos 20 hectómetros cúbicos anuales, el equivalente a un riego de socorro, apuntaron ayer desde la Confederación Hidrográfica del Segura.
145 kms. de canales
En cuanto a los abastecimientos, el plan de mejora de la calidad del agua, unido a las nuevas garantías de suministro, supera los 280 millones de euros, que ya están gastados y adjudicados. Se trata del túnel Talave-Cenajo, ya construido y pendiente de una modificación del proyecto por exigencias de Castilla-La Mancha.
La parte del león -237 millones- se la lleva el nuevo sistema de canalización del agua del Tajo desde el pantano del Cenajo -el mayor de la cuenca del Segura- y las potabilizadoras de la Mancomunidad de Canales del Taibilla. La sociedad Aguas de la Cuenca del Segura ha adjudicado hasta ahora ocho de los once tramos. El inicio de las obras está pendiente de la aprobación del estudio de impacto ambiental.
Se trata de construir un sistema de canalizaciones que suman 145 kilómetros de longitud y que tendrá varios objetivos: garantizar el suministro a 22 municipios expuestos a cortes de agua, evitar las pérdidas de los caudales procedentes del Tajo mediante su entubamiento y mejorar la calidad del agua rebajando los niveles de sulfatos. El proyecto incluye como obras singulares una gran potabilizadora junto al pantano del Cenajo, un túnel entre este embalse a las redes del Taibilla y, sobre todo, un mini acueducto hasta el Altiplano, cuyo suministro depende ahora y de forma exclusiva de los pozos. Se trata, en definitiva, de un segundo Postrasvase con aguas de la cabecera del Tajo.
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